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Maternidad y salud

Maternidad y salud

La salud de la mujer puede interferir antes de ser madre (problemas de fertilidad) en el embarazo y en el posparto. Por eso es importante que la mujer se cuide, no sólo por ella, también por el bienestar de tu hijo.

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Índice

 

¿Cuándo debo empezar a cuidar mi salud?

El embarazo es una de las etapas en la que es más importante que te cuides. Es importante que acudas a todos los exámenes prenatales que marque tu médico.

Si no estás segura de que estás embarazada, lo mejor que puedes hacer, en cuanto lleves unos días de retraso, es una prueba de embarazo. Ten en cuenta que muchos profesionales del cuidado de la saludo te permitirán hacer tu primera cita hasta las 8 semanas de embarazo, a no ser que exista un problema.

En el primer examen prenatal, el obstetra o la matrona que hayas elegido te hará una prueba de embarazo y estimará de cuánto tiempo estás (basándose en una exploración física y la fecha de la última menstruación). Esto es lo que se utilizará para predecir la fecha de parto; más adelante, en una ecografía, se corroborará esa fecha.

Si estás sana y no hay ningún factor de riesgo que puede complicar tu embarazo, tu médico posiblemente te aconseje exámenes prenatales

- cada cuatro semanas hasta la semana 28 del embarazo

- cada dos semanas hasta la semana 36 del embarazo

- después de la semana 36 del embarazo, semanalmente hasta el parto
 

¿Cómo debo cuidar mi salud en el embarazo?

Alimentación: ahora que estás comiendo al menos por dos personas no es el momento de ponerte a dieta. Se estima que en el embarazo necesitarás 300 calorías diarias más, sobre todo cuando el embarazo está más avanzado y el bebé crece más deprisa. Si eres muy delgada, muy activa o esperas varios bebés, puedes necesitar más de calorías, pero, si en cambio tienes sobrepeso, es posible que tu médico te recomiende no aumentar langosta de calorías.

Comer de forma saludable es muy importante en el embarazo, por eso debes asegurarte de que las calorías ingeridas proceden de alimentos nutritivos que contribuyan al crecimiento y desarrollo del bebé. Debes incorporar en tu dieta estos alimentos:

- Carne magra

Fruta

- Verdura

- Pan integral

- Productos lácteos de bajo contenido en grasas

Suplementos alimenticios: si sigues una dieta equilibrada tienes más probabilidades de obtener los nutrientes necesarios. Aunque es normal que el médico te recomiende complementar una alimentación equilibrada con diferentes suplementos alimenticios.

Calcio: se estima que la mayoría de las mujeres mayores de 19 años (incluyendo las mujeres embarazadas) no suelen ingerir la cantidad de calcio diaria recomendada. En los procesos de crecimiento de los bebés se tienen unos requerimientos de calcio muy altos. Este es el motivo por el cual tienes que aumentar el aporte de calcio para impedir que se le descalcifiquen los huesos. Probablemente el suplemento vitamínico prenatal recetado por tu médico contiene calcio.

Entre las fuentes ricas en calcio se incluyen:

1. Productos lácteos bajos en grasas, incluyendo la leche, el queso pasteurizado y el yogur

2. Los productos enriquecidos con calcio, como muchos zumos de naranja, la leche de soja o diferentes cereales

3. Las verduras de hoja verde oscuro, como las espinacas, la col rizada o el brócoli

4. El tofu

5. Las judías secas

6. Las almendras

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Hierro: las mujeres embarazadas necesitan ingerir aproximadamente 30 mg de hierro diariamente. El hierro es un mineral necesario para fabricar hemoglobina, el componente de los glóbulos rojos que se encarga de transportar el oxígeno. Si no tienes suficiente hierro, tu cuerpo no puede fabricar los glóbulos rojos y tus tejidos y órganos no recibirán el oxígeno que necesitan para funcionar correctamente. A pesar de que hay multitud de alimentos que tienen hierro, el que procede de la carne se absorbe más fácil que el de origen vegetal.

Entre los alimentos ricos en hierro nos encontramos:

1. La carne roja

2. El salmón

3. Los huevos

4. El tofu

5. Los cereales enriquecidos con hierro

6. Las judías secas y los guisantes

7. Las frutas deshidratadas

8. Las verduras de hoja verde oscuro

9. La volatería de carne oscura

Ácido fólico: los Centros de Control y de Prevención de Enfermedades de EE UU recomiendan que todas las mujeres en edad de procrear y, sobre todo las que quieren quedarse embarazadas, ingieran un suplemento de 0,4 mg de ácido fólico diariamente (además el ácido fólico que se ingiere en la dieta). Tomar ácido fólico es importante porque reduce el riesgo de que el bebé nazca con un defecto en el tubo neural.

Líquidos: es importante que bebés en abundancia durante el embarazo. El volumen sanguíneo de la mujer aumenta notablemente en el embarazo, beber suficiente agua al día te puede ayudar a evitar problemas bastante habituales en el embarazo (como deshidratación o estreñimiento).

Ejercicio: los expertos recomiendan hacer por lo menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica de intensidad moderada a aquellas mujeres que no son muy activas de por sí ni realicen actividades vigorosas. Si tú eres muy activa o estás acostumbrada a realizar actividades aeróbicas de intensidad elevada, debes consultar con tu médico sobre la posibilidad de seguir realizándolo.

El ejercicio regular puede ayudarte en muchas cosas:

1. Impedir una ganancia de peso excesiva

2. Reducir los problemas asociados al embarazo (dolor de espalda, piernas hinchadas y estreñimiento)

3. Mejorar el sueño

4. Aumentar la energía

5. Mejorar el estado de ánimo

6. Prepararte para el parto

7. Reducir el tiempo de recuperación posparto

Las mejores elecciones para realizar ejercicio físico durante el embarazo son andar, caminar, yoga, Pilates, etc.

Sueño: es importante que duermas lo suficiente durante el embarazo ya que es normal que te sientas más cansada de los habitual. Además, a medida de que el bebé crece, te costará mas encontrar una postura cómoda para dormir.
 

¿Qué debo evitar en el embarazo?

- Alcohol: el alcohol es una de las causas más frecuentes de las anomalías congénitas mentales y físicas y puede provocar problemas graves en un feto en el proceso de desarrollo. El problema es que el alcohol llega con facilidad al feto, que está menos preparado para poder eliminarlo de su organismo. Esto hace que el feto desarrolle una concentración de alcohol en sangre elevada, ya que permanece más tiempo en el organismo del feto. El consumo moderado de alcohol o las “borracheras” esporádicas pueden dejar secuelas en el bebé. Si has tomado unas copas antes de saber que estabas embarazada, no te preocupes demasiado por ello, pero mejor que ahora no tomes ni una gota.

- Drogas: las mujeres embarazadas consumidoras de drogas exponen a sus bebés a multitud de riesgos, hasta pueden hacer que sus hijos nazcan siendo adictos a las drogas que ellas consumían en el embarazo. Si has consumido cualquier droga en algún momento del embarazo, es importante que informes al profesional de la salud que supervisa tu embarazo. A pesar de que hayas dejado de consumir drogas, tu bebé puede correr el riesgo de desarrollar problemas de salud.

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- Nicotina: las mujeres fumadoras pasan la nicotina y el monóxido de carbono a los bebés. Esto puede hacer que sufras un parto prematuro, que el bebé tenga bajo peso al nacer, tenga mayor predisposición a sufrir síndrome de muerte súbita del lactante, etc. Si fumas, tener un bebé puede ser una motivación adicional para abandonar el tabaco.

Cafeína: el consumo de cafeína se ha asociado con mayor riesgo de aborto, por lo que mejor es evita el consumo de los alimentos que la contengan. Recuerda que la cafeína no sólo está en el café, hay muchos tipos de tés, colas o otros refrescos que contienen cafeína. El chocolate también contiene cafeína, pero lo puedes consumir con moderación.

Ciertos alimentos: hay alimentos que debes evitar en el embarazo, ya que pueden poner en peligro la vida del feto y provocar anomalías congénitas o abortos. Entre los alimentos que no debes comer en el embarazo nos encontramos:

1. Quesos cremosos no pasteurizados

2. Leches, zumos o sidra de manzana no pasteurizados

3. Huevos crudos o alimentos que contienen huevo crudo

4. Carne, pescado o mariscos crudos o poco hechos

5. Embutidos, fiambres o salchichas

6. Algunos pescados como tiburón, pez espada, caballa gigante, lofólátilo, filetes de atún, marlin, reloj anaranjado (debido al nivel de mercurio)

Limpiar el cajón de excrementos del gato: si tienes gatos en casa, debes evitar limpiar el cajón de los excrementos por el riesgo a la toxoplasmosis. A pesar de que una mujer embarazada que ha contraído esta infección no suele desarrollar síntomas, puede trasmitírsela al bebé, que al estar en proceso de desarrollo sí puede tener problemas.

Automedicación: no tomes ningún medicamento sin receta, aunque sean medicamentos para los que no necesitas recetas médicas pueden ser perjudiciales para el feto.
 

¿Qué pasa con mi cuerpo en el posparto?

Después de dar a luz el cuerpo de las mujeres empieza a intentar volver a la normalidad. Durante el embarazo el organismo de la mujer se ha alterado por completo con el fin de satisfacer las necesidades de desarrollo del feto. Después de haber dado a luz comienza la  llamada recuperación posparto, que incluye muchos aspectos diferentes.

La devolución del útero y los músculos abdominales a su tamaño normal

- Empieza el restablecimiento del equilibrio hormonal

- La readaptación del sistema sanguíneo

- La recuperación del deseo sexual

La readaptación de tu cuerpo es un proceso lento y gradual que puede llevar unos meses, especialmente si se han de la recuperación de la forma física, la eliminación de las estrías y otros problemas estéticos derivados a los cambios que produce el embarazo en el cuerpo de la mujer.
 

¿Qué signos hay de que algo va mal en el posparto?

Después del parto puedes sentir fatiga o incomodidad, así como dolor perineal y contracciones uterinas. Es normal que no sepas distinguir entre una recuperación normal y los síntomas de una complicación, o cuándo buscar atención médica.

Muchas complicaciones posparto pueden ser tratadas con éxito si son identificadas a tiempo. Debes buscar ayuda de urgencia si tienes:

- Dolor en el pecho

- Obstrucción de la respiración o dificultad para respirar

- Convulsiones

- Pensamientos acerca de lastimarte a ti misma o a tu bebé

Llama a tu proveedor de atención médica si tienes:

- Sangrado y mojado de más de una toalla sanitaria por hora o coágulos de sangre del tamaño de un óvulo o más grandes

- Una incisión que no cicatriza

- Una pierna enrojecida o hinchada que es dolorosa o caliente al tacto

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- Temperatura de 38º C o más

Dolor de cabeza que no mejora después de tomar medicamentos, o un dolor de cabeza fuerte con cambios en la visión

 

¿Qué complicaciones de la salud son comunes en el posparto?

Entre las complicaciones más comunes en el posparto nos encontramos:

- Dificultad a la hora de defecar: muchas madres tienen problemas de estreñimiento, sobre todo si han tenido una episiotomía, ya que tienen miedo a que se le salten los puntos.

- Hemorroides: los pujos en el parto pueden causar o empeorar las hemorroides. El dolor causadas por estas se pueden aliviar con los baños de asiento templados y la aplicación de un gel que contenga un anestésico local.

- Congestión mamaria: es normal que las mamas se agranden, endurezcan y duelan cuando están llenas de leche. La congestión suele producirse durante las primeras etapas de producción de leche

- Cambios del estado de ánimo: la tristeza y la melancolía es frecuente durante los días después del parto. Es normal que te sientas más irritable, de mal humor o que tengas ansiedad o dificultad para concentrarte, incluso trastornos de sueño. Esto todo suele desaparecer después de 7 a 10 días.

- Depresión posparto: en el caso de que los cambios de humor y los trastornos relacionados con el estado de ánimo anteriormente mencionados persistan más de 2 semanas, la madre se debe poner en conocimiento del médico ya que puede tratarse de una depresión posparto u otro trastorno de salud mental.

- Grietas en el pezón: la mala posición del bebé al mamar puede hacer que los pezones se suelan y se agrieten.

El riesgo general de morir debido a una complicación relacionada con el embarazo es bajo, pero según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las causas más comunes de muerte relacionadas con el embarazo fueron:

- Enfermedades cardiovasculares

- Afecciones médicas que reflejan enfermedades preexistentes

- Infección o sepsis

- Hemorragia después del parto

- Enfermedad del músculo cardíaco que dificulta que el corazón bombee sangre al resto del cuerpo

- Embolia pulmonar trompética

- Accidente cerebrovascular

- Trastornos de presión arteria alta durante el embarazo

- Embolia de líquido amniótico

- Complicaciones de la anestesia

En ocasiones se desconoce la causa de muerte relacionada con el embarazo.
 

¿Cómo cuidar la salud sexual después del embarazo?

La recuperación completa del embarazo no se produce hasta que se cumplen 1 o 2 años después del embarazo anterior. Por esto se recomienda a la madres esperar al menos 6 meses (lo óptimo serían 18) para volver a quedarse embarazada.

Este es el motivo por el cual se recomienda usar anticonceptivos cuando se reanuden las relaciones sexuales, ya que puedes volver a quedarte embarazada nada más empieces a ovular de nuevo.

En los casos en los que no se ofrece la lactancia materna al bebé, la madre suele ovular entre 4 y 6 semanas después del parto, antes de la primera menstruación. Sin embargo, la ovulación puede producirse antes.

Las madres que amamantan a sus hijos suelen comenzar su ovulación y menstruación más tarde, aproximadamente 6 meses después del parto. Sin embargo, cada cuerpo es diferente y, en ciertos casos, una madre que está amamantando puede ovular, menstruar y quedarse embarazada igual que otra que no amamanta. Por eso, aunque estés amamantando a tu hijo, debes hablar con tu médico sobre cuándo comenzar a usar anticonceptivos.

El hecho de estar amamantando o no a tu hijo puede afectar a la decisión del tipo de anticonceptivo que debes usar. Los anticonceptivos que contienen estrógenos y progesterona pueden interferir con la producción de leche y no se deben usar hasta que la producción está bien establecida. En cambio, los anticonceptivos que sólo contienen progesterona, puede utilizarse, pero los métodos que no contienen medicamentos (como los anticonceptivos de barrera) son lo más aconsejables en estos casos.


Fuentes:

SEF

SEGOM

Fecha de actualización: 24-12-2021

Redacción: Sara Tizón

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