• Buscar

¿Qué son los tubos de drenaje timpánico y cuándo se colocan en niños?

¿Qué son los tubos de drenaje timpánico y cuándo se colocan en niños?

Los tubos de drenaje timpánico, también conocidos como tubos de timpanostomía, tubos de ventilación o tubos para los oídos, son unos dispositivos que se colocan con bastante frecuencia en niños para evitar problemas habituales en el oído como las otitis de repetición.

Publicidad

Índice

 

¿Qué son los tubos de drenaje timpánico y por qué se colocan?

Estos tubos de drenaje son tubos de ventilación colocados en el tímpano para tratar ciertos problemas del oído medio.

Tienen forma de diábolo o cilindro y se colocan en la membrana del tímpano haciendo una pequeña incisión en el mismo y colocando un tubo delgado para ventilar el oído medio.

Articulo relacionado: ¿Qué son los bebés prematuros?

Su finalidad es hacer que el oído medio esté permanentemente ventilado. Esto puede ser necesario en casos de otitis media recurrente, acumulación de líquido en el oído medio, o para tratar otros problemas relacionados con la ventilación del oído (alteraciones estructurales de la membrana timpánica como es la retracción timpánica, fisura de paladar).

Normalmente se indica en casos de:

- más de 4 en 6 meses o 6 otitis en 1 año.

- si el depósito de moco permanece más de tres meses.

- si aparecen alteraciones anatómicas en la membrana timpánica.

Articulo relacionado: ¿Qué son los bebés índigos?

- si hay una pérdida de audición de intensidad moderada.

La colocación de tubos de drenaje timpánico es más común en niños, ya que sus trompas de Eustaquio (que conectan el oído medio con la parte posterior de la garganta) son más pequeñas y pueden obstruirse más fácilmente, lo que aumenta el riesgo de infecciones del oído medio.
 

¿Cómo se colocan los tubos de drenaje?

El procedimiento de colocación de estos tubos es muy sencillo. Se realiza bajo anestesia general para evitar que el niño se mueva y con la ayuda de un microscopio, se realiza una incisión en la membrana timpánica (miringotomía) para poder aspirar el contenido mucoso del oído medio y colocar el drenaje para mantener esta membrana abierta y que esté siempre ventilada. Este tubo proporciona una vía abierta para que el aire entre en el oído medio y permite que los fluidos se drenen más fácilmente. El tubo se asegura en su lugar, a menudo con un pequeño collarín o disco en el extremo exterior del tímpano. Este collarín evita que el tubo se salga antes de que cumpla su propósito.

La cirugía se lleva a cabo a través del conducto auditivo, por lo que no deja marca ni cicatriz a simple vista.

El alta se suele dar en el mismo día siempre que la anestesia se elimine correctamente y no haya ningún problema.

Tras la colocación de los tubos, el niño recuperará la pérdida auditiva si la había tenido, prevendrá nuevas otitis y evitará adherencias y erosión de la cadena osicular.
 

¿Qué cuidados se precisan tras su colocación?

El niño puede hacer vida normal tras la intervención. Es una cirugía que no suele provocar dolor, pero si el pequeño está molesto o dolorido, se le puede administrar paracetamol o ibuprofeno en la dosis indicada según su edad y peso.

A veces el profesional de medicina u otorrinolaringología receta antibióticos, ya sea de forma oral o tópica, para evitar infecciones posteriores.

Mientras los tubos estén colocados, el niño debe tener cuidado de que no le entre agua al oído, por lo que no puede sumergirse en la piscina o en el mar sin tapones hechos a medida y siempre sin introducir la cabeza en el agua. Al salir del agua, se debe secar con cuidado la cabeza del niño y luego ya se pueden retirar los tapones, secando suavemente la parte externa de la oreja con una toalla limpia.

Para ducharle, no hacen falta los tapones, pero se debe tener mucho cuidado y lavarle la cabeza poco a poco para evitar que le entre agua.

Si observas que sale algún tipo de secreción por el conducto auditivo, significa que los tubos están funcionando, sobre todo si el niño está resfriado. Si la secreción tiene un color extraño o huele mal, es aconsejable acudir al pediatra para valorar si hay algún problema.
 

¿Cuánto tiempo permanecen colocados los tubos?

Los tubos de drenaje suelen caerse durante el primer año tras su implantación. Lo más frecuente es que lo hagan en los primeros 6 meses. Cuando esto ocurre, el médico valora si es necesario volver a colocarlos no. En caso de otitis recurrente no suele ser necesario. Si se colocaron por una fisura del paladar para mejorar la audición del pequeño, puede ser necesario colocar el mismo tipo de dispositivo u otro de mayor duración, según como sea la evolución del niño. Los drenajes de permanencia larga se mantienen de tres a cinco años.


Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×