• Buscar

Cómo ayudar a mi niño con baja autoestima

Cómo ayudar a mi niño con baja autoestima

La autoestima se entiende como la diferencia entre cómo nos vemos y cómo nos gustaría ser idílicamente. Por tanto, si pensamos que nuestro yo auténtico se asemeja a nuestro alter ego tendremos bien cuidada nuestra autoestima. Pero la autoestima no es algo que alguien posea por arte de magia; querernos a nosotros mismos es un proceso de tira y afloja que deberíamos aprender desde pequeños. Casi todos los problemas tienen una raíz de falta de seguridad en nosotros mismos ya que esto influye en casi todos los ámbitos: estar a gusto con nuestro cuerpo, con nuestras capacidades intelectuales, sociales, ser respetados, etc. Y para un niño, que aún no ha forjado su personalidad y se está abriendo a un mundo que le va a etiquetar y juzgar, se plantea como un reto mucho más grande.

Publicidad

Índice

 

¿Cómo afecta al niño una baja autoestima?

Una persona adulta tiene plena consciencia de sí misma, ha construido su personalidad y la expone al mundo casi sin dificultad. Pero en un niño que está en pleno proceso de crecimiento, su bienestar dependerá no sólo de sí mismo, sino también del entorno familiar y académico. Y ahí es donde empieza el papel de los padres y los educadores, cubrir no sólo sus necesidades materiales, sino también las emocionales: amor, cariño, atención y afecto.

Aunque no se puede tratar a todos los niños por igual independientemente de sus circunstancias y su experiencia. Un factor delimitante para la baja autoestima suelen ser situaciones de bullying, un divorcio, malos resultados académicos… En esos casos, tendremos que tratar con especial atención y delicadeza el foco del problema y potenciar aún más su auto-imagen, sin dejar de ser realistas. En niños y adolescentes es importante tener en cuenta que lo que les proporciona autoestima varía con los años: en los más pequeños puede ser la apreciación de los padres o maestros y los pequeños logros del día a día (atarse los zapatos, comer solos), pero en adolescentes puede ser cómo les ven los iguales, sus amigos y el grupo social, su necesidad de pertenencia, sin que la opinión de padres o profesores afecte de igual manera a la autoestima a como lo hacía años antes.

Es muy interesante observar ‘la historia de la autoestima’ y cómo se va modificando según vamos creciendo. Por ejemplo, antes de los 5 años los niños poseen ya una autoestima primitiva que se basa en las relaciones con su familia, en sentirse amado y protegido. Cuando alcanzamos los 5 o 6 años ya empezamos a tener consciencia real de nosotros mismos y empezamos a cuestionarnos cómo nos ven los demás. Y, por desgracia, a compararnos con ellos. Entre los 7 y los 11 años suele haber una caída en picado de la autoestima en parte por culpa de la sensación de ser evaluado constantemente y en un sistema que evalúa más los resultados y las consecuencias de los actos.

Los daños colaterales de una baja autoestima en la infancia pueden sólo ser notorios por los rendimientos académicos, la anticipación de sus fracasos y una tendencia a la negatividad. Pero el problema real son las consecuencias a largo plazo, pues si forma de esa manera su personalidad será muy difícil desprenderse de su modo de actuar en el futuro.
 

¿Cómo fortalecer la autoestima de los niños?

- El amor se demuestra: Todas nuestras acciones con nuestros hijos, desde la infancia, se deben hacer con afecto y amor. Un bebé que fue tratado con amor y afecto tendrá la sensación subconsciente de que es lo suficientemente digno e importante para ser amado. Todos aceptamos el amor que creemos merecer y tu hijo basará el resto de sus relaciones en el tipo de cariño que le hayas demostrado. Demuéstrale lo que ya sabes: que lo querrás siempre, incondicionalmente.

Potencia sus virtudes: Felicita a tu hijo. No se trata de mentir ni de ignorar otras acciones. Dejemos de tratar a nuestros hijos como balanzas entre sus buenos actos y los malos. Potencia sus virtudes siempre que sean realistas. Podemos caer en el error de desarrollarle un ego exagerado si caemos en mentiras piadosas o exaltamos cosas que no existen.

Siéntete orgulloso de lo que es, independientemente de en qué proceso evolutivo esté. Y, sobre todo: díselo.

Hazle ver que sus defectos pueden modificarse: Critica la acción, no a la persona. Hazle ver que sus defectos son sólo estados y no etiquetas de su personalidad. Tanto la educación permisiva como la descalificadora o excesivamente autoritaria pueden dañar la autoestima del niño. Los estudios han demostrado que el mejor estilo parental es el democrático que combina límites y reglas justas con un ambiente afectivo cálido.

Hazle ver que es capaz de todo lo que se proponga: Muchas veces, para que tu hijo se dé cuenta de que es capaz de cualquier cosa, necesita ejemplos prácticos. Por eso es bueno proponerle metas –¡Importante: alcanzables! – para infundirle valor y potenciar la imagen que tiene de sí mismo. Fija metas que sean acordes a la edad y sus capacidades.

Escucha activa: Solo después de que tu hijo sienta que sus sentimientos son importantes y tomados en cuenta, empezará a forjar su autoestima. Y para ello sólo es útil escucharle de verdad, con respeto y empatía.

Habla bien de él o ella en público: Que hables bien delante de la gente –sobre todo de los que él o ella considere importantes como sus abuelos, profesores, amigos…–, le hace reforzar la imagen que el mundo tiene de él.

No le compares con NADIE: Nunca compares a tus hijos con otro. Es importante hacer sentir a cada niño especial en algo, si hay hermanos dedicarles tiempo por separado también y potenciar sus puntos fuertes, fomentando habilidades e intereses. Alabar los progresos pero no compararles entre sí, porque les harás creer que su valía depende de la competencia con los demás. Generarás que tenga actitudes agresivas y cargadas de envidia.

De tal palo, tal astilla: Nunca olvides de que ellos aprenden casi todo a base de imitación. Por eso, los padres que carecen de suficiente autoestima tendrán dificultades para mejorar la de sus hijos. Debemos saber proyectar una autoimagen positiva de sí mismos, sentirse bien. El niño acabará adoptando el lenguaje que le rodea como suyo e imitará los procesos mentales que tú le enseñes indirectamente. Por eso, si quieres que se quieran… Quiérete.


Fuentes:

Programa de salud infantil y adolescente, "Cómo fomentar la autoestima en el niño/a" https://www.spapex.es/psi/autoestima.pdf

Fecha de actualización: 07-07-2022

Redacción: María Segura

Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×