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¿Qué hacer cuando te enteras de que tu hija tiene relaciones?

¿Qué hacer cuando te enteras de que tu hija tiene relaciones?

En algunas ocasiones, el perfil del adolescente suele caracterizarse por practicar sexo de manera esporádica, por no tener una pareja fija y por estar muy bien informado acerca de la transmisión sexual, pero, en la práctica, las cosas podrían variar un poco ya que son muchos los y las adolescentes que no utilizan ningún método anticonceptivo a la hora de mantener relaciones sexuales. ¿Tienes miedo de que tu hija ya haya practicado sexo y sin protección?

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El inicio de la sexualidad

No te preocupes, es normal que, cuando una madre o un padre se entera de que su hija ya ha tenido relaciones, se lleve las manos a la cabeza porque, probablemente, la gran mayoría lo primero en que va a pensar es en los métodos anticonceptivos que usa o deja de usar su hija adolescente para evitar quedarse embarazada, pero también para no padecer ninguna ETS. Porque si no se usan medios, o si se usan de manera incorrecta, la niña puede quedarse embarazada de adolescente o padecer una ETS. Por eso, es fundamental la comunicación con ella.

Es cierto que no hay una edad establecida para tener relaciones sexuales por primera vez. De hecho, cada adolescente es distinta, pues hay muchas chicas que comienzan una relación con un chico y es normal que, con el paso del tiempo, quieran experimentar “cosas más bien de adultos” y que, aunque no se puede frenar, sí se podrá ofrecer la información adecuada para que se proteja y para que tenga claro la infinidad de medios de anticoncepción que existen para evitar quedarse embarazada, pero también para prevenir las enfermedades de transmisión sexual. Y hay muchas, sin embargo, que por un motivo u otro no tienen relaciones sexuales por primera vez hasta que no llegan a la edad adulta.

Tal y como define la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades de transmisión sexual o ETS son enfermedades causadas por más de treinta bacterias, virus y parásitos diferentes que se propagan a través del contacto sexual. Además, entre los más de treinta agentes patógenos que se sabe que se transmiten por contacto sexual, ocho de ellos se han vinculado a la máxima incidencia de enfermedades y, aunque de esas ocho, cuatro de ellas, en concreto la sífilis, la gonorrea, la clamidiasis y la tricomoniasis, sean curables, hay cuatro más que no lo son, como la hepatitis B, el herpes, el VIH y el VPH que son enfermedades virales incurables… No obstante, estas se podrían mitigar o atenuar con tratamiento.

El problema viene porque los quinceañeros o adolescentes son personas inseguras e inestables que están sufriendo continuamente cambios a nivel biológico y, en muchos casos, tal y como afirman algunos expertos “el sexo es como un rito de paso para sentirse mayor”. En concreto, para la psicóloga y sexóloga Cristina Martínez Gómez, “los adolescentes sienten una presión social bastante fuerte al encontrarse en una edad en la que ni son adultos ni niños, y acaban sufriendo la necesidad (y en ocasiones ansiedad) de pasar la prueba de “la primera vez” y sentirse mayores". Pero ¿qué pasa con esta primera vez?

Los expertos consideran que esta es crucial, pero, sobre todo en el caso de las chicas el apremio aumenta mucho más ante la dificultad o incapacidad de decir que no ante la posibilidad de perder la oportunidad o al chico esperado.

Para Martínez, estos adolescentes desconocen su propia sexualidad, su ritmo sexual y acaban conectando con otra persona (de su misma edad normalmente) que les hace cometer muchos errores, entre ellos, por ejemplo, la mala colocación del preservativo. Asegura, además, que el cerebro de esos y esas adolescentes todavía no ha madurado y recuerda también que esos mismos adolescentes que tienen relaciones sexuales sin protección son los mismos que pillan una borrachera descomunal o circulan con una moto a doscientos kilómetros por hora… Los chicos, además, asegura que suelen estar más motivados para cubrir sus deseos de manera precipitada y las chicas a consentir sin poner límites, es ahí donde se origina la gran preocupación de los padres y las madres de estas adolescentes que ya mantienen relaciones sexuales.

 

Pero ¿qué deben hacer cuando se enteran?

Muchas veces los padres y las madres de estas adolescentes se lo huelen porque además de llevar ya tiempo saliendo con un chico, estas rondan los dieciséis o diecisiete años. Antes de que sea demasiado tarde lo mejor será hablar con ellas de forma clara y concisa sobre el sexo para que puedan ser unas chicas totalmente sanas y usen siempre protección y, sobre todo, lo hagan de manera adecuada. Sin embargo, lo que ocurre es que la mayoría de las ocasiones esto suele ir después y, aunque de forma errónea, no podemos hacer mucho más para cambiarlo… Es por ello por lo que suele ser mucho más habitual que la conversación venga una vez ya han tenido relaciones sexuales por primera vez o bien porque nuestra hija es quien os lo ha acabado contando a vosotros o porque la habéis pillado con un preservativo en su habitación y os dais cuenta de que ya es hora de hablar sobre sexualidad con ella…

Y hay que hablarlo, sí, pero cuanto antes mejor… Además, hablar con la chica adolescente no implica en absoluto juzgarla o cuestionarla. De hecho, esto es lo primero que se debe evitar. Los expertos aseguran que los padres y las madres de estas adolescentes que ya no son vírgenes deben respirar tranquilos, evitar cuestionarlas y, sobre todo, nunca juzgarlas por ello. También deben tener siempre presente (en el caso de haya sido así) que han depositado su confianza en ellos para que “de cierta manera” les digan cómo actuar correctamente a la hora de practicar sexo a su edad.

Lo más importante no es entrar en detalles sobre si es demasiado pequeña o calcular lo poco que lleva con ese chico, sino más bien descubrir si verdaderamente lo hizo porque ella quería, saber cómo se sintió o si lo que hizo fue más bien por presión de su entorno… Y, por último, asegurarse de si utilizó protección, si utilizaron un preservativo (masculino o femenino), o si ingirieron alguna bebida alcohólica antes de tener relaciones sexuales porque esto puede ponerlas, además, en una situación de riesgo. Recordemos que el preservativo es uno de los métodos de barrera más utilizados para evitar el embarazo y prevenir la transmisión de las enfermedades de transmisión sexual y es, además, un método que pueden utilizar todas las mujeres a cualquier edad, pero debe utilizarse y utilizarse bien, ya que si se usa correctamente en el 95% de los casos es totalmente efectivo.

En el caso de que los padres y las madres de estas chicas adolescentes no conozcan, por ejemplo, a ese chico con el que su hija acaba de mantener relaciones sexuales no se debe perder la calma. Lo mejor en esos casos es preguntar algo sobre él o sobre esa relación, pero sobre todo de cara al futuro para que se puedan tomar las medidas necesarias para ayudar a elegir el método anticonceptivo más adecuado a su edad y a su situación, pero también para tener una revisión ginecológica y asegurarse de que todo está bien y de que no está en riesgo de adquirir una infección de transmisión sexual.

Sabemos que ningún adulto (padre o madre) está preparado para recibir la noticia de que su hija ya tiene relaciones sexuales, pero es algo que tarde o temprano va a pasar y hay que aceptarlo. Por eso es fundamental hablar desde bien temprano con estas chicas adolescentes sobre la sexualidad para que estén bien informadas y sepan actuar correctamente cuando llegue ese día, pero sobre todo para que el día de mañana tengan la oportunidad de comunicar a sus padres que están pensando iniciar su actividad sexual con alguien y tomar así las medidas necesarias y más apropiadas para evitar enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados.


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