Embarazo y dolor de espalda
La lumbalgia gestacional es frecuente en la última fase del embarazo, afectando a casi la mitad de las mujeres en estado.
Índice
- Causas del dolor de espalda
- ¿Qué se debe hacer para aliviar el dolor de espalda en el embarazo?
- ¿Cuándo debo consultar con mi médico?
- ¿Puede tratarse de otra cosa?
Causas del dolor de espalda
La lumbalgia es un dolor que aparece en la parte baja y central de la espalda y que puede o no irradiarse hacia los lados. Aumenta al estar de pie o andando. La lumbalgia aparece en el 80% de las gestantes.
El dolor de espalda es una consecuencia del aumento de peso que se experimenta durante la gravidez. Este provoca un desplazamiento del centro de gravedad y a su vez un mayor incremento de la curvatura natural de la columna vertebral. Es lo que se conoce como hiperlordosis y es la responsable de la aparición de intensos dolores lumbares.
El dolor de espalda en el embarazo es una molestia que aparece en la parte baja y central de la espalda y que puede no irradiarse hacia los lados. Es un dolor que aumenta al estar de pie o caminando.
Por eso, a medida que el peso aumenta por la parte delantera, se vuelve necesario cuidar la espalda para prevenir o paliar esta situación haciendo ejercicios específicos y vigilando la postura.
¿Qué se debe hacer para aliviar el dolor de espalda en el embarazo?
Entre las medidas más importantes a adoptar se encuentran aquellas centradas en el control de la dieta y la práctica de ejercicio físico.
En lo que se refiere a la alimentación es fundamental llevar unas pautas saludables que eviten coger más peso del que se debe.
Lo primero que se debe hacer es practicar una buena postura. A medida que el bebé crece, tu centro de gravedad se desplaza hacia adelante y es posible que para evitar caerte te inclines hacia atrás para compensar el peso. Esto puede llegar a sobrecargar los músculos de la espalda lumbar y contribuir al dolor de espalda en el embarazo. Para conseguir una buena postura debes:
- mantenerte erguida con la espalda recta
- mantener el pecho elevado
- mantener los hombros hacia atrás y relajados
- no trabar las rodillas
Al estar de pie lo mejor es que te mantengas con los pies cómodamente separados, así conseguirás un mejor apoyo. Si necesitas estar de pie durante periodos prolongados, apoya un pie en un taburete bajo y toma descansos frecuentes.
Recuerda que la buena postura también implica sentarte bien. Elige una silla que sostenga tu espalda o coloca un almohadón detrás de la espalda.
Cuando vayas a levantar un objeto pequeño, ponte en cuclillas y levántate con las piernas. No flexiones la cintura ni hagas fuerza con la espalda.
Utiliza zapatos con tacones bajos, no planos, y es mejor si tienen una plantilla ortopédica. Evita los tacones altos ya que pueden desplazar más el peso hacia adelante y hacer que te caigas.
Puedes considerar usar una faja de sujeción para embarazadas. Existen pocas investigaciones sobre la eficacia de las fajas de sujeción para embarazadas, a algunas mujeres les resulta útil el apoyo adicional que proporcionan.
En cuanto al ejercicio físico, las matronas recomiendan que las mujeres salgan a caminar durante media hora o una hora al día. También realizar ejercicios suaves para estirar la espalda (por ejemplo la postura del gato) y mantenerse erguida, con los hombros hacia atrás y el trasero hacia dentro, dirigiendo el coxis hacia delante. De esta forma se evita sobrecargar la espalda y adoptar una postura perjudicial para la columna.
Disciplinas como el pilates o el yoga son idóneas igualmente para aquellas mujeres embarazadas con dolores de espalda. Además, serán muy útiles durante el parto. Los ejercicios que se practican mejoran la postura fortaleciendo los músculos de la espalda y del abdomen. Asimismo proporcionan flexibilidad y equilibrio, a la vez que aumentan la sensación de bienestar, aliviando la tensión y los dolores musculares.
Recuerda dormir de costado, no boca arriba. Mantén una o las dos rodillas flexionadas. Puedes considerar usar almohadas para embarazadas o de apoyo entre las rodillas flexionadas, debajo del abdomen y detrás de la espalda.
Si bien hay ocasiones en que el dolor lumbar impide seguir estas indicaciones. En estos casos se recomienda el uso de fajas específicas para el embarazo que sujeten la zona lumbar sin presionar al feto.
También la aplicación de calor local sobre la zona lumbar puede aliviar las molestias gracias a la sensación de relajación debida a su efecto descontracturante.
Algunas investigaciones sugieren que la acupuntura puede ser eficaz para aliviar el dolor de espalda durante el embarazo. El tratamiento quiropráctico también podría brindar alivio, pero hace falta más investigación al respecto, así que consulta antes a tu médico.
Estos dolores suelen durar hasta el parto.
¿Cuándo debo consultar con mi médico?
Si tu dolor de espalda durante el embarazo es intenso o persiste por más de dos semanas, habla con tu médico. Este podría recomendar medicamentos como paracetamol o acetaminofeno u otros tratamientos.
Ten en cuenta que el dolor de espalda puede significar una señal de parto prematuro o de infección de las vías urinarias.
Comunícate con tu médico de inmediato si el dolor de espalda está acompañado de sangrado vaginal, fiebre o sensación de ardor al orinar.
¿Puede tratarse de otra cosa?
Existen otras causas del dolor de espalda en el embarazo:
- Ciática: este dolor aparece en la parte superior del glúteo y puede irradiarse por la cara posterior del muslo, la pierna hasta el pie. Esto aparece en el 35% de las mujeres embarazadas y se debe a la compresión de los nervios ciáticos en su salida por el sacro que está en una posición forzada. Las prevenciones para la ciática son las mismas que para la lumbalgia. Si aparecen ciática y lumbalgia a la vez se llama lumbociática.
- Dorsalgia: este dolor se presenta en la parte superior de la espalda. Esta es debido a las contracturas musculares que se originan debido a la mala posición. Para evitar estos dolores, se recomienda cuidar la postura mientras estás sentada. Además, los masajes de calor local, pueden aliviar estos dolores.
- Dolor costal: es la neuritis intercostal y se debe a la inflamación de alguno de los nervios que se encuentran entre las costillas. Esto suele aparecer en el tercer trimestre del embarazo cuando el útero ya ha desplazado los órganos abdominales de la embarazada. Esta presión sobre los nervios intercostales puede producir mucho dolor, generalmente solo en un lado del tórax, desde delante hacia la espalda, aunque también produce escozor, una sensación parecida a cuando rozas tu piel. Si aparece este dolor se recomienda que se levante el brazo del lado afectado y te sientes recta para alejar al máximo las costillas del útero. Puede aplicarse calor local.
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Embarazo y aumento de peso van de la mano ya que es muy importante contolar al máximo cuántos kilos se van adquiriendo para evitar coger más de los precisos. Un aumento de peso elevado puede causar problemas de salud tanto a la madre como al feto.
Fuentes:
Scielo: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75262007000400010
Fecha de actualización: 01-03-2021
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