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Mi bebé no busca los sonidos

Mi bebé no busca los sonidos

Los bebés no nacen buscando la fuente de procedencia de los sonidos, pero sí reaccionando a ellos. A medida que el bebé crece su interacción con los sonidos empieza a ser mayor. Si a los 6 meses tu bebé no se gira hacia los sonidos, puede que tengas que ponerte en contacto con un profesional que lo evalúe.

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Índice

 

¿Cuándo los bebés empiezan a buscar los sonidos?

Al iniciar el quinto mes, los bebés empiezan a buscar la fuente de los sonidos al oír un ruido. Al cumplir los seis meses, en la alfombra sensorial aprenden a distinguir texturas y sonidos, por eso se les debe cambiar con cierta frecuencia los juguetes que tienen sonido para estimularles, ponerles música, etc.


¿Cómo sé si mi bebé escucha bien?

La Universidad de Harvard, junto con la compañía de audífonos Oticon, explican cuáles serían los comportamientos normales en el desarrollo normal de la capacidad auditiva y lingüística:

- De 0 a 3 meses: los bebés al escuchar ruidos fuertes deben parpadear, sobresaltarse o moverse. También deben tranquilizarse con el sonido de la voz de sus padres.

- De 4 a 6 meses: giran la cabeza en la dirección en la que escuchan el sonido y empiezan a emitir murmullos como “oh” o “ah”.  Además, puede que dé la impresión de que empiezan a escuchar y a responder como si estuvieseis manteniendo una conversación.

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- De 7 a 12 meses: giran la cabeza hacia los ruidos y balbucean. Empiezan a decir palabras como “mamá” o “papá” (aunque su pronunciación no sea perfecta). Al niño le llama mucho la atención los ruidos de timbres y de teléfonos y ya reconoce su propio nombre.

- De 13 a 15 meses: ya dicen bien “mamá” y “papá” y son capaces de reaccionar a órdenes simples.

- De 16 a 18 meses: usan palabras sueltas.

- De 19 a 24 meses: señalan las partes del cuerpo cuando se les pide, son capaces de juntar dos palabras y los extraños empiezan a entender la mitad de las palabras que dicen.

- De 25 a 36 meses: dicen oraciones de entre tres y cinco palabras y tres de cada cuatro palabras que usan pueden ser entendidas por un desconocido.

- De 37 a 48 meses: prácticamente todo lo que dicen es comprensible por un desconocido.
 

¿Puede tener problemas de audición a pesar de haber pasado el cribado aditivo de recién nacido?

El primer cribado auditivo se recomienda que se haga poco después de las 24 horas de vida del bebé. Este cribado consta de dos pruebas que no causan molestias al bebé y que evalúan la capacidad auditiva de manera muy sencilla, pero hay que realizárselas cuando este se encuentre muy tranquilo, o incluso durmiendo.

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La primera prueba es la de otomisiones acústicas: para ello se instala una sonda muy pequeña en el conducto auditivo del bebé que emite unos sonidos y se recoge la respuesta ocasionada en una zona del oído llamada cóclea.

La segunda prueba se llama potenciales evocados auditivos: aquí se colocan unos auriculares en los oídos del niño y con unos sectores conectados en su cabeza se miden las señales que llegan a su cerebro.

Un resultado positivo en el cribado descarta problemas, pero uno negativo no permite un diagnóstico definitivo, se tiene que derivar al bebé a un especialista para un estudio más detallado. Según la Asociación Española de Pediatría solo una pequeña parte de los niños que no pasan el cribado inicial tienen realmente sordera.

Pero este cribado inicial no descarta del todo los problemas auditivos, los pediatras destacan que los padres pueden detectar situaciones en los meses posteriores en las que pueden sospechar que su bebé no escucha bien.

Puedes mirar las etapas normales del desarrollo normal del lenguaje y la audición en el punto anterior para saber qué es lo que debería pasar según la edad de tu bebé.


¿Cuáles son las causas de los problemas auditivos en los bebés?

Según la Asociación Española de Pediatría, la mayoría de los casos de problemas de audición están presentes desde el nacimiento y la mitad de ellos tienen origen genético. Además, el 90% de los niños sordos son hijos de padres que oyen bien, pero la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos recomienda que si hay antecedentes familiares de problemas de audición se busque una buena asesoría genética antes del embarazo.

Otra de las causas puede ser el bajo peso del bebé al nacer (por debajo de los 1,5 kilos) o que la madre padezca durante el embarazo infecciones como rubéola o toxoplasmosis; también que el niño sufra meningitis.

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Por lo que la forma más eficaz de prevención más allá de la herencia genética es tener cuidado ante posibles infecciones (tanto en el embarazo como en el desarrollo del niño). En este sentido, cumplir con el calendario de vacunación es fundamental.


¿Cuáles pueden ser las soluciones a los problemas de audición?

Hay muchas maneras de manejar una pérdida auditiva, algunas de las opciones de tratamiento son las siguientes:

- Audífonos: es un dispositivo que se coloca detrás o dentro del oído. Este aparato amplifica el sonido. Algunos audífonos tienen funciones más avanzadas, consulta con el audiólogo del niño para que recomiende la opción más adecuada para tu niño.

Implante coclear: este dispositivo se coloca en el oído mediante una operación y suele estar indicado para personas de problemas de audición grave que no se benefician demasiado con el uso de audífonos. Los implantes cocleares transmiten el sonido directamente al nervio auditivo.

- Cirugía: algunos tipos de pérdida auditiva se pueden tratar con una operación. Estos son por ejemplo los problemas de tímpano o con los huesecillos del oído medio.

Otras cosas que puedes hacer son:

- Trabajar con profesionales de la salud que pueden hacer que tú y tu hijo os comuniquéis mejor, por ejemplo, logopedas, foniatras o fonoaudiólogos (terapeutas del habla y de lenguaje) o especialistas en el lenguaje de señas, lectura de labios y otros métodos de comunicación.

- Unirse a un grupo de apoyo.

- Programar visitas regulares a un audiólogo o a un otorrinolaringólogo (médico de oído, nariz y garganta).


Fuentes:

Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.

Asociación Española de Pediatría. 

 

 

 

 

 

Fecha de actualización: 30-06-2021

Redacción: Sara Tizón

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