Campamentos de verano

Índice

• Beneficios de los campamentos de verano
• ¿A qué edad pueden los niños ir de campamento?
• ¿Cómo saber si mi hijo está preparado para ir de campamento?

 

Beneficios de los campamentos de verano

Una de las alternativas a la que pueden acudir padres y madres son los campamentos de verano. Se trata de una opción que suele transcurrir en períodos de una semana, en quincenas e incluso un mes. Además, es una opción lúdica y divertida que se convertirá en una experiencia inolvidable para los más pequeños.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que los campamentos de verano son un espacio de convivencia en el que nuestros hijos e hijas se relacionarán con niños y niñas de edades similares, de distinta procedencia y cultura, lo cual proporciona una riqueza y aprendizaje que incorporarán y utilizarán a lo largo de su vida. 

También, los campamentos de verano suponen un entorno de diversión en el que se realizan diversas actividades que potencian el trabajo en equipo, esfuerzo, compromiso y respeto, entre otros. Además, el tiempo que nuestros hijos e hijas permanezcan en él se brindará como una oportunidad de madurez y desarrollo personal, ya que es posible que por primera vez se encuentren lejos de vosotros, y tengan que enfrentarse a situaciones novedosas tales como dormir sin esa lamparita de noche a la que están acostumbrados o comer alimentos que hasta ahora no habían probado, por ejemplo.  
 

¿A qué edad pueden los niños ir de campamento?
 

La mayoría de los campamentos ofertan plazas para niños a partir de 5 o 6 años. No obstante, para niños más pequeños existe la posibilidad de ir a campamentos de día, es decir, pasar el día en un campamento urbano en el que hacen actividades y juegos, pero luego sus padres los recogen para ir a casa a dormir. Estos campamentos suelen estar disponibles para niños desde 2 o 3 años.

Por eso, si tu hijo tiene menos de 5 años es difícil que encuentres un campamento de verano al que se pueda ir durante una o dos semanas, aunque puedes buscar por si encuentras alguno que admite niños de menos de esa edad.

El motivo de no admitir a menores de de 5 o 6 años es que los niños pequeños pueden tener problemas para dormir lejos de sus padres o echarles mucho de menos, lo que podría hacer que el niño lo pasara realmente mal. Y los campamentos buscan beneficiar al niño, por lo que debe estar preparado antes de apuntarle a alguno.
 

¿Cómo saber si mi hijo está preparado para ir de campamento?
 

- Primero, ten en cuenta una serie de aspectos acerca de tu hijo: ¿Tiene ilusión por ir o se muestra reacio? ¿Es muy tímido e introvertido? ¿Controla sus esfínteres por la noche? ¿Duerme con facilidad o se despierta todas las noches llamándoos? ¿Come bien? Etc.

- Antes de apuntarle, habla con él y pregúntale su opinión. Explícale claramente qué es un campamento y que estará varios días durmiendo en otro sitio y sin veros. Debe tenerlo claro y saber lo que le espera para que no se lleve un desengaño.

- Enséñale fotos del sitio al que queréis que vaya o, si es posible, llévale para que vea las instalaciones y se haga una idea más clara de lo que le espera. Háblale también de las actividades y de los beneficios de ir a un campamento: lo mucho que se va a divertir, las actividades que va a hacer, los amigos que va a encontrar… Si tú fuiste a uno, puedes contarle tus propias experiencias. Así, tendrá más ganas de conocer y disfrutar de esta nueva experiencia y de todas las aventuras que le esperan.

- Los primeros días es normal que esté un poco más triste, así que no te extrañe si llora o se pone nostálgico al hablar contigo por teléfono. Lo normal es que se le pase en cuanto se ponga a jugar de nuevo con los demás niños. Mientras los monitores no te digan lo contrario, no debes decirle que irás a por él, ya que puede aceptar tu oferta en un momento de debilidad, aunque realmente esté disfrutando.

- Puedes hacer con él la maleta para que elija las prendas que más le gusten. Además, al guardar los bañadores y otras prendas, se dará cuenta de que va a pasárselo muy bien. Recuerda que debes marcar todas sus pertenencias con su nombre y apellidos.

No obstante, si llora todos los días, te pide no ir e incluso tiene pesadillas pensando en el campamento, puede que no esté preparado y no debas obligarle. Espera a otro año y no le lleves a la fuerza, ya que lo normal es que la experiencia sea mala y no quiera repetir nunca más. Es mejor que su primer campamento sea cuando de verdad esté preparado.