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Embarazo gemelar monocorial

Embarazo gemelar monocorial

Los embarazos gemelares se clasifican de diferente manera según sean mellizos o gemelos y, dentro de estos últimos, según tengan una o dos placentas y bolsas. De esta manera, los embarazos gemelares monocoriales son aquellos que proceden de la fecundación y división de un solo óvulo que, además, comparte una sola placenta.

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Indice

 

Tipos de embarazos monocoriales


Según el momento de la división del cigoto, se puede hablar de 2 tipos diferentes de gemelares monocoriales:

- Monoamniótico

Ambos fetos comparten el saco coriónico, la placenta y la bolsa, es decir, cohabitan juntos los 9 meses sin ningún tipo de separación, están piel con piel. La división en este caso se produce entre los días 9 y 13 tras la fecundación, cuando se diferencian la cavidad amniótica y el disco embrionario.

Es un caso muy raro que se da tan solo en el 1% de los embarazos monocigóticos. Y, de entre todos los embarazos, la incidencia es solo de 1 entre 50.000. suele ser más habitual en niñas.

- Biamniótico

En este caso comparten saco coriónico y placenta pero tienen dos bolsas diferentes. La división se produce entre los días 4º y 8º, en la fase de blastocisto temprano.

Estos gemelos tienen unas características:

- Son del mismo sexo

- Tienen una sola masa placentaria

- Parecen moverse sin obstáculos por la cavidad amniótica

- Están rodeados por un volumen adecuado de líquido amniótico

- No hay ninguna membrana que separe ambos fetos

 

Complicaciones de los gemelos monocoriales


El embarazo gemelar monocorial se presenta en uno de cada 250 embarazos y representa una proporción significativa de morbi mortalidad perinatal en los embarazos gemelares y en general.

Todos los embarazos múltiples presentan más riesgos que los embarazos simples, pero estos aumentan considerablemente en el caso de los embarazos monocoriales, sobre todo de los llamados gemelos mo-mo: monocoriales monoamnióticos.

- Mayor probabilidad de alteraciones cromosómicas, neurológicas, crecimiento intrauterino retardado, gemelos discordantes o muerte de uno de los fetos. Estas complicaciones son causadas, en parte, a las anastomosis (comunicaciones vasculares) que se producen en la placenta compartida.

- Síndrome de transfusión feto-fetal: se produce solo en este tipo de gestaciones y se da hasta en un 15% de ellas. Como antes, la causa son las comunicaciones vasculares que surgen en la placenta. Es una situación muy grave en la que uno de los fetos bombea sangre al otro, convirtiéndose en donante y el otro, en receptor. Da lugar a un desequilibrio hemodinámico que puede acabar con la muerte del donante y el crecimiento excesivo del receptor.

- Enredamiento de los cordones umbilicales: es una de las complicaciones más habituales, se da hasta en un 66% de los casos pero no siempre implica que el embarazo se malogre.  Al no haber separación entre ambos bebés, es normal que sus cordones se enreden. También es habitual que se produzca la compresión de uno de los cordones.

- Secuencia anemia-policitemia (SAP): la SAP se presenta de forma espontánea en el 3-5% de los embarazos gemelares monocoriales, por lo general como una complicación del tercer trimestre. Se desarrolla en presencia de anastomosis muy pequeñas, lo que lleva a un flujo interfetal discordante, pero con una velocidad y/o magnitud mucho menor que en el STFF. La SAP también puede aparecer como una complicación de la cirugía láser para el STFF al coagularse de forma incompleta las anastomosis placentarias. Una proporción importante de casos de SAP se diagnostican después del nacimiento.

- Crecimiento Intrauterino Retardado (CIR): el CIR precoz afecta el 10% de los embarazos de este tipo y se define como la presencia de un peso fetal estimado (PFE) inferior al percentil 10 en uno de los fetos.

- Gemelo acardio: significa que uno de los dos fetos carece de corazón o lo tiene muy pequeño. Es una situación muy rara.

- Prematuridad: los gemelos monoamnióticos siempre son prematuros ya que, desde la semana 32, cada semana que pasa aumenta considerablemente el riesgo de muerte intrauterina, del 4% en la semana 32 al 22% en la 38, por lo que se suele provocar el parto entre las semanas 32 y 3.

- Cesárea: el parto vaginal está totalmente desaconsejado en estos casos, por lo que este tipo de embarazos siempre acaba en una cesárea.

Articulo relacionado: Bebés prematuros gemelares

 

Recomendaciones en embarazo monocoriales


Como hemos comentado al principio del artículo, los embarazos monocoriales son más extraños, sobre todo los que también son monoamnióticos, los más peligrosos. No obstante, si ese es tu caso deberás estar tranquila y confiar en los médicos. Es fundamental que te hagas revisiones exhaustivas mucho más a menudo que en un embarazo sin riesgo y que te prepares para todo lo que puede pasar.

El manejo óptimo de este tipo de embarazos se basa en 2 aspectos fundamentales: clasificación temprana de la corionicidad y seguimiento estricto. El diagnóstico temprano y el manejo oportuno pueden mejorar sustancialmente el pronóstico de las complicaciones de los embarazos gemelares monocoriales.

Este control se divide en 3 fases principales con objetivos diferentes:

- 12-14 semanas: el diagnóstico precoz de la corionicidad y descartar malformaciones estructurales evidentes.

- 15-28 semanas: la detección precoz y el tratamiento de complicaciones graves como el síndrome de transfusión feto-fetal y la restricción del crecimiento intrauterino selectivo (CIR).

- 29-36 semanas: la detección precoz de complicaciones de cara al parto.

De esta forma, se puede detectar con tiempo cualquier problema para evitar la muerte de uno de los fetos o complicaciones graves y así lograr que la gestación llegue a buen término.

En los últimos años se ha probado un tratamiento experimental con un medicamento antiinflamatorio no esteroide que actúa reduciendo las hormonas que causan inflamación y dolor en el cuerpo como la gota o la tendinitis, el Sulindac. En el caso del embarazo gemelar monocorial se usa desde la semana 20 para disminuir la cantidad de líquido amniótico reduciendo la producción fetal de orina y así reducir los movimientos fetales y evitar el enredamiento de los cordones. Por el momento tiene buenos resultados, pero hace falta más investigación.


Fuente:

Complicaciones del embarazo gemelar monocorial: claves para el diagnóstico y tratamiento. Javier Urbano Ortiz, Josep Maria Martinez, Elisenda Eixarch, Fátima Crispi, Bienvenido Puerto, Eduard Gratacós. Diagnóstico Prenatal. Vol. 23. Núm. 3. páginas 93-101 (Julio - Septiembre 2012). Elsevier, https://www.elsevier.es/es-revista-diagnostico-prenatal-327-articulo-complicaciones-del-embarazo-gemelar-monocorial-S2173412712000674

Fecha de actualización: 08-10-2020

Redacción: Irene García

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