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Interrupción natural del embarazo ¿Se puede evitar?

Interrupción natural del embarazo ¿Se puede evitar?

Desgraciadamente, hay ocasiones en que se sufre un aborto espontáneo y se pierde al bebé antes de que nazca. A veces es imposible evitar que esto ocurra, pero otras sí que se puede, llevando a cabo una serie de hábitos saludables que ayudan al correcto desarrollo del feto. Conoce las causas y lo que puedes hacer para no tener que enfrentarte a un proceso tan duro

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Indice

 

¿Qué es un aborto espontáneo?

Si el feto muere dentro del útero antes de la semana 24 de gestación, se le llama aborto espontáneo. Si la muerte se produce después, se le llama “parto de feto muerto”. La mayoría de los abortos suceden en las primeras semanas del embarazo y se deben a anomalías en el feto. No se sabe exactamente el porcentaje de embarazos que se interrumpen espontáneamente, pero se cree que ronda entre el 10 y el 30% aproximadamente.
 

¿Cuáles son las causas de un aborto espontáneo?

La causa más común de los abortos naturales es una anomalía cromosómica en el feto. Según los expertos, hasta el 70% de los abortos espontáneos que tienen lugar durante el primer trimestre se origina por este motivo.

La mayoría de estas anomalías son resultado de un óvulo o espermatozoide defectuoso. Si una célula tiene la cantidad incorrecta de cromosomas, el embrión tiene una anomalía cromosómica y, por lo general, se produce un aborto espontáneo. Las anomalías cromosómicas aumentan con la edad: las mujeres mayores de 35 años corren un riesgo mayor de aborto espontáneo que las mujeres más jóvenes

Las anomalías cromosómicas también pueden producir un “cigoto detenido”, un saco de embarazo que no contiene feto alguno, ya sea porque el embrión no se formó o porque dejó de desarrollarse muy temprano. En las primeras semanas, la mujer puede notar que sus síntomas de embarazo han desaparecido y puede tener sangrado vaginal de color marrón oscuro. Con un examen por ultrasonido podrá observarse si el saco de embarazo está vacío. Un cigoto detenido terminará en aborto espontáneo, que a veces puede tardar varias semanas en producirse. Dado que la espera de un aborto espontáneo es traumática, los médicos suelen recomendar vaciar el útero mediante un procedimiento llamado D&C (dilatación y curetaje).

Hay otros factores que también pueden influir, como infecciones y problemas hormonales o de salud en la madre (por ejemplo, diabetes mal controlada, lupus eritematoso sistémico o enfermedad tiroidea).

Los hábitos de la madre también pueden incrementar el riesgo de sufrir un aborto espontáneo durante el primer trimestre. Las mujeres que beben alcohol, fuman o consumen drogas ilícitas corren un riesgo mayor. También el uso indiscriminado de analgésicos, antiinflamatorios (por ejemplo, ibuprofeno) y aspirinas puede aumentar su riesgo de sufrir un aborto espontáneo.

 

Aborto tardío

Cuando el bebé muere dentro del útero, la madre ha de enfrentarse a algo mucho peor: el parto. Dar a luz a un bebé muerto es una experiencia traumática y cruel. Los principales motivos por los que se llega a esta situación son:

- Problemas de placenta. A veces, la placenta se separa del útero (abrupción de la placenta), lo que ocurre con mayor frecuencia alrededor de la semana 35 del embarazo. Este trastorno provoca sangrados considerables que pueden poner en peligro la vida de la madre y la del bebé e impide que el feto reciba la cantidad adecuada de oxígeno. Las mujeres que fuman tienen un 50% más de riesgo de abrupción que las que no fuman. También las que sufren preeclampsia (presión arterial alta) corren el doble de riesgo de abrupción que las mujeres no afectadas.
 
- Defectos de nacimiento. Entre el 5 y el 10 por ciento de los bebés nacidos sin vida tienen anomalías relacionadas con sus cromosomas. Otros bebés nacidos sin vida tienen deformaciones que no son causadas por anomalías cromosómicas, pero que pueden ser el resultado de causas genéticas, medioambientales o desconocidas.
 
- Retraso en el crecimiento. Los fetos que crecen con atraso tienen un riesgo mayor de morir de asfixia (falta de oxígeno), tanto antes de nacer como durante su nacimiento, y por causas desconocidas. Las mujeres con elevada presión sanguínea tienen un riesgo mayor de dar a luz un bebé de crecimiento limitado. Mediante un examen de ultrasonido durante el embarazo se puede comprobar que el feto está creciendo de manera demasiado lenta, permitiendo de este modo saber que es recomendable monitorear el embarazo cuidadosamente.
 
- Infecciones. Las infecciones bacterianas que involucran al feto o a la placenta son una causa importante de las muertes fetales que ocurren entre las semanas 24 y 27 de gestación. A menudo estas infecciones no causan síntomas en la mujer embarazada y pueden pasar inadvertidas hasta provocar serias complicaciones, tales como la muerte del feto o su nacimiento en forma prematura (antes de terminar la semana 37 del embarazo). Después del parto, es posible demostrar si la muerte del feto fue provocada por una infección bacteriana mediante la realización de pruebas con la placenta.


¿Cómo hacer frente a la pérdida del bebé?

Tu aflicción necesita ser tratada con mucho tacto; es una pérdida que puede complicarse por los sentimientos de culpa. Hablad entre vosotros y con el médico sobre lo que sentís. Pedidle que os explique las razones de vuestra pérdida, pero aceptad el hecho de que puede que nadie sepa exactamente por qué ha muerto el bebé. Sobre todo, mirad hacia el futuro; la mayoría de las parejas que han perdido un bebé se convierten en poco tiempo en los orgullosos padres de un bebé sano.

 

Principales síntomas de alerta a tener en cuenta

Muchas veces, un aborto espontáneo no da síntomas importantes. Las señales de alarma pueden ser la desaparición de los síntomas típicos del embarazo -náuseas, vómitos, y los dolores mamarios- o la hemorragia genital y dolores cólicos abdominales debidos a contracciones uterinas.

El sangrado vaginal, si va acompañado por dolores menstruales o dolores abdominales más fuertes, puede ser una señal de que la mujer está a punto de tener un aborto espontáneo. Ese es el momento de acudir al médico, quien realizará un examen interno para determinar si el cuello del útero está dilatado (señal de que es probable que se produzca un aborto espontáneo) y, a veces, un examen por ultrasonido y análisis de sangre. Las mujeres que tienen abortos espontáneos deben procurar conservar parte del tejido en un recipiente limpio para que el médico pueda examinarlo.

 

¿Qué se puede hacer para evitar un aborto espontáneo?

Aunque no siempre es posible evitar estas pérdidas, sí que hay ciertas precauciones que se pueden tomar para disminuir en lo posible el riesgo de pérdida del bebé.

Lo primero es cuidarse durante todo el embarazo, desde el primer momento que se toma conciencia de que se espera un bebé. Hay que abandonar por completo el alcohol y el tabaco, así como llevar una alimentación sana y adecuada. Entre los factores que, por lo general, no incrementan el riesgo de aborto espontáneo se encuentran las relaciones sexuales, el trabajo fuera de la casa (al menos que la mujer esté expuesta a productos químicos tóxicos) y el ejercicio físico, al no ser que éste sea de riesgo y pueda provocar una caída o lesión en la madre.

También es importante el seguimiento adecuado de todo el proceso de gestación. Ir a todas las revisiones médicas y hacerse todas las pruebas que se consideren necesarias; sobre todo si el embarazo es de alto riesgo o se han detectado problemas de diabetes o presión sanguínea elevada en la madre.

A menudo los médicos sugieren que toda mujer, tanto de alto riesgo como de bajo, cuente las pataditas de su bebé a partir de la semana 26 del embarazo. Si el bebé da menos de 10 pataditas por día o si la madre siente que se mueve menos de lo habitual, es probable que su médico recomiende la realización de pruebas para comprobar el bienestar del feto (como el monitoreo de los latidos del corazón del bebé o una prueba de ultrasonido). Si las pruebas demuestran que el feto tiene algún problema, a menudo es posible tomar medidas para prevenir su fallecimiento.

En caso de experimentar sangrado vaginal, la mujer debe informar a su médico inmediatamente. El sangrado vaginal durante la segunda mitad del embarazo puede ser una señal de abrupción de la placenta. Cuando el feto se encuentra en problemas a causa de una abrupción, la realización de una intervención cesárea a tiempo puede salvarle la vida.

 

¿Cuánto hay que esperar para volver a intentar tener un bebé?

Volver a intentarlo o no es una decisión complicada. Quizás estéis seguros de que queréis otro embarazo o quizás penséis que lo mejor sea esperar un poco.

Desde el punto de vista médico, se cree que para la mujer es seguro concebir un bebé después de tener un período menstrual normal (si es que no está siendo sometida a pruebas o tratamientos por causa de la pérdida de su embarazo). Sin embargo, desde el punto de vista emocional, la mujer puede necesitar más tiempo hasta sentirse preparada para intentar concebir otra vez. Muchas mujeres que han experimentado abortos espontáneos tienen miedo de volver a perder el niño. Afortunadamente, la gran mayoría de las mujeres que han tenido un aborto espontáneo tiene un embarazo normal la siguiente vez. Si no estáis muy seguros, puede ayudaros pedir consejo a otros padres que hayan pasado por la misma situación.
 

 


Fuente: Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed, Nowtilus.

Fecha de actualización: 17-05-2020

Redacción: Irene García

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