10 consejos para padres de familia

Índice

• 1- Muestra amor a tu hijo
• 2- Dedícale todo el tiempo posible
• 3- Potencia la comunicación
• 4- Elogia sus avances
• 5- Sé un buen ejemplo
• 6- Juega y lee con él
• 7- No lo sobreprotejas
• 8- Déjale ser como quiera ser
• 9- Nadie es perfecto
• 10- Establece normas, horarios y límites

Sin embargo, si tienes dudas o te preocupa si eres un buen padre o madre o no, echa un vistazo a estos consejos que debes seguir:

1- Muestra amor a tu hijo

El amor no basta con sentirlo, hay que demostrarlo. Es fundamental que todos los días le digas a tu hijo que le quieres, le des besos, abrazos y todo tipo de muestras de cariño. Eso ayudará a fortalecer vuestro vínculo y mejorará la autoestima del niño al sentirse amado por sus padres. Además, según un estudio de la Universidad de Adelaida y la de Duke, las caricias de las madres en la niñez podrían ayudar a los niños a resistirse al consumo de sustancias adictivas en su adultez. Además, es importante que también noten amor entre vosotros y respeto, por lo que no dudes en besar o abrazar a tu pareja delante de los niños. Nada de gritos ni golpes en casa.

2- Dedícale todo el tiempo posible

Está claro que, lamentablemente, las obligaciones no nos permiten pasar todo el día con nuestros hijos, pero debes intentar pasar el mayor tiempo posible y, sobre todo, tiempo de calidad, es decir, aprovechar todos los ratos juntos para hablar con él, contarle cosas, jugar con él, hacer cosas juntos y reíros. Aprovecha incluso los momentos aburridos y rutinarios como la cena, el baño, el viaje al colegio, etc. Eso hará que vuestra vida esté llena de momentos únicos juntos.

3- Potencia la comunicación

La base de una buena relación es la comunicación, así que no olvides escuchar todos los días a tu hijo de manera activa, preguntarle cómo le ha ido el día y contarle también cosas tuyas para que haya confianza entre vosotros.

4- Elogia sus avances

No hay mejor manera de potenciar el desarrollo de tu hijo y su autoestima que mostrar tu orgullo por sus avances y todo lo que hace de manera correcta, pero tampoco debes pasarte y hacerle cree que es el mejor del mundo. Sé realista y, cuando falle, no se lo eches en cara ni le digas cosas como “qué tonto eres”. Dile de forma cariñosa y con críticas positivas lo que ha hecho mal y ayúdale a mejorar sin pisar su autoestima.

5- Sé un buen ejemplo

La forma más fácil y efectiva de educar a los niños y conseguir que sean amables y se porten bien es mediante el ejemplo. Los niños aprenden lo que ven, por lo que debes procurar comportarte de la misma forma que quieres que ellos se porten y, cuando te equivoques, reconócelo, pide perdón y dile lo que vas a hacer para solucionarlo. De esta forma, aprenderán que nadie es infalible y que de los errores también se aprende.

6- Juega y lee con él

El juego y la lectura son las mejores maneras de educar a nuestros hijos. Mediante los juegos y los cuentos se potencia y fortalece el vínculo padre-hijo y se mejoran las relaciones. Además, pueden enseñarles valores, buen comportamiento, qué hacer ante diversas situaciones, etc. No lo dudes y dedica todos los días al menos 15 minutos a jugar con tu hijo o leerle un cuento (o ambas).

7- No lo sobreprotejas

La sobreprotección no permite al niño desarrollarse ni ser responsable. Déjale tomar sus propias decisiones, equivocarse y aprender. Es importante que sepa que siempre estarás ahí si te necesita, pero no le hagas vivir en una burbuja para que no le pase nada malo ya que no se puede escapar a los problemas de la vida, es mejor aprender a afrontarlos y hacerles frente.

8- Déjale ser como quiera ser

No es conveniente que elijas sus clases extraescolares, a sus amigos o lo que debe hacer y decir en cada momento. No lo obligues a cargar con tus frustraciones ni a ser el mejor guitarrista si no le gusta tocar la guitarra. Tus sueños no tienen por qué ser los suyos. Deja que su personalidad y esencia salga a flote sin coartarla con tu educación.

Asimismo, debes respetar su ritmo de crecimiento y desarrollo y nunca exigirle algo por encima de su madurez y capacidades. No es bueno que lo presiones, pero tampoco que lo trates como a un bebé. Ayúdale en su desarrollo de manera respetuosa y no le fuerces, déjalo ir a su velocidad.  Es importante que viva y disfrute cada etapa y que no se salte ninguna.

9- Nadie es perfecto

Ni vosotros, ni tu hijo, así que no pretendas serlo ni exigirlo. Nadie lo hace todo perfecto y todos nos equivocamos, asumirlo nos hará mejores personas y padres y nos ayudará a educar a nuestros hijos. De igual modo, no pretendas que tu hijo siempre sea el primero en todo, ese nivel de exigencia puede ser muy perjudicial para él.

10- Establece normas, horarios y límites

Criar con amor no significa dejar al niño hacer todo lo que quiera, al contrario, un símbolo del amor es marcar unos límites y normas al niño que le ayudarán a saber lo que puede hacer y lo que no y las consecuencias de sus actos. De igual modo, establecer unos horarios aportará seguridad al niño y le ayudará en su crecimiento y desarrollo, así como en el establecimiento de unos hábitos saludables de alimentación e higiene.