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¿Se puede esquiar estando embarazada?

¿Se puede esquiar estando embarazada?

No se recomienda esquiar estando embarazada, especialmente en etapas avanzadas del embarazo, debido a los riesgos asociados. Aunque esquiar no está estrictamente prohibido, es importante considerar los siguientes puntos.

Índice

Riesgos de esquiar durante el embarazo

- Caídas y lesiones: el centro de gravedad cambia durante el embarazo, aumentando la posibilidad de perder el equilibrio. Una caída puede afectar al feto, causar desprendimiento de placenta o provocar parto prematuro.

- Impactos externos: en pistas concurridas, existe el riesgo de colisiones con otras personas o con objetos.

- Altitud elevada: esquiar en lugares muy altos puede reducir el oxígeno disponible para el bebé y provocar síntomas de mal de altura.

- Fuerzas G y movimientos bruscos: los giros y movimientos rápidos pueden generar presión innecesaria sobre el abdomen y la pelvis.

- Deshidratación y agotamiento: las actividades físicas intensas pueden llevar a fatiga y deshidratación, que son perjudiciales durante el embarazo.

- Tensión muscular: el aumento de la hormona relaxina en el embarazo hace que los ligamentos y músculos estén más flexibles, lo que aumenta el riesgo de sufrir tensión o desgarro muscular al hacer deportes como el esquí.

Entonces, ¿no puedo esquiar embarazada?

Si eres una esquiadora experimentada y estás en las primeras semanas del embarazo, podrías esquiar con precaución en pistas fáciles y bien cuidadas, con menos afluencia de esquiadores, pero siempre bajo autorización médica. La postura al esquiar es bastante equilibrada, por lo que no presiona el abdomen. Lo mismo ocurre con el snowboard.

Si lo haces, usa equipo adecuado y evita condiciones climáticas adversas.

No obstante, ten cuenta que el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) considera  el esquí como uno de los ejercicios que se debe evitar, junto con el surf y la equitación, ya que el riesgo de caída es muy elevado.

Por eso, es mejor que optes por actividades menos riesgosas como caminatas al aire libre, yoga prenatal o natación, que son más seguras y beneficiosas. Y, si nunca has esquiado o practicado snowboard, desde luego el embarazo no es el momento para empezar a practicar estos deportes de invierno.

 Y si quieres realizar deportes en la nieve, hay otros muchos más aconsejables en el embarazo, como el esquí de fondo, que permite realizar caminatas por terrenos planos o con pequeñas pendientes mientras se disfruta del paisaje invernal. O el paseo con raquetas de nieve, que también permite andar tranquilamente por la nieve sin riesgo de caídas o lesiones.

Consejos si vas a esquiar embarazada

- El mejor trimestre para esquiar es el segundo, cuando ya ha pasado el riesgo de aborto espontáneo del primer trimestre y antes de que el útero crezca tanto que te sea imposible moverte con equilibrio. Además, en el tercer trimestre un golpe podría desencadenar desprendimiento de placenta o incluso ruptura del útero.

 - Antes de esquiar o hacer cualquier tipo de deporte más arriesgado, debes hablar con tu médico para asegurarte de que no hay ninguna contraindicación en tu caso.

- Conoce bien tu nivel y no lo pases. De hecho, es mejor que esquíes en una pista más fácil de lo que sueles hacerlo. Si nunca has salido de la pista de debutantes, el embarazo no es momento de avanzar y si eras capaz de ir a una pista avanzada, mejor elige ahora la más sencilla.

- Permanece en terreno plano, evita pistas con mucha pendiente ya que hay más riesgo de caída.

- Evita las multitudes para que no haya choques con otros esquiadores.

- Aclimátate con calma a la altitud. Puede costarte más de lo normal, así que tómatelo con calma y no salgas a esquiar si no te sientes lista.

- Ve a tu ritmo y esquía tranquilamente y sin prisas.

- Mantente hidratada y haz descansos a menudo. No te fatigues. Con un ratito de esquí es suficiente.

- Para en cuanto te notes fatigada, mareada, pierdas el equilibrio, sudes mucho, tengas mucha sed o notes cualquier tipo de dolor.

- Esquía a una velocidad más baja y relajada. Evita realizar maniobras y movimientos bruscos o complicados como, giros, volteretas, saltos o descensos a alta velocidad.

- Usa ropa adecuada para la nieve, que te abrigue bien. Lleva varias capas de ropa para poder quitarte alguna capa cuando entres a descansar. La ropa que vayas a utilizar debe adaptarse a tu cuerpo y la forma de tu tripa sin apretarla.

- El calzado debe ser antideslizante, impermeable y preferiblemente con suela gruesa para no resbalarte y caerte al andar por la nieve.

- Usa también gafas de sol para evitar que el sol reflejado en la nieve dañe tus ojos o te ciegue. Las mejores son las gafas de sol polarizadas.

- Aplícate un protector solar con un alto factor de protección, preferiblemente con resistencia al agua y al sudor, en las zonas descubiertas para evitar los daños de los rayos UV y las manchas solares que pueden salir con más facilidad en la gestación.


Fuentes:

Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG)

Fecha de actualización: 05-02-2025

Redacción: Irene García


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