Síntomas de la toxoplasmosis

Indice

• ¿Cómo saber que estoy infectada de toxoplasmosis?
• Pruebas médicas para detectar la infección
• Toxoplasmosis adquirida durante el embarazo
• Medidas de prevención de la toxoplasmosis
• ¿Qué le puede ocurrir al bebé si la embarazada se infecta?

 

¿Cómo saber que estoy infectada de toxoplasmosis?

Aunque las consecuencias de padecerla no son graves para la mayoría de las personas, si el parásito se contrae durante el periodo gestacional el riesgo de transmitirlo al feto es grande, y en este caso los efectos sí serían fatales.

Por desgracia, los síntomas de la infección, que en toda enfermedad alertan de su presencia, no son muy evidentes. Esta patología se caracteriza por ser asintomática (lo es en prácticamente la totalidad de los casos), o por manifestarse de forma muy sutil, razón por la cual pasa desapercibida la mayor parte de las veces. Y además porque comparte síntomas con enfermedades tan comunes como la gripe. Con lo que no es extraño que se confunda con un episodio gripal o un catarro.

Igualmente en las situaciones en las que las señales son más claras, suelen revelarse al cabo de dos a tres semanas tras haberse producido la infección, por lo que de detectarlas también se hace difícil identificar la causa.

Los síntomas de la infección por toxoplasmosis incluyen:

- Fiebre

- Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello

- Dolor de cabeza

- Dolor de cuello

- Dolores musculares

- Cansancio general

- Síntomas similares a los del resfriado

 

Pruebas médicas para detectar la infección

Dado que los síntomas no son un medio fiable para diagnosticar una contaminación por toxoplasma, para advertir su presencia se realizan, a la embarazada, análisis serológicos, como parte de las pruebas prenatales rutinarias y obligatorias.

Un resultado positivo implica que ya se ha contraído la enfermedad anteriormente, pues el organismo, según el análisis de sangre, ya tiene anticuerpos. Por lo tanto la mujer estaría inmunizada y no correría ningún peligro de adquirirla.

Si por el contrario el análisis da negativo, significa que no hay anticuerpos contra la enfermedad. No se ha pasado y no se está inmunizada, por lo que la mujer puede estar expuesta a la infección si no toma medidas de prevención.

El ginecólogo determinará cuándo repetir las pruebas a lo largo de todo el embarazo para controlar una posible infección mediante los análisis del sistema inmunitario. 

 

Toxoplasmosis adquirida durante el embarazo

Si en un primer examen de medicina no se han detectado anticuerpos de toxoplasmosis y en los siguientes se confirma que existe infección, la enfermedad se habrá contraído durante la gestación. En estos casos se suele administrar a la futura madre un tratamiento antibiótico, mientras se valoran los posibles riesgos fetales con ecografías y amniocentesis. Si el feto ha sufrido algún perjuicio, la madre puede decidir interrumpir el embarazo. Si no ha habido daños, el tratamiento antibiótico se mantendrá hasta el parto.

 

Medidas de prevención de la toxoplasmosis

Alimenticias: se recomienda evitar el consumo de carne cruda o poco hecha (la cocción acaba con el parásito), especialmente la de cerdo y cordero. Por lo tanto, no comas carne poco cocinada, embutido ni huevos crudos.

También se debe extremar el lavado de verduras y frutas si se van a comer crudas.

Debes tener cuidado también con la contaminación cruzada, evitando usar el mismo cuchillo para la verdura y la carne, por ejemplo, o la misma tabla de cortar.

Higiénicas: utilizar guantes si se trabaja en el jardín o huerto o si se está en contacto con tierra. Del mismo modo es conveniente lavarse bien las manos si se tiene gato en casa, después de acariciarle o limpiar su arenero.
 

¿Qué le puede ocurrir al bebé si la embarazada se infecta?

La toxoplasmosis es una enfermedad leve para la madre, de hecho, muchas veces pasa desapercibida y confundida con un resfriado o una gripe, pero es muy grave para el feto, pudiendo causar abortos, lesiones en los ojos, ceguera y daños irreversibles en su sistema nervioso central.

Durante el primer trimestre las posibilidades de contagio del feto si contraes la toxoplasmosis son menores, solo de un 15%, frente al 30% en el segundo trimestre o el 65% en el tercero, pero las complicaciones son mucho mayores.

La mayoría de los bebés no presentan síntomas al nacer, pero podrán desarrollar los efectos de la infección más adelante. Las señales principales de que el bebé tiene toxoplasmosis congénita son:

- Esplenomegalia (agrandamiento patológico del bazo) y hepatomegalia (agrandamiento del hígado)

- Vómitos

- Daño ocular causada por la inflamación de la retina u otras partes del ojo

- Problemas de alimentación

- Hipoacusia (pérdida de audición)

- Ictericia (piel amarilla)

- Bajo peso al nacer

- Erupción cutánea en el nacimiento

- Problemas de visión

- Convulsiones

- Discapacidad intelectual

- Hidrocefalia

- Microcefalia o macrocefalia

Si el feto se ha contagiado, también puede tratarse con antibióticos, tanto dentro del útero como cuando nace.

Posteriormente, durante la lactancia, no existe riesgo de infección.