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Riesgos de la diabetes gestacional para el bebé

Riesgos de la diabetes gestacional para el bebé

Durante el embarazo, el organismo femenino cambia vertiginosamente y es posible que aparezcan padecimientos que nunca antes se habían manifestado, como la diabetes gestacional.

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¿Qué es la diabetes gestacional?

La doctora Alicia Yépez, endocrinóloga del Corporativo Hospital Satélite (México), explica: “Durante el embarazo se producen muchas hormonas, como las del crecimiento, que son indispensables para formar un ser en el útero; este proceso de cambio provoca que la insulina no sea tan eficiente como antes y no alcance a controlar los aumentos de glucosa en la sangre”.

Según la especialista, este tipo de diabetes no da síntomas, a diferencia de la diabetes ordinaria, por eso el médico se debe guiar por los antecedentes familiares o físicos de la paciente para realizar los estudios necesarios. A diferencia de la diabetes tipo I y II, “la gestacional desaparece después del parto, pero puede dejar secuelas. Al menos 50% de las mujeres que la presentan pueden desarrollar diabetes tipo II a mediano plazo y en 10 años se estima que el 90% de ellas la padecerán, a menos que modifiquen su perfil con dieta, actividad física, control en triglicéridos y colesterol”, asegura Yépez.

 

Los riesgos de la diabetes gestacional

La detección temprana de cualquier desajuste durante el embarazo puede evitar problemas graves, tanto para la mamá como para el bebé. La doctora comenta que si no se da un tratamiento a la diabetes gestacional, la madre puede presentar preeclampsia o crisis convulsivas.

Cuando la futura mamá no lleva el control correcto de su glucosa, las repercusiones recaen también sobre su hijo. La doctora Yépez expresa que “el riesgo de que el bebé nazca con alguna malformación es cinco veces mayor. Además, al nacer puede presentar hipoglucemia neonata, porque el desarrollo del bebé se genera en un ambiente con exceso de glucosa y al momento que se corta el cordón umbilical se pierde el suministro de azúcar. También se puede presentar una sobreformación del páncreas y, como consecuencia, se provoca un parto prematuro y complicaciones durante el mismo”.

“Los niños que provienen de madres con diabetes son bebés grandes, de más de cuatro kilos, debido a que la insulina es una hormona anabólica que aumenta el tamaño de los bebés y puede provocar, del mismo modo, nacimientos prematuros. En mujeres muy descontroladas, se da el caso contrario: los niños nacen con bajo peso porque la insulina no llega al bebé, pues tienen que satisfacer las necesidades de la madre.”

La diabetes gestacional también condiciona a futuro la salud y el metabolismo del recién nacido. De acuerdo con la especialista, lo pone en mayor riesgo de padecer diabetes tipo II durante su vida adulta o a partir de la adolescencia, cuando hay un cambio hormonal drástico.
 

El mito de la insulina

La diabetes es una enfermedad que puede ser controlada, pero depende de los buenos hábitos del paciente; si bien, en el caso del tipo gestacional no hay diferencia. “Entre 70 y 80% de las pacientes embarazadas pueden controlarse por medio de dieta y ejercicio. Deben medir la glucosa en ayuno una hora después de los alimentos; si el resultado es igual o menor a los 130, indica que hay un buen control y no hay riesgo”, comenta la doctora Yépez.

Cuando la paciente no logra un buen control de la glucosa, se debe recurrir a un tratamiento médico y la opción más viable es el uso de insulina. Existen muchos mitos con respecto a esta hormona, pero la endocrinóloga comenta: “Todos producimos insulina para mantener los niveles de azúcar normales. La insulina es el tratamiento más natural que se puede utilizar durante el embarazo porque, a diferencia de los medicamentos, no contiene químicos y es lo más parecido a lo que produce el cuerpo”.

Sobre este tratamiento Yépez explica: “La insulina es un recurso que se utiliza desde 1920 y se ha ido perfeccionando. La gente asocia a la insulina con la ceguera y la amputación porque antes se dejaba como último recurso en el tratamiento de la diabetes, cuando los pacientes ya tenían complicaciones severas. La insulina se utiliza para que el paciente tenga niveles de glucosa lo más parecidos a los normales”.


¿Y si ya soy diabética?

Para las mujeres que ya están declaradas como diabéticas y deciden embarazarse, la doctora Yépez recomienda: “Estar bajo vigilancia médica seis meses antes de embarazarse, llevar un buen control de la glucosa, tener un peso corporal lo más cercano a lo ideal, para no tener consecuencias por el aumento de peso que genera el embarazo. Tener una hemoglobina glucosilada de 6,5% y cambiar el medicamento de control por insulina, ya que todavía no hay uno seguro que se pueda administrar durante la gestación”.

La doctora también aconseja, tanto para las embarazadas con diabetes gestacional como para las diabéticas, tomar ácido fólico, una dieta equilibrada y ejercicio físico de bajo impacto como Pilates y yoga. Y además recalca: “Estas mujeres deben evitar carbohidratos simples como dulces, chocolates y refrescos, que finalmente no nutren y solo las ponen en riesgo de aumentar de peso. Cuidar las porciones de arroz, cereales dulces, patatas y pan, que son de alto índice glucémico. Preferentemente no deben consumir sustitutos de azúcar, porque hay estadísticas que muestran que ese sabor artificial aumenta la necesidad de comer más”.

Las mujeres que tengan factores de riesgo deben buscar la ayuda de un especialista, idealmente un endocrinólogo, o un especialista en diabetes o medicina interna. Si no cuentan con un especialista, deben apoyarse en el ginecólogo y un nutricionista para llevar un embarazo vigilado y evitar complicaciones.
 

Puedes padecer diabetes gestacional si…

- Tienes familia directa que ya padece diabetes (madre, padre o hermanos)

- Presentas sobrepeso u obesidad

- Tienes hijos que pesaron más de 4 kilos al nacer

- Tuviste diabetes gestacional en un embarazo previo

- Padeces Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP)

- Eres hipertensa
 

Detección de la diabetes gestacional

La diabetes gestacional se puede detectar por medio de la medición de glucosa en sangre. La paciente debe ingerir una carga de 50 g de glucosa y se le tomará la muestra de sangre una hora después de la ingesta, si el valor es mayor a 140 mg/dL se debe hacer una prueba de confirmación. 

La prueba de confirmación del diagnóstico consiste en darle a la paciente 100 gramos de glucosa y verificar los valores en la sangre.

 

Después de:           

Valor menor a:

1 hora

180 mg/dL

2 horas

150 mg/dL

3 horas

130 mg/dL


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La adquisición de más kilos durante el embarazo de los debidos puede ser la causa de una serie de problemas de salud tanto para la madre como para el bebé. Por ello es importante controlar este aspecto desde el mismo inicio de la gestación.

Fuentes: Alicia Yépez, endocrinóloga del Corporativo Hospital Satélite (México).

Fecha de actualización: 27-08-2020

Redacción: Irene García

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