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¿Con cuántos meses un bebé puede viajar en avión?

¿Con cuántos meses un bebé puede viajar en avión?

Acabas de ser mamá, llega el verano y estás deseando ir a ver a tu familia que vive fuera. Sin embargo, la ansiedad se apodera de ti porque tu bebé todavía es muy pequeño, pero tranquila, no hay una edad a partir de la cual los bebés puedan montar en avión.

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Los bebés pueden viajar en avión desde que nacen

Sí, así es. No hay una edad fija porque, a pesar de ser muy pequeño o no tu bebé, este podrá viajar desde el momento en que nace, aunque los expertos consideran que lo más recomendable sería que al menos hubieran pasado dos semanas desde su nacimiento o, en el caso de ser un viaje muy largo (unas diez u doce horas), esperar hasta que el bebé cumpla un mes.

Pero sea cual sea tu caso, lo que está claro es que debes replantearte comprar un billete individual para ti y otro para tu bebé, aunque no haya cumplido todavía los dos años. De esta manera dispondrás de un lugar donde ponerlo en un asiento de seguridad, y volará, por supuesto, en la forma más segura. Y cuando lo cojas, mentalízate de que deberás llegar con antelación al aeropuerto para reservar el asiento más próximo al pasillo o al vestíbulo para tener mayor espacio y poder moverte.

 

¿Qué hacer si tiene menos de dos años?

Los niños menores de dos años no pagan billete de avión por lo que no tienen derecho a asiento, pero sí que pagan el seguro de viaje, y llevan su tarjeta de embarque. Deben viajar encima de un adulto con un cinturón de seguridad especial que se adosa al del padre o la madre.

 

¿Y si ya los ha cumplido?

A partir de los dos años y hasta los 12, todos los niños pagan una tarifa diferencial en función del trayecto y tiene derecho a asiento propio. También tiene franquicia de equipaje propia para despachar en bodega. Pregunta los beneficios para familias al volar en avión ya que pueden cambiar según la aerolínea.
 

¿Cuál es la edad recomendada para que un bebé empiece a viajar en avión?

Es cierto que cualquier bebé que goza de buena salud ya puede viajar en avión entre las dos y cuatro primeras semanas de vida, cuando ya ha eliminado el líquido que pudo haber retenido en el interior de su oído medio.

Sin embargo, no es en absoluto recomendable que lo haga nada más nacer como decíamos anteriormente. De hecho, lo más probable es que ningún miembro de la pareja tenga ganas de viajar en esos momentos a no ser que sea estrictamente necesario.

 

¿Qué hacer antes, durante y después del viaje?

En primer lugar, debes tener en cuenta que antes de coger ese vuelo ya que tener claras algunas cosas, pues hacer un viaje con niños pequeños puede ser un verdadero quebradero de cabeza hasta incluso para los padres y madres con más experiencia.

Otra consideración importante que no se debe pasar por alto es que para algunos destinos, como los Estados Unidos o Canadá, los niños y los bebés también necesitan su propio visado.

Es cierto que volar con bebés o niños pequeños no implica ningún problema en concreto, pero se ha de ser precavida, y por eso lo ideal es que prepares una bolsa con todas las cosas que crees que podrían ser útiles para tu bebé: juguetes, libros favoritos, algo con un olor familiar, como su pequeña mantita o su almohada, pañales, toallitas húmedas, ropa de cambio, baberos y su comida.

Y una vez estéis ya en el avión, lo ideal es que evitéis que vuestro bebé esté expuesto a personas enfermas y a temperaturas extremas, ya sean altas o bajas, y que no alteréis demasiado su horario. También debéis tener en cuenta que los cambios de presión pueden causarle molestias en los oídos, al igual que nos sucede a nosotros, los adultos, pero la diferencia radica principalmente en que, en el caso de los bebés, la trompa de Eustaquio es mucho más estrecha por lo que resulta mucho más sencillo que se tapone, causándole incomodidad y dolor. Pero entonces ¿cuál es la mejor forma de que esto no suceda? Pues bien, siempre es recomendable dar el pecho o que al menos el bebé succione al aterrizar y al despegar ya que estos son los momentos en los que hay mayor presión.

También los bebés suelen ser bastante susceptibles a la deshidratación por lo que es recomendable mantenerlos siempre bien hidratados aumentando las frecuencias de las tomas. Hay que evitar en la medida de lo posible que el bebé se deshidrate durante el vuelo. No obstante, debes tener en cuenta siempre que antes de viajar en avión con tu pequeño deberías consultarlo con el profesional de pediatría o medicina, sobre todo si este tiene alguna afección de salud o es prematuro.

Y, por supuesto, sería ideal conocer a alguno que otro en el lugar al que vayáis a viajar, de modo que dispongáis de alguien a quién acudir en caso de que tuvierais algún problema.


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