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Triturar demasiado la comida a los bebés no les permite desarrollar la musculatura cráneo-facial

Triturar demasiado la comida a los bebés no les permite desarrollar la musculatura cráneo-facial

La doctora Elena Barbería, profesora de la Universidad Complutense de Madrid y experta en odontopediatría, ha advertido sobre el peligro de que los padres alimenten a sus hijos con "demasiadas" comidas preparadas y trituradas, como purés y papillas, ya que podría afectar a los dientes, así como a la estructura cráneo facial cuando se acostumbra a esta alimentación hasta edades cercanas a los cinco años.

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Índice

 

 

¿Por qué es malo triturar demasiado la comida?

"Antes no había batidoras tan sofisticadas y se comía lo que se podía pero ahora se les da a los niños demasiadas comidas trituradas porque los padres llegan cansados a casa o porque quieren que coman pronto para que se vayan a la cama. Entenderse humanamente, se entiende, pero eso es un problema", insiste la doctora.

Asimismo, subrayó que masticar es un ejercicio físico que desarrolla músculos vitales en el crecimiento infantil. "Si no hacemos deporte, la musculatura no se desarrolla y en la boca es igual; si toda la musculatura cráneo-facial no mastica, no desarrollamos la musculatura y no hay un crecimiento de los huesos cráneo-faciales adecuados", aclara.

Por otro lado, Barbería también resalta que existe una "tendencia a no prestar excesiva atención a los dientes de leche incluso entre algunos odontólogos". En este sentido, apunta que podría deberse a que se "desconoce la importancia de los dientes de leche para el desarrollo general del niño". Al respecto, destaca la importancia de la odontopediatría y de la atención correcta de la salud dental del niño. "No son los dientes de un niño sino un niño con dientes. El protagonista es el niño y no sus dientes", sentenció.

 

Entonces, ¿no debo dar papillas y purés a mi hijo?

Hasta los 6 meses, el bebé se alimenta exclusivamente de leche, ya sea materna o de fórmula, por lo que solo succiona para extraer la leche. Sin embargo, desde esta edad la leche no es suficiente para cubrir sus necesidades nutricionales y, además, el desarrollo de su sistema digestivo permite que pueda digerir otros alimentos diferentes.

También a los 6 meses el bebé es capaz de estar sentado, agarrar la comida con sus manitas y empiezan a salir los primeros dientes de leche, lo que hace posible empezar a darle trocitos de alimentos blandos para que comience la introducción de alimentación complementaria.

No obstante, no todos los bebés son capaces de comer trocitos a la misma edad, por lo que muchos padres recurren a los purés y papillas. Este tipo de alimentación es buena siempre que no se alargue mucho, es decir, que se vaya alternando con trocitos y que cada vez sea menos triturada para que vaya acostumbrándose a masticar y tragar trocitos. Así, se aconseja que, hacia los 12 meses, las papillas y purés dejen de ser su único modo de alimentación y, aunque se sigan dando, también s ele ofrezcan al bebé trocitos de comida.

De este modo, evitarás afectar perjudicialmente al desarrollo de su musculatura cráneo-facial y causar problemas en la mordida, la salida de los dientes de leche, el desarrollo del lenguaje, etc.

 

¿Cómo cuidar sus dientes de leche?

Por otra parte, es importante que cuides los dientes de leche de tu bebé desde el primer día. El hecho de que se vayan a caer no hace que no haya que lavarlos o vigilar la posible aparición de caries u ortos problemas. Es importante, por tanto, cepillar su dientes desde que salen y acudir al dentista al menos una vez al año.

En el caso de la aparición de caries, habría que empastarlas igualmente para causar complicaciones mayores, sensibilidad y daños a la encía, que pondría en peligro al salida de los dientes permanentes.

Al principio, debes limpiárselos tú con un cepillo con cerdas suaves y pasta con menso flúor. De 0 a 2 años debes utilizar pastas dentales con contenido menor a 1.000 ppm de flúor. De 3 a 6 años de 1.000-1.450 ppm de flúor. A partir de esta edad podrán usarse pastas con contenido en flúor> 1.450 ppm, como las de los adultos.

A medida que crezca, deberá aprender a cepillarse él mismo frotando bien cada diente. Es importante que se lave al menos por la mañana y por la noche cada día. El cepillado debe durar al menos 2 minutos. Para que aprenda a cepillarse sin dejarse ninguna pieza es recomendable que establezcas un orden metódico. Existen algunas canciones que pueden ayudarte, sobre todo al principio. Los expertos recomiendan que primero se cepillen las muelas de arriba, después las de abajo y finalmente las piezas delanteras, siempre con movimientos de abajo hacia arriba.

A partir de los 5-6 años también puede usar un cepillo eléctrico, más fáciles de usar y más eficaces. Elige uno de cabeza redondeado para que llegue a más zonas de la boca. No olvides cambiar el cepillo de dientes cada 3 meses o antes si ves que los filamentos están desgastados.


Fuentes:

Elena Barbería, profesora de la Universidad Complutense de Madrid y experta en odontopediatría.

Crissey, Pat (2006), Higiene personal, cómo enseñar normas de aseo a los niños, Barcelona, Ed. Paidós.

Fecha de actualización: 18-05-2021

Redacción: Irene García

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