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Síntomas de deshidratación en bebés

Síntomas de deshidratación en bebés

La deshidratación del bebé puede ser provocada por distintas causas como exposición al calor o una diarrea, lo cual puede resultar fatal en caso de no ser identificado, por ello es bueno conocer los síntomas para que no pase desapercibido.

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Indice

 

¿Cómo es una deshidratación en bebés?

Los bebés son seres muy delicados debido a la inmadurez de su cuerpo, por lo que pueden estar en mayor peligro ante situaciones que para un adulto son totalmente comunes en su rutina diaria.

Cuando un bebé está teniendo una mala experiencia puede dar una señal sencilla para que tú lo notes, como ponerse a llorar. En ese momento, tu papel es averiguar por qué llora.

Además, es importante que sepas identificar ciertas señales para ayudar al pequeño cuando algo realmente le haga daño, como sufrir una deshidratación, que puede llegar a ser muy peligrosa si no se trata a tiempo.

Un bebé puede deshidratarse muy rápido y pasar de un caso leve hasta uno severo en poco tiempo, mientras que un adulto puede soportar bastante tiempo una deshidratación leve sin alguna complicación.

Es importante que prestes mucha atención a las señales que presenta un bebé con deshidratación, ya que si no recibe la atención adecuada a tiempo puede tener una consecuencia grave. Algunas señales de esta enfermedad son:

1.- Pañal seco. El bebé no hace del baño por más de 6 horas, lo puedes notar al revisar su pañal cada hora.

2.- Evacuación oscura. Su pipí y popó se perciben más oscuros de lo normal, además de emitir un olor muy fuerte y distinto a otras.

3.- Duerme más de lo normal. Parece que todo el tiempo está cansado, le cuesta estar despierto y se ve lento.

4.- Sequedad. Se le ven los labios blancos y secos. Los ojos y la piel también se resecan. Cuando se pinza la piel entre los dedos ésta no vuelve a su forma original.

5.- No hay lágrimas. Cuando llora no le salen lágrimas.

6.- Tiene los ojos hundidos.

7.- En los bebés, la fontanela de la parte superior de la cabeza se ve hundida.

8.- La piel está fría y seca.

9.- Está más irritable, llora mucho y cuesta consolarle.

10.- Pérdida de peso. Los casos de deshidratación leve se comprueban pesando al bebé, que sufre una pérdida de peso de alrededor del 5%.

 

Causas de la deshidratación en bebés

Dentro de las causas más comunes que pueden provocar una deshidratación en el bebé se encuentran las siguientes:

1.- Diarrea, ya que existe una gran pérdida de líquidos.

2.- Exposición al calor. Un bebé no debe ser expuesto a altas temperaturas por mucho tiempo.

3.- Gastroenteritis. Esta enfermedad puede provocar diarrea o vómito que causa la pérdida de líquidos y el desequilibrio de los electrolitos.

4.- Desnutrición. Si el bebé no toma suficiente leche materna puede sufrir deshidratación, ya que es su único alimento y de ahí recibe todos los nutrientes que necesita.

 

¿Cómo tratar a un bebé con deshidratación?

Una deshidratación debe tratarse de inmediato, pero en caso de ser grave es vital que lo lleves de inmediato a la sala de urgencias, donde es probable que reciba líquidos por vía intravenosa.

En una deshidratación leve puedes consultar con el médico, quien probablemente pedirá que lo lleves a consulta para un mejor diagnóstico, entonces te dará el mejor tratamiento para tratar su deshidratación.

El profesional de medicina también puede pedirte que le administres electrolitos orales al bebé, pero debes asegurarte de comprar marcas que se especialicen en bebés ya que las soluciones de rehidratación para adultos pueden ser dañinas para el bebé.

Cuando hayan pasado más de 24 horas tras haber abierto el suero, debes tirarlo de inmediato para evitar que alguien más lo consuma, ya que los electrolitos pierden su función después de esta brecha de tiempo.

Los lactantes pueden proseguir con la lactancia materna incluso durante el proceso de rehidratación, a menos que vomiten repetidamente.
 

¿Se puede prevenir la deshidratación?

- Procura que tu hijo beba agua a menudo, sobre todo si hace ejercicio físico o hace mucho calor. En el caso de lactantes, ofrécele más a menudo el pecho o el biberón.

- La sed no es un buen indicador de cuándo beber, ya que puede que ya empiece a estar deshidratado; es mejor ofrecer agua, aunque no manifieste sed.

- Si está enfermo y vomita o tiene diarrea, procura que beba a pequeños sorbos las soluciones de rehidratación oral. Solo con pequeñas cucharillas cada 20 minutos se puede evitar la deshidratación.

- Si tiene fiebre o mucha mucosidad, también debes darle más líquidos.


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