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Todo lo que debes saber antes de empezar a dar el pecho

Todo lo que debes saber antes de empezar a dar el pecho

No cabe duda alguna de que la leche materna es el mejor alimento para los bebés durante los primeros meses de vida pues esta cubre las necesidades nutricionales para un crecimiento y desarrollo físico adecuado. Pero, en muchas ocasiones, la lactancia materna no es tan sencilla, por eso debes estar bien preparada. 

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Índice

 

Consejos antes de dar el pecho

Una de las primeras cosas que hay que saber es que habrá que iniciar la lactancia con el bebé lo antes posible tras el parto, intentando que sea siempre durante la primera hora de vida y en un momento en el que el bebé recién nacido esté más despierto. La lactancia, además, deberá mantenerse de manera exclusiva al menos durante los seis primeros meses de vida.

Lo mejor de la lactancia materna es que esta asegura el establecimiento de un buen vínculo madre e hijo y una adecuada relación de apego seguro con la madre, ambos esenciales para un correcto desarrollo como persona independiente y segura. Por todo ello, por tanto, esta se considera el método más seguro y de referencia para la alimentación de los bebés, pero ¿qué más se debe saber acerca de la lactancia materna?

Pues bien, una de las cosas más importantes será la de iniciar las tomas empezando por pechos alternos por lo que si se ha acabado la última toma con el pecho derecho, lo ideal será que la próxima toma se empiece por el izquierdo. Además, es fundamental saber que al menos durante las primeras semanas habrá que evitar la utilización de chupetes, pezoneras y tetinas ya que se cogen de distinta manera a cómo se cogen o se agarran estos del pecho.

Pero ¿cuál es el agarre adecuado? Un agarre adecuado es fundamental para iniciar bien la lactancia ya que el agarre del bebé influirá en cómo este bebe la leche y, por consiguiente, en su crecimiento y desarrollo. Además, un agarre deficiente puede provocar dolor o daño en los pezones. Cuando el bebé esté intentando agarrarse habrá que dirigir el pezón hacia su paladar. De este modo, agarrará el pezón y parte de la aréola estará situada por debajo. De esta manera el bebé podrá meterse en la boca el pezón y parte del tejido del pecho y alimentarse bien.

El agarre siempre debe resultar cómodo y ser como un tirón y no provocar dolor. El bebé tendrá la boca bien abierta y, aunque el labio inferior puede ensancharse hacia fuera, el labio superior descansará cómodamente sobre el pecho de la madre. El lenguaje corporal del bebé también debe mostrar que este está cómodo.

Pero además de todo esto, debes:

1. Dejar que el bebé establezca el ritmo

Ten en cuenta que en las primeras semanas muchos de los bebés recién nacidos toman el pecho cada dos o tres horas durante todo el día. Se debe prestar atención a los signos que indican que el bebé tiene hambre, como agitación, intranquilidad, movimientos de succión y de labios. Después, deja que el bebé amamante completamente del primer pecho durante aproximadamente entre 15 y 20 minutos, hasta que sientas que tu pecho está blando. Luego trata que eructe y ofrécele el segundo pecho.

2. Acostar al bebé para que duerma en la habitación de los padres

Lo ideal es que el bebé duerma en la misma habitación que sus padres durante el primer año de vida o al menos durante los primeros seis meses para reducir el riesgo de síndrome de muerte infantil súbita, aunque este debe dormir solo en su propia cuna, moisés u otra superficie diseñada para bebés. Las camas para adultos no son seguras para los bebés pues pueden quedarse atrapados.

3. Intentar alargar el uso de un chupete

Algunos bebés son más felices cuando succionan algo. Y sí, se pueden utilizar chupetes, pero hay que tener en cuenta que ofrecerles el chupete demasiado pronto a los bebés podría interferir en la lactancia ya que succionar el pecho no es igual que succionar el chupete.

4. Cuidar tus pezones

Tras amamantar es bueno dejar que la leche se seque sola en el pezón. Esta, de hecho, puede aliviar los pezones de la mujer. A la hora del baño, reducir la cantidad de jabón, champú y otros limpiadores que pueden entrar en contacto con los pezones siempre es buena idea.

5. Dar tiempo al bebé

Nada de venirse abajo si la lactancia se complica un poco. Alimentar a un bebé recién nacido cada hora puede ser agotador, así que relájate, tómate tu tiempo y dale tiempo al bebé. Ten en cuenta que, cuanto más seguido amamantes, más leche producirán tus mamas y más natural se hará la tarea de la lactancia.
 

Algunos consejos para iniciar la lactancia de la manera más adecuada

Aquí os dejamos algunos consejos para antes y durante las tomas a la hora de iniciar la lactancia de la manera más adecuada:

- Antes de la toma:

Adoptar una postura correcta. El bebé debe tener la boca abierta unos 180° y debe abarcar toda la aréola con la boca. No es recomendable hacer la pinza con los dedos para que salga más leche ya que en realidad solo se logra obstruir algunos conductos. Se debe colocar al niño de modo que el pezón le quede al nivel de la nariz o del labio superior.

- Durante la toma:

Dar de mamar a demanda. Esto significa que dar el pecho siempre que el bebé lo reclame. Un bebé recién nacido, además, no tiene horario, aunque poco a poco este irá cogiendo sus propios hábitos.

Dejar que el lactante vacíe completamente un pecho antes de darle el otro. La concentración de grasa es más alta al final de la toma. Además, esto es importante ya que, si el bebé toma leche más rica en grasas quedará más saciado y las tomas podrán espaciarse más.
 

Otros aspectos importantes a tener en cuenta antes de empezar a dar el pecho al bebé

Amamantar puede ser un poco doloroso al principio. Sin embargo, una vez que el bebé sepa cómo tomar del pecho de su madre el malestar disminuirá con cada toma de leche y, poco a poco, el dolor desaparecerá. Entonces ¿es normal que duela un poco al principio o no? Pues bien, lo cierto es que el dolor siempre es un indicador de que algo no va bien. Por eso:

  • Si cuando se da de mamar se tienen molestias, se debe intentar mejorar el agarre del bebé al pecho y procurar que las posibles lesiones o heridas se curen, lo que solo se podrá conseguir si se ha modificado la posición de la boca del bebé y dar el pecho ya no duele.
  • Si amamantar no duele, pero se nota una sensación no placentera en el pezón habrá que buscar ayuda para mejorar la posición.

Algunas mujeres, por ejemplo, reconocen que les molesta cuando el bebé está mamando mucho rato. En ese caso y si, además, el pezón está decolorado y con un tono más sonrosado que el resto de la aréola lo más probable es que haya que mejorar el agarre y la posición del bebé al pecho.

Asimismo, hay que intentar también tener la almohada de lactancia a mano. Una vez que el bebé haya comenzado a tomar leche no será tan sencillo parar y al día siguiente la espalda o los brazos seguro lo habrían agradecido. Además, las almohadas de lactancia ayudan a posicionar al bebé correctamente y a mantenerlo mucho más cómodo.

Finalmente, es importante recordar lo esencial que resulta aprovechar el tiempo de lactancia para fortalecer el vínculo emocional con los bebés. Amamantar no solo proporciona una buena nutrición a estos, sino que también dará la oportunidad a la madre de sentarse, relajarse y disfrutar de un tiempo de calidad con él.

NOTA:

La lactancia materna es el mejor alimento para los bebés, una de las formas más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niños.


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