El efecto padre: más relacional que material

Índice

• ¿Cómo afecta la presencia del padre en el futuro de sus hijos?
• La importancia de las relaciones personales en la infancia
• La socialidad y el significado… ¿Qué son y cómo pueden ayudar a los niños?

 

¿Cómo afecta la presencia del padre en el futuro de sus hijos?

Para comprender mejor la importancia del papel del padre en el desarrollo de sus hijos el equipo de investigadores analizó específicamente cómo la participación del padre afectaba el comportamiento del adolescente, que es un buen indicador del bienestar y el éxito futuros, durante un período de 10 años a partir de los 5 años.

Una simulación basada en sus datos indica que el aumento de la participación del padre en la educación de los hijos entre las familias de nivel socioeconómico más bajo reduce las brechas en los resultados de comportamiento (por ejemplo, agresión, depresión, delincuencia) con familias de un nivel socioeconómico más alto en un 30-50% para los niños con padres no residentes y en un 80% para niños con padres residentes. El estudio muestra que los efectos son duraderos y la presencia de un padre en la vida anterior tiene un impacto significativo en el comportamiento de la adolescencia tardía. En otras palabras, los niños que tienen problemas en la adolescencia a menudo carecían de una presencia paterna afectiva al principio de sus vidas, no solo durante la adolescencia. El apoyo en efectivo, formal o informal, tuvo poco efecto. Fue el compromiso social de los padres lo que marcó la gran diferencia.
 

La importancia de las relaciones personales en la infancia

Otros estudios realizados con agencias de servicios sociales destacan los efectos de las relaciones personales. Muchas personas sufren traumas por la inestabilidad de las relaciones, incluida la ausencia de los padres, que se remonta a la infancia. Esto a menudo dificulta a las personas por el resto de sus vidas. El apoyo material ciertamente ayuda, pero el trauma dificulta que las personas tengan una buena función ejecutiva. Los patrones familiares aprendidos u observados en la infancia también pueden dificultar que las personas rompan hábitos disfuncionales. A menudo, las personas tienen problemas para manejar sus vidas y terminan siendo incapaces de manejar los recursos que tienen, aunque la asistencia personal y relacional de las agencias de servicios sociales puede ayudar a las personas a enderezarse.

Desafortunadamente, todavía existe un desconocimiento generalizado sobre la importancia de los factores inmateriales. Se llevan a cabo pocos estudios al respecto y, muchas veces, los propios expertos pasan por alto el papel del padre, centrándose más en la madre.

Asimismo, para acabar con las desigualdades entre clases y mejorar el futuro de los menos favorecidos se hace mucho hincapié en el aspecto material y en mejorar los accesos a servicios públicos de calidad, sobre todo respecto a  la sanidad o la educación. Y si bien esto es muy importante, se dejan de lado los factores familiares y de relación, cuando son muy importantes. Los maestros, que se encuentran al frente de los problemas de conducta de los adolescentes, saben que los problemas a menudo están relacionados con la vida familiar en el hogar.

La evidencia de la influencia dominante de la familia ha estado presente desde hace mucho tiempo y se remonta al informe Coleman de 1966 que, como concluyó un estudio de 2016, "es tan convincente hoy como hace 50 años". El libro de Susan Mayer de 1997, What Money Can’t Buy, muestra que no son los ingresos familiares, sino la práctica familiar (a menudo no relacionada con los ingresos) lo que aumenta las oportunidades de vida de los niños. Una comunidad de apoyo, como vecinos o iglesias, también puede jugar un papel clave.

En última instancia, gran parte de la política pública sigue estando impulsada por un sesgo materialista. Si bien la necesidad material es importante, hace falta mejorar en la incorporación de otras necesidades humanas básicas en los programas de ayuda, como la socialidad o el significado. Estas son cosas que dan estabilidad a las personas y la capacidad de participar más ampliamente en la sociedad y eventualmente ayudar a otros.
 

La socialidad y el significado… ¿Qué son y cómo pueden ayudar a los niños?

La socialidad y el significado son más difíciles de proporcionar que las necesidades materiales. Se puede proporcionar un refugio para las personas sin hogar, pero los problemas más profundos que enfrentan muchos hombres y mujeres sin hogar, como la alienación de las comunidades y sus familias, son más difíciles de abordar. Las agencias y departamentos que brindan asistencia personal pueden ofrecer las herramientas, motivaciones y aspiraciones necesarias, desde lo práctico hasta lo espiritual.

La socialidad implica ver la sociedad como una red de relaciones, la mayoría de las cuales ocurren a través de la familia y la comunidad, pero algunas a través de las instituciones. La calidad de estas relaciones y las prácticas y valores que las orientan son clave para el bienestar de las personas y para la cultura cívica en general. Esta cultura no es fácil de manipular. Se nos puede "empujar" a hacer cosas, pero es difícil decirle a la gente que sea más responsable o entregada en sus relaciones, especialmente en una sociedad que se debate entre el individualismo y el compromiso.

Aquí es donde entra en juego el trabajo relacional. Las personas que tienen dificultades económicas o que enfrentan abuso o negligencia en sus familias a menudo se encuentran buscando ayuda de organizaciones sin fines de lucro y/o instituciones religiosas. Si se hacen bien, estas organizaciones pueden proporcionar el tipo de influencia social que las personas necesitan para convertirse en mejores miembros de la familia y pueden proporcionar los servicios necesarios a quienes los rodean, especialmente a los niños que sufren de falta de buenas relaciones. Al proporcionar tutoría, asesoramiento, entrenamiento, visitas domiciliarias, programas para padres o trabajo en grupo, las instituciones religiosas y sin fines de lucro pueden ofrecer más estabilidad relacional y financiera a los hogares donde el caos daña el desarrollo de los niños.

La naturaleza frágil de las relaciones en nuestra sociedad, tanto dentro como fuera de la familia, está en la raíz de muchos de nuestros problemas sociales. Por eso, es fundamental centrarse en la integración de los padres en las familias y promover su vínculo con los hijos y su presencia en su vida, no solo llevando dinero a casa, sino preocupándose por ellos, por su bienestar, forjando lazos familiares y relaciones unidas que potencien el desarrollo social y emocional del niño.

Volver a conectar a las personas con sus familias y comunidades debe ser prioritario en todas las sociedades.