Terapia psicológica para niños autistas

Indice

• ¿Cómo se manifiesta el autismo?
• ¿Cómo trabajan los psicólogos con los niños que padecen TEA?
• Mi hijo ya tiene 5 años, ¿puede ser autista?
• ¿Es cierto que existen otras variantes del autismo?

 

¿Cómo se manifiesta el autismo?

En definitiva, el autismo es un trastorno que afecta a la comunicación del lenguaje, el interés por otras personas y las relaciones sociales. Normalmente sois vosotros, los papás y las mamás, quienes antes lo detectáis y, aunque siempre hay excepciones, pues puede haber padres y madres primerizos a los que les cueste más detectar este tipo de trastorno, lo cierto es que la mayoría de los expertos coinciden también en las mismas intuiciones para diagnosticarlo.

Durante mucho tiempo el autismo fue considerado un trastorno infantil. Sin embargo, hoy se sabe que se trata de una condición permanente que acompaña a la persona a lo largo de todo su ciclo vital, es decir, hasta que muere. Todavía hoy la etiología de este trastorno no está clara, pero lo cierto es que los trastornos del espectro autista parecen estar causados por la interacción entre una susceptibilidad genética heredable y los factores epigenéticos y ambientales que actúan durante la embriogénesis.

Y a pesar de que los síntomas fundamentales del autismo son dos: deficiencias persistentes en la comunicación e interacción social, y patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades, existen algunos indicios que pueden ayudar a los padres y a las madres a detectar si su hijo es o no un niño que padece este trastorno.

- Cuando están en la escuela existe claramente una falta de interés por los otros niños.

- No comparten intereses y, por supuesto, no señalan con el dedo aquello que les llama la atención para compartirlo con el resto de los niños.

- Hay una ausencia completa del juego simbólico. No dan de comer a sus muñecos, no juegan a las cocinitas ni tampoco utilizan sus coches para jugar como si estos fueran de verdad.

- Los padres, madres y demás familiares establecen con ellos poco contacto visual, pues los niños con TEA no observan la expresión de la cara del interlocutor cuando están juntos viendo alguna cosa inusual, por ejemplo, y tampoco acostumbran a realizar “la sonrisa social”.

- Su lenguaje, en el caso de existir, es literal. Se trata de niños que no entienden las bromas, los chistes, los dobles sentidos ni las metáforas.

- Evitan el contacto físico o no les gusta demasiado estar cerca de otros. Suelen tener hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva.

- Reaccionan poco ante la voz de sus padres, lo que puede hacer sospechar de un déficit auditivo.

- Llegan a mostrar comportamientos extraños, repetitivos y autoestimulantes como el balanceo o el movimiento de aleteo de manos.

¿Cómo trabajan los psicólogos con los niños que padecen TEA?

El trastorno de tipo autista no tiene curación. Es por ello por lo que es importante que los padres lo acepten, al igual que es necesario por completo asumir que el niño tiene áreas con capacidades normales o incluso superiores, pero que otras, sin embargo, son más deficitarias. En estos casos es, por tanto, cuando hay que estimular aquellas áreas en las que se puedan llegar a obtener ganancias. No obstante, hay que tener en cuenta que el tratamiento es fundamentalmente educativo, para enseñarle aquellas cosas básicas que no pueda aprender.

Además, se han estudiado algunas variables que influyen en la efectividad del tratamiento. En primer lugar, se ha descrito que la edad a la que se comience con la terapia es importante, pues la efectividad es mayor cuanto más pronto comience vuestro hijo el tratamiento. A los cinco o seis años los niños suelen mejorar, pero no tanto como lo hubieran hecho si hubiesen comenzado antes con la terapia.

En segundo lugar, influye la intensidad de la instrucción, es decir, cuanto más intensiva sea, más eficaz es, y por eso es mejor recibir cuarenta horas o más de tratamiento individualizado a la semana que recibir veinte. En tercer lugar, es importante que el programa sea duradero, al menos de dos años en adelante, y el tratamiento debe ser conductual. Y, finalmente, los instructores y los directores de los tratamientos deben estar muy bien entrenados para seguir los principios de aprendizaje necesarios para enseñar a los niños, para elegir las tácticas oportunas en cada momento y para aplicar los programas de forma precisa.

En cuanto a los tipos de tratamiento, se usan diversas terapias entre las que destacan las conductuales, del desarrollo, educacionales, socio-relacionales, de psicología, etc.

La terapia conductual más eficaz en este caso es el análisis conductual aplicado (ABA) que alienta los comportamientos adecuados y desalienta los que no lo son. 

Dos estilos de enseñanza que usan el ABA son la enseñanza de tareas discriminadas y el tratamiento de respuesta fundamental. 

También pueden ser necesarias terapia del habla y del lenguaje, intervención para el desarrollo, terapia cognitivo-conductual, etc. 

Mi hijo ya tiene 5 años, ¿puede ser autista?

Aunque por normal general, como veíamos, el autismo sea un trastorno que aparece a los tres años de vida del pequeño, la realidad es que también a partir de los cinco puede diagnosticarse.

Alteraciones de la comunicación

En referencia a la comunicación, aparece un desarrollo deficiente del lenguaje, que incluye mutismo, entonación rara o inapropiada, ecolalia (repetición de todo lo dicho), vocabulario inusual para su edad o grupo social.

Y en los casos en los que no hay deficiencias en el desarrollo del lenguaje, existe uso limitado del lenguaje para comunicarse y una tendencia a hablar espontáneamente solo sobre temas específicos de su interés (lenguaje fluido, pero poco adecuado al contexto).   

Alteraciones sociales

En lo social, hay una dificultad para unirse al juego de los otros niños o intentos inapropiados de jugar conjuntamente, pero también hay una habilidad limitada para apreciar las normas culturales (en el estilo del habla, en los intereses, etc.). Los estímulos sociales suelen producirle confusión o desagrado y su relación con los adultos es algo inapropiada. Además, el niño muestra reacciones extremas ante la invasión de su espacio personal o mental.   

Limitación de intereses, actividades y conductas

En referencia a la limitación de intereses, actividades y conductas cabe destacar la ausencia de flexibilidad y juego imaginativo cooperativo, aunque suela crear solo ciertos escenarios imaginarios. Posee dificultad de organización en espacios poco estructurados y le falta habilidad para desenvolverse en los cambios o situaciones poco estructuradas, incluso en aquellas en las que los niños disfrutan.      

 

¿Es cierto que existen otras variantes del autismo?

Además de la forma clásica de autismo, hay formas menores que desarrollan el lenguaje y no tienen retraso mental. Pueden ser niños superdotados en algunas áreas, aunque tengan formas de comportarse y de relacionarse que dificultan sus relaciones sociales. Entre estas formas de autismo sin deficiencia cognitiva se encuentra el síndrome de Asperger.

El síndrome de Asperger es un conjunto de problemas mentales y de la conducta que forman parte del espectro del autismo. Los individuos con este síndrome tienen habitualmente unas capacidades intelectuales normales, pero presentan algunos rasgos que afectan a su capacidad para las relaciones sociales.

En el año 2006 se estableció el 18 de febrero como el Día Internacional del Síndrome de Asperger, fecha que coincide con el nacimiento del descubridor de este trastorno el psiquiatra vienés, Hans Asperger, quien en 1943 realizó las primeras descripciones. En este día, lo que la Federación Asperger de España quiere es que se conozcan y se solucionen las dificultades que tienen todos los niños y también el resto de las personas con síndrome de Asperger.