¿Puede una embarazada usar ventolín?

Índice

• ¿Qué es el asma?
• ¿Qué riesgos puede causar el asma en el embarazo?
• Por lo tanto, ¿debo usar o no ventolín en el embarazo?
• Otros consejos para las mujeres asmáticas

 

¿Qué es el asma?

El asma es una enfermedad bronquial de carácter crónico, lo que significa que las mujeres que la padecen la continúan teniendo si se quedan embarazadas. Además, el asma es una de las enfermedades pulmonares que con mayor frecuencia pueden afectar a la gestación, causando complicaciones entre un 4 y un 7% de los casos, por eso, es fundamental que, si una mujer con asma se queda embarazada, consulte a su médico cuanto antes cómo debe ser el tratamiento en estos meses, puesto que el control de la enfermedad es fundamental para evitar complicaciones serias.

El aumento de los niveles hormonales, los cambios en la estructura torácica, el desplazamiento de ciertos órganos por el crecimiento del útero, la modificación de la respiración y el aumento de la producción de dióxido de carbono pueden afectar al curso de esta enfermedad en el embarazo, aunque no ocurre igual en todas las gestantes. Así, los estudios muestran que un tercio de las mujeres mejora, otro tercio permanece igual y el tercero empeora. Por supuesto, cuanto más grave sea la enfermedad de normal, más posibilidades de complicarse en el embarazo; mientras que los cuadros leves no suelen presentar problemas.

¿Qué riesgos puede causar el asma en el embarazo?

Entre los principales riesgos del asma en el embarazo, sobre todo si no se trata y controla adecuadamente, encontramos:

- Hipoxia o falta de oxígeno al bebé si la madre sufre una crisis agua de asma y le falta el aire. La falta de oxígeno al feto puede incluso poner en riesgo su vida.

- Riesgo bajo de mortalidad perinatal, tanto en el útero como nada más nacer.

- Mayores posibilidades de parto prematuro.

- Bajo peso al nacer o retardo en el crecimiento intrauterino.

- Mayor riesgo de sufrir retención de líquido y edemas para la madre-

- Aumento de la posibilidad de sufrir preeclampsia.

- Parto más largo.

Por lo tanto, ¿debo usar o no ventolín en el embarazo?

La respuesta es sí puesto que, como hemos visto, los riesgos de no tratar el asma son mucho mayores a los posibles efectos secundarios que puede causar este fármaco, el albuterol, en cualquiera de sus presentaciones.

Este tipo de fármacos ayudan a mantener abiertas y funcionales las vías aéreas, lo que permite que al bebé le llegue un aporte adecuado de oxígeno a través de la placenta, evitando la hipoxia y el resto de las complicaciones.

Además, este tipo de fármacos y otros similares se utilizan habitualmente de forma segura en las embarazadas con otros fines, como madurar los pulmones del feto prematuro o parar un parto prematuro. Por eso, no hay ningún problema en que lo uses en el embarazo si sufres una crisis asmática, aunque debes consultar a tu médico al empezar el embarazo la dosis adecuada durante la gestación.

Otros consejos para las mujeres asmáticas

- Debes acudir al menos una vez al mes a revisión para que comprueben que todo marcha bien. Se considera un embarazo de cierto riesgo, por eso las revisiones deberán ser más frecuentes.

- Lleva siempre contigo el ventolín por si sufres una crisis asmática.

- Si padeces síntomas a menudo necesitarás medicación diaria. En este caso se suelen administrar corticoides inhalados (budesónida), que se ha demostrado que es seguro y eficaz en el embarazo.

- Si a pesar de todo el asma persiste, se deberá aumentar la dosis de corticoides inhalados, además de usar broncodilatadores a menudo como el albuterol, pero de acción prolongada.

- A no ser que sea necesario, es mejor evitar los corticoides por vía oral, aunque siempre es más peligrosa una crisis asmática no controlada que los posibles efectos del medicamento.

- Intenta evitar, en lo posible, las crisis asmáticas evitando la exposición al polvo, el consumo de tabaco o enfermedades que pueden provocar crisis como la gripe.

- Puedes usar, por tanto, un nebulizador sin ningún problema, teniendo siempre en cuenta la dosis indicada por tu médico. Puedes usar boquilla o mascarilla, como te sientas más cómoda, no hay inconveniente en ninguno de los dos.