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¡No sabía que estaba embarazada!

¡No sabía que estaba embarazada!

Hasta el día que el test de embarazo confirma las sospechas la mayoría de las mujeres pasan alrededor de un mes sin saber que llevan una nueva vida dentro de ellas. Cuando el ginecólogo ratifica la noticia, lo normal es volver la vista atrás, empezar a recordar y… ¡Dios mío, si el pasado fin de semana salí hasta las tantas de la madrugada! Que no cunda el pánico, suele suceder. Al principio del embarazo -precisamente cuando comporta los mayores riesgos- puede que te angustie el haber cometido alguna imprudencia de la lista de hábitos prohibidos. Tranquila, no hay motivo de alarma, pero ahora que eres consciente de tu estado, intenta recordar tus errores cotidianos para corregirlos cuanto antes.

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Cuando una mujer se queda embarazada, ya sea un hijo buscado como un acontecimiento imprevisto, en la mayoría de las situaciones, no suele estar necesariamente esperándolo, y es por eso que hasta la fecha suele llevar su vida normal, manteniendo los mismos hábitos, que no siempre son los ideales. Sin embargo muchas de las actividades cotidianas en la vida de la futura madre pueden poner en riesgo a su bebé si no se cambian a tiempo. Lejos de querer preocuparte, te presentamos, a continuación, algunas de las posibles situaciones que pueden suceder en la vida de cualquier mujer, y las respuestas que pueden tranquilizarte.

 

Fumar estando embarazada

 

Lo ideal es no fumar absolutamente nada, pero si fuera el caso, el momento de dejarlo es precisamente ahora que sabes que estás embarazada. Si esta razón no tiene el peso suficiente y no consigues abandonarlo de una vez por todas, redúcelo al máximo para eliminar la ansiedad, que también puede ser perjudicial para el bebé. Recuerda que el tabaco, además de dañar tu salud, afecta directamente al feto, sobre todo en el primer mes, y está relacionado generalmente con el bajo peso al nacer y la obstrucción de los vasos que nutren al bebé, lo que provoca que reciba menos oxígeno y alimento. También se ha relacionado con los partos prematuros, desprendimiento de la placenta y una mayor incidencia de muerte súbita infantil. Además, los bebés de madres fumadoras son más propensos a desarrollar enfermedades como el asma e infecciones respiratorias.
 

Ir al gimnasio en el embarazo

 

El ejercicio regular produce muchos beneficios durante la gestación, tanto para la madre como para el bebé. Te dará energía, te ayudará a ganar el peso justo y favorecerá una buena postura. Si ya hacías ejercicio antes, mejorará tu capacidad aeróbica, si por el contrario no habías pisado el gimnasio desde que tu madre te apuntó a voleibol en el colegio, el embarazo no es el mejor momento para iniciarse en un deporte. Realizar aeróbic u otro ejercicio aeróbico entraña cierto riesgo, especialmente si éste exige un gran esfuerzo por parte de la madre. Intenta disminuir el ritmo si crees que puedes estar embarazada y déjalo si se confirma, hasta que consultes a tu médico. Evita practicar deportes de riesgo y de contacto, debido a la velocidad y al peligro de lesiones. Así como los de alto impacto, ya que están relacionados con el riesgo de desprendimiento de placenta, que conlleva la interrupción del embarazo.

 

Salir de fiesta y beber alcohol durante la gestación

 

Es de sentido común que el alcohol en exceso es perjudicial para la salud y no hace falta ser un experto en obstetricia para saber que beber durante el embarazo es malo para el bebé, especialmente durante el primer trimestre, que es cuando se forman los órganos. Incluso en pequeñas dosis tampoco es recomendable, pues aunque no se ha establecido un nivel concreto de seguridad, sí se sabe que el alcohol es capaz de atravesar la placenta y llegar al feto en la misma concentración que a la madre. Tomar más de cuatro copas de alcohol al día puede provocar en el bebé síndrome de alcoholismo fetal.

El alcohol incrementa el riesgo de aborto espontáneo, bajo peso al nacer y alteraciones en el sistema nervioso. Uno de cada mil bebés nace con malformaciones por alcoholismo de la madre y uno de cada cien puede sufrir alteraciones graves posteriormente, aunque la madre beba moderadamente o consuma alcohol durante los días en que no sabe que está embarazada, según la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las Otras Toxicomanías (Socidrogalcohol). El alcoholismo de la madre, según precisa el doctor Josep Guardia, vicepresidente de Socidrogalcohol y responsable del programa de alcoholismo de la unidad de adicciones del Hospital de Sant Pau de Barcelona "es una de las causas más frecuentes de retraso mental, como lo son también el síndrome de Down o la espina bífida, y es la única causa que se podría evitar completamente si las mujeres se mantuvieran sin tomar bebidas alcohólicas durante todo el embarazo".
 

Tomar antibióticos en el embarazo

 

Si cuando descubriste que estabas embarazada estabas tomando antibióticos, debes acudir inmediatamente al médico antes de volver a retomarlos, puesto que cuando te diagnosticaron los fármacos no estabas encinta o no lo sabías, y existe la posibilidad de que el medicamento afecte al futuro bebé. Lo recomendable es tomar la menor cantidad de medicinas posible, al no ser que sea absolutamente necesario. La solución pasa únicamente por una visita a tu ginecólogo, que deberá conocer tu nueva situación y actuar en consecuencia. 
 

Bebér mucho café durante el embarazo

 

La cafeína puede dar origen a algunos problemas con el bebé, pues limita la llegada de sangre con oxígeno y nutrientes, y disminuye la absorción del calcio y el hierro, elementos importantes durante la gestación. También en algunos casos ha sido asociada a abortos. Ahora que ya sabes de tu embarazo, reduce el consumo de café hasta dos o tres tazas o seis si son de té, opta por el descafeinado y vigila los alimentos que contengan cafeína como la coca-cola o el chocolate.
 

Tomar comprimidos para adelgazar estando embarazada

 

Cuando estés embarazada no debes tomar ningún medicamento para adelgazar, ya sean laxantes, diuréticos o productos de herbolario, al menos que estos hayan sido prescritos por tu ginecólogo. Deja de tomarlos y consulta a tu médico.

 

Realizar una radiografía en el embarazo

 

Aunque una ecografía no entraña ningún riesgo para el feto, no ocurre lo mismo con los rayos X. Las radiografías, incluyendo las del dentista, pueden no afectar al bebé en el primer mes, pero también pueden hacerlo y mucho, ya que depende de la cantidad de radiación recibida. Si necesitas hacerte una radiografía advierte siempre que estás embarazada o crees estarlo, para tomar las medidas precisas y que te faciliten un chaleco de plomo que proteja tu vientre. Evita a partir de ahora toda exposición innecesaria que pudiera dañar al feto.

 

Ir al sauna o tomar sesiones de rayos UVA durante la gestación


Aunque el calor sí puede afectar a la concepción, no existen pruebas científicas que prueben que durante el primer mes los rayos UVA tengan contraindicaciones para el feto. No obstante el sol o los rayos ultravioleta sí pueden influir en la piel de la embarazada debido a los cambios hormonales, produciendo la aparición de manchas cutáneas permanentes. Por lo tanto no es recomendable, por el bien de tu piel, que te expongas a ellos de forma intensiva. Procura utilizar protección muy alta si no te queda más remedio que salir al sol.

La sauna tampoco es aconsejable. El exceso de calor también puede provocar una  vasodilatación que puede originar derrames en el cuerpo, especialmente en las piernas y ocasionar fuertes hemorragias menstruales e incluso el interrumpir la ovulación. Por ello, se advierte de que la mujer embarazada no debe acudir a la sauna. Asimismo es conveniente evitar los baños muy largos y con agua demasiado caliente: la temperatura del agua nunca debe superar los 30-33°. El agua demasiado caliente provoca una dilatación excesiva de los vasos sanguíneos lo que hace aumentar notablemente el trabajo del corazón, que ya realiza un pleno esfuerzo a causa del feto que está creciendo.

Ahora que ya sabes que llevas una personita en tu interior, trata de no preocuparte, intenta llevar una vida sana y evitar situaciones que puedan poner en peligro la salud de tu pequeño.


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El peso durante el embarazo es una de las variables que el obstetra controla periódicamente con el fin de que la madre gestante adquiera más peso del debido. Tanto la madre como el bebé pueden sufrir importantes problemas de salud si se adquieren más kilos de los precisos.

Fuentes:

El cuidado del bebé antes del nacimiento, Zita West.

Dr. Josep Guardia, vicepresidente de Socidrogalcohol.

Europa Press.

La guía de las futuras mamás.

Fecha de actualización: 28-07-2020

Redacción: Lola García-Amado

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