Síntomas de un aborto natural

Índice

• ¿Son frecuentes los abortos espontáneos?
• Síntomas de un aborto espontáneo
• ¿Por qué se produce un aborto?

¿Son frecuentes los abortos espontáneos?

Los estudios de medicina indican que uno de cada 5 embarazos acaba en un aborto natural, es decir, en una interrupción espontánea del embarazo que tiene lugar antes de la semana 22 ya que después de esta se considera ya un parto prematuro y muerte prenatal. No obstante, la mayoría se produce en las primeras semanas ya que suelen estar causados por una malformación o anomalía en el embrión. Así, el 85% de los abortos naturales sucede antes de la semana 12 de embarazo y, si en la semana séptima se hace una primera ecografía y todo va bien, solo un 5% de embarazos terminará después en un aborto natural.

Por lo tanto, debes estar tranquila y pensar que, si pasan las semanas y todo va bien, nada malo va a pasar a tu futuro bebé. No obstante, es importante que estés atenta a los signos clínicos de un aborto natural para acudir a Urgencias lo antes posible.
 

Síntomas de un aborto espontáneo

1- Sangrado vaginal: Es el síntoma más característico y el más alarmante, ero no debes asustarte por cualquier pérdida de sangre en las primeras semanas de embarazo ya que es habitual sufrir pequeños sangrados leves de color marrón o rosado que pueden indicar el sangrado de implantación o un hematoma intrauterino.

Durante las primeras semanas es normal manchar un poco, pero el sangrado vaginal de un aborto es abundante y de color rojo intenso. Es una hemorragia más fuerte que la de una menstruación y está acompañada de coágulos. Si empiezas a sangra mucho y el sangrado no para en una hora, debes acudir al médico lo antes posible.

2- Dolor abdominal fuerte: Tener cólicos parecidos a los menstruales también es frecuente en las primeras semanas de embarazo, pero el dolor que acompaña a un aborto natural es mucho más intenso y no se pasa ni con analgésicos.

Suele aparecer en la parte baja de la espalda y es un dolor intenso y constante.

3- Desaparición de síntomas de embarazo: No hay que confundir este síntoma con no tener ciertos síntomas de embarazo, como náuseas, ya que no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas en las primeras semanas de embarazo ni sus cuerpos reaccionan igual.

En este caso, para indicar una alarma, deben desaparecer de repente, antes de la semana 14 de embarazo, ciertos signos de la gestación que ya se estuvieran sufriendo, como las náuseas, la sensibilidad en las mamas, el cansancio, etc.

Esto podría deberse a la disminución de la hormona gonadotropina coriónica humana (la que reacciona en la prueba de embarazo) debido a un aborto ya que la mayoría de síntomas de embarazo están ligados al aumento de esta hormona y, si se produce un aborto, esta comienza a disminuir, lo que podría comprobarse fácilmente con un análisis de sangre.

Incluso podría suceder que el tamaño de la tripa, si ya había empezado a aumentar, se reduzca de repente.

4- Malestar general: Fiebre por encima de 38º C, escalofríos, taquicardia, pérdida de conciencia o malestar general son otros síntomas que suelen ir acompañando a un aborto espontáneo.

Si se presentan estas señales, se debe acudir a Urgencias donde lo primero que harán será una ecografía para ver si sigue habiendo actividad embrionaria y latidos fetales, así como para comprobar si el feto se corresponde con su edad gestacional. 

Además, el médico puede realizar una exploración vaginal para determinar si el cuello del útero está dilatado.

Si estas pruebas indican que se está produciendo un aborto, no hay nada más que hacer que dejar que siga su curso y, si fuera necesario, efectuar un legrado tras el mismo, aunque no suele hacer falta. 

Si la hemorragia y los dolores están causados por una amenaza de aborto, pero este no se ha producido aún, es posible pararlo con reposo y medicamentos como los progestágenos que contienen progesterona artificial para evitar el desprendimiento del embrión y de la placenta.
 

¿Por qué se produce un aborto?

La mayoría de los abortos se producen por una anomalía cromosómica resultado de errores que ocurren por casualidad a medida que el embrión se divide y crece, no de problemas heredados de los padres. Estas anomalías pueden causar que el embrión no llegue a formarse (embarazo anembrionado), la muerte del feto, un embarazo molar, embarazo ectópico, anomalías incompatibles con la vida…

También existen otras causas de aborto, como afecciones previas de la madre no controladas, como infecciones, diabetes, problemas hormonales, problemas en el cuello uterino o el útero, enfermedades de la tiroides, etc.

Y una serie de factores que aumentan las posibilidades de sufrir un aborto:

- La edad: las mujeres de más de 35 años presentan un mayor riesgo de tener un aborto espontáneo. A los 35 años, el riesgo es de un 20 % aproximadamente. A los 40 años, el riesgo es de alrededor de un 40 %. Y, a los 45 años, es de un 80 % aproximadamente.

- Abortos espontáneos anteriores: haber tenido dos o más abortos espontáneos consecutivos aumenta el riesgo de tener un aborto espontáneo.

- Fumar y consumir alcohol y drogas ilegales. El tabaco, el alcohol y las drogas ilegales también aumentan el riesgo de tener un aborto espontáneo.

- El peso. Tener un peso menor al saludable o tener sobrepeso también están vinculados a un mayor riesgo de tener un aborto espontáneo.

- Estudios prenatales invasivos. Algunas pruebas genéticas prenatales invasivas, como los análisis de vellosidades coriónicas y la amniocentesis, conllevan un pequeño riesgo de sufrir un aborto espontáneo.

Lo que no causa un aborto es el sexo, el ejercicio moderado o seguir trabajando, a no ser que tu puesto laboral sea de riesgo.