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Rayos UVA y lactancia

Rayos UVA y lactancia

¿Puedo darme rayos UVA si estoy dando el pecho? Por fin llega el calor y las ganas de coger un poco de color, pero estás amamantando a tu bebé y te preguntas sobre la idoneidad o no de someterte a baños de sol. ¿Es más recomendable broncearse con rayos UVA? ¿O serán perjudiciales para el bebé?

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¿Se pueden tomar rayos UVA durante la lactancia?

Los dermatólogos advierten que las cabinas de radiación ultravioleta aumentan un 75% las probabilidades de padecer un melanoma. Además, estos rayos, son los causantes del envejecimiento prematuro de la piel. El cáncer de piel se ha convertido, en palabras de los expertos, en el cáncer del s. XXI, por su alta y creciente incidencia.

Según la web e-lactancia, los rayos UVA y UVB tienen un riesgo muy bajo para la lactancia, son totalmente seguros y compatibles y no conllevan riesgos para la lactancia y el lactante.

Ahora bien, el perjuicio siempre será para la madre, nunca para el bebé.

También hay que decir que una excesiva protección a la exposición solar en las madres embarazadas y lactantes puede provocar un déficit de vitamina D en plasma y en la leche. Esto supondrá que se tendrá que suministrar suplementos en vitamina D oral a los lactantes amamantados con el fin de prevenir el raquitismo.
 

¿Y durante el embarazo?

El uso de aparatos de bronceado artificial durante el embarazo suscita cierta polémica. Una exposición a la luz ultravioleta que emite una camilla de bronceado se cree (no está demostrado) que podría ser peligrosa por dos razones:

- Un estudio realizado en California reveló que una exposición prolongada de la mujer a los rayos UVA puede causar una deficiencia de folatos en la madre, lo que puede causar un defecto en el tubo neural del bebé en las primeras semanas de gestación. El tubo neural es la parte del embrión a partir de la cual se forman el cerebro y la médula espinal y los defectos de esta zona pueden causar espina bífida.

Otros estudios apuntan que el aumento de la temperatura corporal que sufre la mujer embarazada en una camilla bronceadora puede disminuir el crecimiento del bebé.

Estos dos efectos, aunque no están probados, hacen que se aconseje posponer el bronceado hasta el segundo trimestre y exponerse poco tiempo a los rayos UVA.
 

Los rayos UVA no son inofensivos

De los rayos solares que nos llegan, dos son los más nocivos, los de tipo A (UVA) y los de tipo B (UVB). La radiación media, UVB, penetra poco en la piel, solo afecta a la parte superficial, pero tiene efectos a largo plazo. Es la responsable de las quemaduras y de la aparición del cáncer de piel. Las cabinas de bronceado eliminan estos rayos y, como su propio nombre indica, permiten solo la emisión de rayos UVA. Pero, a diferencia de lo que se piensa, estos tampoco son del todo inocuos. La radiación tipo A es la causante de la pigmentación de la piel. Entra lentamente en las capas más profundas, altera la vascularización y destruye el colágeno, encargado de aportar elasticidad a la piel, causando manchas, arrugas, envejecimiento cutáneo, lesiones precancerosas... 

Por lo tanto si tomamos el sol o nos sometemos a sesiones de rayos UVA debemos hacerlo siempre con responsabilidad. Atendiendo a nuestro fototipo de piel, tomando las precauciones necesarias y pidiendo información en el centro donde nos expongamos al bronceado artificial.

Ten en cuenta, tanto si tomas el sol natural como si lo haces en una cabina, que la piel del pecho es más fina y sensible que la de resto del cuerpo. Además, por lo general, es una zona que siempre está cubierta y escondida de los rayos del sol. Si hace poco que has dado a luz debes saber que las hormonas aún pueden hacer de las suyas, y todavía tu piel es más propensa a la aparición de manchas que antes de la gestación. Por el momento es preferible que cubras esa zona.

Solo las cremas o lociones fotoprotectoras bloquean la acción de ambas radiaciones. Si tomas el sol asegúrate de aplicarte crema solar por todo el cuerpo, especialmente en las zonas más sensibles y débiles, como es la piel del pecho.
 

¿Existen riesgos para la lactancia con los autobronceadores?

Los autobronceadores son cremas, jaleas o aerosoles que se aplican en la piel con el fin de oscurecerla. El color del bronceado dura más o menos una semana y desaparece cuando la nueva piel reemplaza a la vieja. Los productos autobronceadores no proveen acción de los efectos dañinos del sol, aunque utilices estos productos tendrás que seguir utilizando protección solar.

Según la web e-lactancia los autobronceadores base de eritrusona o los autobronceadores DHA tienen un riesgo bajo para la lactancia. Estos bronceadores al entrar en con la piel reaccionan oscureciéndola.

No hay estudios realizados sobre la excreción en la leche de este tipo de autobronceadores, pero la absorción sistémica se considera insignificante, por eso es improbable su excreción en la leche materna en cantidades clínicamente significativas.

Los bronceadores artificiales no deben ser inhalados, ingeridos y tampoco entrar en contacto con los ojos, los labios o membranas mucosas. Por ello no se debe aplicar en la zona del pezón y la aréola para evitar que entre en contacto con los ojos o la boca del lactante.
 

¿Se pueden usar pastillas para el bronceado estando amamantando?

Las pastillas bronceadoras contienen cantaxantina como principal agente activo, ingerir esta gran cantidad de activo hace que tu piel cambie de color. Cuando este aditivo está en pequeñas cantidades está aprobado, pero en grandes cantidades como en estas pastillas el uso no esta aprobado ni recomendado.

No existen estudios que hayan relacionado estas pastillas con el embarazo o la lactancia, pero ya se han dado numerosos efectos secundarios sin encontrarse en gestación. Los efectos negativos detectados de estas pastillas son: daño ocular, daño en el hígado, nauseas, calambres, diarrea, comezón severa y verdugones. Por esto se debe evitar el uso de estas patillas durante el embarazo y la lactancia, además estas pastillas se sospecha que podrían causar una decoloración de la leche materna.


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