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Mi bebé tiene gases

Mi bebé tiene gases

Los bebés nacen con un sistema digestivo aún inmaduro, lo que puede hacer que presenten algunos problemas habituales en sus primeros meses de vida como los gases. Si bien es cierto que todos tenemos gases a veces, en los bebés de menos de 12 meses es mucho más habitual y, además, como no siempre son capaces de expulsarlos, eso les causa dolor e incomodidad. ¿Qué puedes hacer si esto le sucede a tu bebé?

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Índice

 

¿Qué son los gases?

Los gases están causados por la acumulación de aire en el sistema digestivo, ya sea en el estómago o en los intestinos, que causa molestias y dolor.

Existen dos tipos de gases: los del estómago y los de los intestinos. Los primeros son los que menos molestias causan ya que suelen expulsarse más fácilmente a través de los eructos. Este aire se acumula al llorar, al succionar el chupete o al comer si se cuela aire por el biberón o la postura al mamar no es del todo correcta. Estos gases se expulsan mediante los eructos, por eso es conveniente poner al bebé a eructar en medio de la toma y al acabar.

Mientras que los gases intestinales son más molestos ya que pueden causar distensión abdominal y dolor. Estos gases provienen de la fermentación de los hidratos de carbono consumidos y de la flora intestinal del bebé y se expulsan a menudo mediante las flatulencias.


¿Cómo saber si mi bebé tiene gases?

Al principio los bebés lloran por todo, ya que es su única manera de comunicarse, por eso es posible que no sepas seguro si tu bebé llora por gases, cólicos u otro problema. Los síntomas principales de las molestias causadas por gases son:

- llanto intenso y constante,

- el bebé se pone rojo

- patalea y mueve los brazos sin parar

- encoge las piernas

- irritabilidad

- hinchazón de tripa

- dolor al tocar la barriguita

- arquea la espalda


¿Por qué tiene tantos gases?

Como decíamos, es algo habitual en los primeros meses de vida a causa del sistema digestivo inmaduro que hace que traguen más aire al comer. Además, en estos meses no mastican, sino que succionan el líquido de la tetina o del pecho, lo que aumenta las posibilidades de tragar aire, especialmente al alimentarse por medio de biberón.

También los ataques de llanto por cualquier otro motivo pueden hacer que trague aire.

Las intolerancias lácteas también causan gases. Si tu bebé tiene intolerancia a la lactosa, puede presentar muchos gases, además de deposiciones abundantes y muy ácidas, retortijones y llanto.

En otros casos, el lactante puede ser alérgico a la proteína de la leche de vaca (APLV) y tener dificultades intestinales. Si es así, y le estás dando el pecho, tendrás que dejar de tomar leche de vaca y, en el caso de que tome biberón, hay que recurrir a fórmulas especiales.


¿Cómo prevenirlo y tratarlo?

1. Intenta que el bebé esté lo más tranquilo posible y no tenga ataques de llanto. En cuanto empiece a llorar, cógelo en brazos. Dale de comer antes de que tenga mucha hambre para que no se ponga a llorar como un loco.

2. Si le das el pecho, revisa que la postura es la correcta y que su boca está bien abierta y cubre el pezón y parte de la aréola. No debe entrar aire ni oírse un chasquido al mamar. Además, debe vaciar un pecho antes de cambiar al siguiente, ya que la leche del principio es más rica en lactosa, que puede provocar más flatulencias.

3. Si toma biberón, prueba con uno anticólicos que evita que entre mucho aire al comer y ofrécele siempre el biberón semi-incorporado. También hay leches de fórmula en el mercado más digestivas que ayudan a tener menos gases. Consulta a tu pediatra.

4. Procura que expulse los gases en medio de la toma y al acabar, pero sin forzarle, ya que puede que ya los haya expulsado y no lo hayas notado.

5. La preparación del biberón debe ser correcta para que no quede la leche muy espesa y le cueste tragarla, ya que podría entrar más aire (además de ser perjudicial para su salud).

6. Después de comer, déjalo unos minutos en brazos para que haga mejor la digestión y pueda echar los gases.

7. Si tiene gases y está incómodo, prueba a darle un masaje circular en el abdomen moviendo los dedos en el sentido de las agujas del reloj. Otra opción es flexionar ligeramente sus piernas hacia el abdomen para facilitar la expulsión de los gases por el ano.

8. Una postura que alivia el dolor de los gases es tumbado boca abajo con su tripita sobre el antebrazo, de manera que la mano quede sobre la barriga ejerciendo una ligera presión y dando calorcito.

9. Ponle un saco de semillas de calor sobre su tripa, nunca directamente sobre la piel, para calmar el dolor y ayudar a expulsar los gases.

10. Aunque no ocurre a todos los bebés, en algunos la dieta de la madre les causa gases así que, si tu hijo tiene muchos gases, observa qué has comido por si se tratara de alimentos flatulentos y haz la prueba. Si efectivamente le sientan mal, redúcelos o elimínalos mientras estés dando el pecho.

11. Para los casos más graves, hay medicamentos en forma de gotas que alivian los gases, pero nunca debes ofrecérselos a tu bebé sin consultar con su pediatra.


Fuentes:

Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.

Silveira, Dr. Manuel (2011), 50 cosas que debes saber sobre un recién nacido, Barcelona, Libros Cúpula.

Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.

Fecha de actualización: 30-06-2021

Redacción: Irene García

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