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Asma en el embarazo

Asma en el embarazo

El asma es una enfermedad bronquial de carácter crónico; es decir, que aquellas mujeres que lo padecen, en caso de quedar en estado, seguirán sufriendo esta patología mientras dure el embarazo, con los riesgos que esto supone tanto para su salud como para la del bebé que esperan.

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Indice

 

El asma durante el embarazo

Es una de las enfermedades pulmonares que con más frecuencia impide el buen desarrollo de la gestación. Entre un 4 y un 7% de las mujeres presentan complicaciones en el transcurso de ésta, por ello en el embarazo es más importante que nunca tanto el control de la enfermedad como el de su tratamiento y de los efectos de éste sobre el feto.

Los cambios que ocurren a lo largo del embarazo, y como consecuencia de éste, interfieren en las enfermedades previas de la madre, especialmente en las que afectan a las vías respiratorias, como el asma. El aumento del nivel hormonal, los cambios en la estructura torácica, el desplazamiento de ciertos órganos por el crecimiento del útero, el incremento de la producción de dióxido de carbono, la modificación de la respiración (hiperventilación) y otros efectos derivados de la gestación complican la patología, obstaculizando el bienestar materno.

Pero la manifestación del asma varía en una mujer y otra. Según la Dra. Carmen Vidal Pan, médico especialista en alergología y jefe del servicio de Alergia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, el comportamiento del asma en el periodo gestacional sigue la llamada regla de los tercios: Un tercio de las mujeres mejora, otro tercio permanece como estaba y el otro tercer tercio empeora. Y se repite también en los embarazos siguientes. Ocurre además, que los casos más graves de asma tienden a empeorar en el embarazo mientras que los cuadros más leves suelen mantenerse estables. Por eso es vital tener en cuenta esto si el estadio de la enfermedad previa al embarazo era severo, ya que la posibilidad de padecer una crisis que requiera intervención médica en estos casos es muy alta.
 

Riesgos para el feto

El asma también influye en el embarazo complicándolo y multiplicando los riesgos para el bebé que se espera. Entre otros el de sufrir una hipoxia fetal pues al ver limitada su capacidad para respirar, la madre no puede asegurar al feto el aporte adecuado de oxígeno (hipoxia) que éste ha de recibir constantemente a través de la placenta, lo que es sumamente perjudicial para su desarrollo, llegando a poner en peligro su vida.  

Hay un cierto riesgo por lo tanto de mortalidad perinatal, en el útero como después de nacer. Igualmente los bebés de madres asmáticas tienen mayor probabilidad de nacer prematuramente, tener bajo peso al nacer o presentar retraso de crecimiento intrauterino.

 

Riesgos para la madre

Las posibles molestias y trastornos propios de este periodo pueden incrementarse si además se padece asma. Hay más posibilidades de sufrir retención de líquidos y edemas, así como hipertensión o preeclampsia.

El parto también puede complicarse, alargando el trabajo del mismo o adelantándolo.  

 

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Tratamiento. ¿Conviene suspender la medicación?

Deberá ser el médico especialista quien valore cada circunstancia particular y decida, según se comporte el asma en cada situación, qué hacer y qué medicación administrar.

Prácticamente todos los medicamentos tienen efectos secundarios, y los empleados para tratar el asma especialmente, si bien, al sopesarse la relación riesgo / beneficio, la balanza se inclina a favor del uso de medicamentos, pues las consecuencias de padecer una crisis de asma sin tratamiento son peores que las de los efectos de la medicación (el albuterol, en cualquiera de sus presentaciones).

Este tipo de fármacos ayudan a mantener abiertas y funcionando las vías aéreas, lo que permite que al bebé le llegue el oxígeno que necesita a través de la placenta, evitando la hipoxia y el resto de las complicaciones.

Además, este tipo de fármacos y otros similares se utilizan habitualmente de forma segura en las embarazadas con otros fines, como madurar los pulmones del feto prematuro o parar un parto prematuro. Por eso, no hay ningún problema en que lo uses en el embarazo si sufres una crisis asmática, aunque debes consultar a tu médico al empezar la gestación la dosis adecuada durante estos meses.

El objetivo del tratamiento de una mujer embarazada con asma pasa por garantizar tanto la salud de la madre como la del feto, y esto se consigue controlando la enfermedad con medicación. Generalmente con corticoides inhalados para los casos persistentes.
 

Otros consejos para las mujeres asmáticas


- Acude a revisión con la frecuencia que te indique tu médico para comprobar que todo va bien. Recuerda que los embarazos de mujeres asmáticas se consideran de cierto riesgo.

- Lleva siempre contigo la medicación por si sufres una crisis asmática.

- Si padeces síntomas a menudo necesitarás medicación diaria. En este caso se suelen administrar corticoides inhalados, que son seguros y eficaces en el embarazo.  A no ser que sea necesario, es mejor evitar los corticoides por vía oral, aunque siempre es más peligrosa una crisis asmática no controlada.

- Evita los desencadenantes de la crisis asmática, como el polvo, el humo de tabaco, la caspa de los animales…

- Controla la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Esta enfermedad, que causa reflujo ácido y acidez estomacal, puede empeorar los síntomas del asma. Si desarrollas ERGE, tendrás que adoptar una serie de medidas extra como elevar el cabecero de la cama para dormir, no comer grandes cantidades ni comidas muy pesadas, esperar al menos tres horas para acostarte después de comer y evitar alimentos que te produzcan reflujo.

- Ten en cuenta los signos y síntomas tempranos que avisan de que el asma está empeorando, como tos, opresión en el pecho, falta de aire o sibilancias.
 

¿Puede afectar el asma al parto?


La mayoría de las mujeres no padecen síntomas de asma importantes durante el trabajo de parto y el parto, por lo que podrás tener un parto vaginal normal. Si tomas medicamentos para el asma, no los interrumpas durante el trabajo de parto ni el parto. Y si tienes una crisis asmática durante este, el médico te indicará la dosis a ingerir.


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El incremento de peso en el embarazo debe ser controlado periódicamente para que éste no suba más de lo preciso. Aquirir un elevado peso a lo largo del embarazo puede acarrear problemas de salud tanto para la madre gestante como para el feto.

Fuente:

Scielo: http://www.scielo.org.co/pdf/rcog/v58n3/v58n3a07.pdf

Fecha de actualización: 11-09-2020

Redacción: Irene García

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