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Psicología infantil: cómo interpretar sus dibujos

Psicología infantil: cómo interpretar sus dibujos

Desde que son capaces de sostener un lápiz en sus manos, a todos los niños les encanta dibujar y plasmar en el papel todas las imágenes que pueblan sus cabecitas. ¿Significan algo estos primeros garabatos? ¿Cómo descifrarlos? ¿Se pueden descubrir en ellos rasgos del carácter de un niño?

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Indice

 

Los primeros garabatos del bebé

Estos primeros trazos sin forma ni sentido aparente (al menos para el adulto que los contempla), suelen efectuarse a partir del año y medio. A esta edad, no representan nada en concreto, aunque sí pueden dar algunas pistas sobre el temperamento y la personalidad del bebé. Asimismo, son una buena práctica para fomentar su destreza motriz y aprender a escribir en un futuro.

Entre los aspectos que hay que tener en cuenta de estos primeros dibujos están:

- La manera de agarrar los lápices. Según psicólogos expertos, si coge el lápiz de forma forzada, indicará que el niño está tenso o nervioso. Mientras que una presión adecuada indica entusiasmo y voluntad. Es importante enseñarle cómo se debe agarrar un lápiz para poder dibujar, pero sin forzarle. Tampoco le obligues nunca a pintar si no le apetece. Cualquier actividad que haga obligada, terminará por disgustarle.

- El espacio. Ocupar todo el papel indica seguridad, confianza, ganas de explorar el entorno, etc. pero si solo dibuja en una esquina del mismo, significa todo lo contrario, es decir, timidez, introversión, problemas para relacionarse, etc.  

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- La posición del dibujo. La zona elegida por el pequeño para dibujar también implica diversas cuestiones. Por ejemplo, los trazos en la parte superior de la hoja están relacionados con la imaginación, la curiosidad y el deseo de investigar. En la parte inferior, sin embargo, habla de necesidades materiales. Si el niño comienza a dibujar en el centro, indica egocentrismo (algo común por otra parte a todos los niños pequeños); si lo hace en el lado derecho, necesidad de independencia y de crecimiento, mira hacia el futuro si lo comienza en el lado izquierdo, significa que el niño aún está muy apegado a su madre y no está preparado para ser más autónomo ni crecer, mira hacia el pasado.

- Los colores. Si dibuja con lápices de colores, la elección de unos u otros también indicará ciertos aspectos del carácter del pequeño. Por ejemplo, el amarillo representa la curiosidad y la alegría; el rojo, la vida y la pasión; el azul, la paz y la tranquilidad; el verde, la sensibilidad y la intuición; el marrón, la seguridad; el naranja, la sociabilidad y la impaciencia; el negro, la inconsciencia.

- La forma y los trazos. Los trazos firmes y estables indican soltura, deseos de explorar y descubrir el mundo, predisposición a aprender nuevas cosas, etc. Los trazos rápidos implican impulsividad. Los continuos denotan docilidad, mientras que los trazos cortados revelan inseguridad e impulsividad.

En cuanto a las formas, lo normal es que cuando comiencen a pintar solo sean capaces de hacer líneas rectas. Gradualmente incorporan las formas redondeadas. Éstas indican seguridad, alegría, libertad, naturaleza extrovertida, generosidad… Mientras que los dibujos con muchos ángulos implican timidez, necesidad de protección, nerviosismo, tensión, confusión…

Por supuesto, estos significados son generales, no implican necesariamente que un niño sea tímido por dibujar formas muy angulosas o sea extrovertido por usar los círculos a menudo. Son pautas que suelen cumplirse, pero nunca obligatoriamente.

 

De los garabatos a las formas definidas

A partir de los 3 años comienza a dar forma a sus garabatos. Primero agrupa las líneas, empieza a experimentar con los círculos tan los detalles y van a apareciendo formas conocidas del mundo real. 

1- La figura humana: A partir de los 3-4 años comienza a dibujar figuras humanoides, normalmente con una cabeza y unos brazos desproporcionados. Primero sin rasgos en la cara, y a partir de los 4 años y medio, aparecen ya los ojos, la boca…

Es importante ver cómo dibuja un niño las figuras humanas, ya que simbolizan la percepción que tiene de sí mismo. La cabeza es lo primero que se aprende a dibujar, ya que es la parte del cuerpo gracias a la cual el niño “existe”, es decir, piensa y siente. Después vienen los ojos, gracias a los cuales se descubre el mundo que nos rodea. Hasta los 10 años, no dibujará una persona con todos sus elementos: brazos, piernas, manos, pies, cabello, cejas, orejas, ropa…

Según lo dibuje más o menos alto, más o menos delgado, indicará cómo se ve el niño a sí mismo físicamente. También puede tener connotaciones psicológicas: si sonríe o no, la postura en la que se halla, etc.  

2- La familia: La manera en la que dibuja a su familia también es muy reveladora, tanto, que es una de las primeras pruebas que se hace a un niño cuando debe acudir al psicólogo por cualquier tipo de trastorno o problema de conducta.

La primera persona a la que dibuje, normalmente es la más importante para él, su modelo (por lo que suele situarlo en el centro del papel). También la persona situada ala izquierda del todo es importante para él, ya que le lado izquierdo es el de los afectos.

Si se dibuja primero a sí mismo, significa que es egoísta y narcisista, demasiado centrado en sí mismo.

Si en el grupo familiar falta algún miembro, esto puede indicar varias cosas: que esté enfadado con esa persona, que esté ausente en su día a día, que le rechace por algún motivo… Y si dibuja a todos, pero a alguno le falta un brazo, o estos son demasiados cortos, significa que tiene un problema afectivo con él.

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Cuando dibuja a un miembro de la familia separado del resto, también implica problemas con esa persona, a la que quiere ver lejos del resto.

3- La casa: La casa representa la relación que mantiene con su familia, su grado de seguridad y protección,…

Por ejemplo, una casa pequeña indica un timidez e introversión, aunque también sentido familiar. Mientas que una casa grande revela un carácter extrovertido, hospitalidad y generosidad.

Un castillo puede significar dos cosas bien distintas: que el niño se ve a sí mismo como una persona fuerte, a la que le gusta mandar e imponer su opinión; o bien que se sienta insegura y necesite levantar defensas para protegerse.

Las puertas y ventanas cerradas indican introversión, dificultad para salir al mundo y separarse de su hogar.

La chimenea con humo significa calor familiar.

Muchos detalles implican capacidad de observación, preocupación por el mundo que le rodea…

 

 


Fuente: Los dibujos de los niños, Antonio Machón.

Fecha de actualización: 06-06-2020

Redacción: Irene García

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