¿Por qué los adolescentes no desayunan?

Índice

• La importancia del desayuno en niños y adolescentes
• ¿Por qué los adolescentes no desayunan?
• ¿Qué puedo hacer como padre?

 

La importancia del desayuno en niños y adolescentes

Tanto nosotros como nuestros hijos adolescentes hemos escuchado hasta la saciedad eso de: ‘’El desayuno es la comida más importante del día’’, y la verdad es que no le falta razón.

Un día de retos, aprendizaje y dificultades no se afronta igual con el estómago vacío. Los buenos alimentos son la gasolina del cuerpo. Aquí van varias razones por las que un desayuno nutritivo puede ayudar al adolescente a rendir más en la escuela y ser más productivo:

- Proporciona energía: junto con el sueño y el ejercicio, el desayuno es una de las mejores formas de recargar las pilas. Es la oportunidad perfecta para obtener carbohidratos que aumentan la energía como pan integral, avena y frutas. Crea un desayuno con poder de permanencia utilizando combinaciones de proteínas y carbohidratos como frutas y yogur, cereal integral con leche…¡No podrá resistirse!

- Concentración mejorada: los estudios sugieren que tomar un desayuno nutritivo mejora la función cerebral, en particular la memoria y el recuerdo. Esto es esencial para absorber nuevos conocimientos y aplicarlos más tarde para un examen importante.

- Mejores notas: las investigaciones muestran que los estudiantes que desayunan se desempeñan mejor académicamente. No se comprende completamente por qué, pero los científicos creen que puede deberse a que el desayuno proporciona nutrientes esenciales al sistema nervioso para acelerar el poder cerebral. O la explicación podría ser simplemente que el desayuno alivia el hambre y el rugido de la barriga, lo que puede distraer e interferir con el rendimiento académico, el comportamiento y la autoestima.

- Peso saludable: los que no desayunan tienden a pesar más que los que desayunan con regularidad. Además, quienes comen por la mañana tienden a elegir alimentos más saludables a lo largo del día, lo que puede tener un impacto positivo en el peso y la salud a largo plazo.
 

¿Por qué los adolescentes no desayunan?

No solo los adolescentes, sino los niños de todas las edades pueden poner en algún momento de su vida excusas para no desayunar.

Cuanto más mayores se hacen, más ocupados están con actividades extraescolares, deberes y vida social, por lo que se van a dormir más tarde. Si esto sucede, duermen poco y se levantan con el tiempo justo para vestirse e irse directamente a la escuela.

Su excusa es que prefieren dormir 15 minutos más a despertarse para desayunar. Otra excusa común es que no tienen hambre y que prefieren comer algo en el descanso entre clase y clase.

Pero no debería ser esta la excusa que más nos preocupe. Muchas veces los adolescentes pueden saltarse comidas por otras razones que no son falta de tiempo: como falta de apetito debido al estrés o a algún problema o autorrestricciones para bajar de peso.

El estrés es uno de los grandes enemigos del cuerpo, ya que en ocasiones cierra por completo el apetito, y a las horas provoca ansiedad que lleva a atracones. Como es normal, el cuerpo no suele reaccionar bien a esto, encontrándose más cansado y fatigado.

Es importante vigilar de cerca que los adolescentes no estén saltándose comidas continuamente ya que esto puede acabar en un trastorno alimenticio. Tener una charla con nuestro hijo y ayudar a que mantenga buen relación con la comida es crucial para evitar estos problemas en el futuro.

 

¿Qué puedo hacer como padre?

Después de saber lo importante que es el desayuno para el desarrollo y rendimiento de tu hijo, es normal que quieras asegurarte de que come algo antes de ir al colegio o instituto.

Un truco es despertar interés por el desayuno para que este se convierta en un hábito. Por ejemplo, si le gustan las tostadas, prepararlas por la mañana con sus ingredientes favoritos. El olor a pan recién tostado combinado con el olor a su bebida favorita para el desayuno harán que no se pueda resistir.

Con el tiempo será él mismo quien necesite por norma realizar el desayuno.

Otra idea es que el desayuno sea un momento breve de reunión para la familia en el que podáis contaros vuestros planes y aspiraciones para el día. Si el adolescente se siente a gusto en esta conversación, levantarse pronto para desayunar será mucho más llevadero.

Por el contrario, si ves que después de varios intentos tu hijo sigue sin desayunar o se salta otras comidas, es importante primero que tengas una conversación con él para detectar posibles problemas y  a continuación que le chequee un médico por si tuviera algún déficit nutricional.