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Chasquido al mamar durante la lactancia

Chasquido al mamar durante la lactancia

Cuando el bebé mama de forma correcta el sonido que se oye es el característico ruido de deglución, un sonido gutural que indica que está tragando, y que por lo tanto está recibiendo alimento.

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Si oímos ruidos diferentes, como un chasquido o chupeteo, significa que probablemente la posición que ha adoptado para mamar es incorrecta. No se ha agarrado bien y no logra succionar eficazmente.

 

Consecuencias de una mala posición al mamar

Si el bebé no mama adecuadamente, lógicamente no comerá. Si la succión no es eficiente, no saldrá leche, o saldrá muy poca. El bebé se enfadará, llorará, se pondrá irritable y en el peor de los casos, si la situación continúa en el tiempo, dejará de engordar y de crecer por no recibir alimento suficiente.

En la madre, un mal agarre, suele ser la causa de diversos problemas en el pecho, como grietas, mastitis, ingurgitaciones, obstrucciones, descenso de la producción de leche… Al no salir el flujo de manera óptima, la leche puede acumularse y obstruir los conductos. Si se sigue estimulando el pecho con la succión, aunque sea de forma incorrecta, se seguirá fabricando leche y el pecho se hinchará, pudiendo, como decíamos, provocar dolor, infecciones, u obstrucciones.

 

¿Qué hacer para que el bebé mame bien?

Para que el niño mame bien, existe una solución sencilla: colocarle correctamente. Una mala posición es la responsable de la mayoría de los problemas de agarre al dar el pecho.

Durante el amamantamiento la lengua del lactante juega un papel muy importante y para que los movimientos de ésta resulten eficaces y pueda provocar la eyección de la leche, debe colocar la boca de una manera concreta, que solo se consigue si adopta una postura adecuada. Si no está en una posición idónea producirá chasquidos al tratar de mamar.

El agarre correcto se facilita poniendo al bebé mirando hacia ti, procurando que su cabeza y su cuerpo permanezcan en línea recta y evitando que el niño tuerza el cuello o lo estire demasiado. Sentada con el bebé sobre el regazo, su abdomen debe estar contra el tuyo, su cara enfrente de tu pecho y la nariz a la altura del pezón. La cabeza del niño puede apoyarse sobre tu antebrazo, el del lado del pecho del que esté mamando. Con el otro brazo puedes sujetar el resto de su cuerpo.

Cuando el bebé esté colocado y estés en una postura cómoda, estimúlale rozando su nariz y barbilla con tu pezón, de este modo su reflejo será abrir la boca. En ese momento acércalo hacia el pecho para que agarre. Dirige el pezón hacia la parte alta de su boca para que la lengua quede debajo de este. El objetivo es que el niño se introduzca en su boca todo el pecho que sea posible y que su labio inferior esté lo más alejado posible de la base del pezón.

Si el niño está bien agarrado, la areola o la mayor parte de ella, estará dentro de su boca y los labios hacia fuera, sellando casi al vacío con ellos su boca contra tu pecho. No tendría que haber huecos entre sus labios y tu piel.

Cuando comience a succionar deberá hacer un movimiento rítmico con la mandíbula y tragar de forma continua. Algunos bebés hacen varias succiones y luego tragan y otros tragan en cada succión. Eso es normal. Sin embargo, si los labios están metidos hacia dentro, las mejillas se hunden al succionar, la lengua hace chasquidos, se suelta con frecuencia, solo agarra el pezón dejando la areola visible o hay dolor, el agarre no se está realizando correctamente. Vuelve a intentarlo. Si no hay más ruidos que los típicos al tragar, y no hay dolor, todo indica que lo estás haciendo bien.

Si tras varios intentos sientes que no lo consigues, sería recomendable que consultaras a una matrona experta en lactancia o a una asesora especialista en estos temas. Existen grupos de lactancia en casi todas las ciudades que pueden enseñarte cómo hacerlo apropiadamente.

Asimismo, también se aconseja evitar ponerle chupete al bebé, especialmente durante los primeros días, hasta que se haya establecido la lactancia totalmente. Una vez que el niño es algo mayor, se agarra bien al pecho, succiona con energía, orina y defeca normalmente y, a fin de cuentas, mama convenientemente, puedes ofrecerle el chupete. Del mismo modo ocurre con el biberón. La forma de succionar de la tetina artificial es diferente de la del pecho materno. Algunos niños que han aprendido a mamar del biberón luego tienen problemas al hacerlo de una natural.
 

¿A qué otra cosa puede deberse el chasquido?

En otros casos, puede ocurrir que, a pesar de que la postura es correcta, el bebé siga chasqueando y mamando mal. En estas situaciones habría que descartar una posible anquiloglosia. Esto no es otra cosa que un frenillo sublingual corto, como se conoce comúnmente y, si el bebé lo padece, puede dificultar seriamente la lactancia. Cuando el tejido que une la lengua con la parte inferior de la boca es demasiado corto, los movimientos de esta se restringen e impiden que el bebé succione bien. La solución es fácil, y pasa por un simple tratamiento quirúrgico. Pero para ello debe identificarse el problema. Fíjate en la zona inferior de la lengua de tu bebé y si sospechas que el frenillo puede estar entorpeciendo el amamantamiento consúltalo con el pediatra o la matrona.

- Un caso parecido sería tener el frenillo dental corto (el superior): esto hace que pierda constantemente el agarre. Puede mejorar simplemente modificándose la postura, aunque en caso necesario también se puede intervenir.

- También puede deberse a la ingurgitación: esto se produce los días posteriores al parto, cuando se produce la subida de la leche debido a un mal drenaje del pecho y un exceso de líquidos endovenosos durante el parto. Esto produce que el pecho esté demasiado duro y el bebé ni siquiera pueda agarrarse. Esto indica que hay un problema en la succión y es la propia ingurgitación.

- Reflejo de eyección hiperactivo: cuando a la madre le sale mucha leche de golpe y el bebé tiene problemas para gestionar ese volumen de leche.

- Macroglosia: esto es que el bebé tiene la lengua demasiado grande. Cambiar la postura puede ayudar, pero el cambio significativo se produce con el tiempo.

- Fisuras en el paladar blando: los bebés que tienen una fisura en el paladar blando pueden perder el vacío a la hora de succionar y hacer el chasquido con la lengua.


Fuentes:

Guía de lactancia materna, Asociación Española de Pediatría. http://www.aeped.es/sites/default/files/7-guia_baleares_esp.pdf

Fecha de actualización: 11-06-2020

Redacción: Irene García

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