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Consejos para que el bebé se acomode

Consejos para que el bebé se acomode

Para que el parto resulte más sencillo, más corto, menos doloroso y con menos complicaciones, es conveniente que el bebé se coloque cabeza abajo, con la parte de atrás de la cabeza ligeramente girada hacia tu tripa, lo que se conoce como posición anterior. Situado así, tendrá más fácil ayudar a la dilatación y salir por el canal de parto. Por eso, en las últimas visitas médicas antes del parto mirarán cómo está colocado y, si no se ha acomodado como debe, pueden recomendarte algunas posturas y ejercicios para lograr que se coloque correctamente.

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Índice

 

¿Cuál es la postura que debe adoptar el bebé antes del parto?

En torno al séptimo mes de embarazo el bebé se coloca boca abajo y, generalmente, dado su mayor tamaño cada semana, ya no vuelve a girarse y se queda así situado hasta el parto. No obstante, es posible que se mueva y se gire hasta la semana 36, por lo que, si estás de 8 meses y aún sigue boca arriba, no te preocupes por una posible cesárea ya que es posible que todavía se dé la vuelta. Ten en cuenta que en torno al 90% de los bebés se sitúa boca abajo antes de nacer. La naturaleza es muy sabia.

Asimismo, la gran parte se coloca en lo que se conoce como posición anterior, es decir, con la parte de atrás de la cabeza ligeramente girada hacia tu tripa. De este modo, el bebé puede acomodarse perfectamente a la curva de tu pelvis, lo que facilitará las dilataciones y su salida por el canal de parto porque, colocado así, presiona uniformemente sobre el cuello del útero con cada contracción, ayudando a que el cuello se dilate hasta los 10 cm necesarios para el expulsivo y, cuando llega el momento de pujar, se puede deslizar por la pelvis en un ángulo, de modo que el área más pequeña de su cabeza desciende primero, facilitando la bajada de las partes más anchas, como los hombros. Y una vez llega a la parte inferior de la pelvis, esta postura le permite girarse otro poco para que la parte posterior de la cabeza quede por debajo del hueso púbico. De este modo, la mayoría de los bebés nace con la cara apuntando hacia el perineo.

Solo 1 de cada 10 bebés que está colocado boca abajo lo hace en posición posterior, lo que implica que la parte de atrás de su cabeza está situada contra tu columna vertebral. Aunque los bebés situados así también pueden nacer por vía vaginal, el parto puede resultar más doloroso, complicado y largo, especialmente si la barbilla no está apoyada sobre su pecho, sino hacia fuera, ya que en ese caso el bebé no presionará con la suficiente fuerza el cuello del útero y la dilatación puede tardar más o incluso estancarse, lo que puede acabar en una cesárea. No obstante, algunos bebés situados en posición posterior se giran durante el parto y, otros, necesitan ayuda al final, como fórceps o ventosa, para salir.
 

¿Por qué algunos bebés se sitúan en posición posterior?

Existen diversos motivos que pueden causar que el bebé se coloque con su cabeza hacia la columna en vez de al revés:

1- La forma de tu pelvis (si es estrecha y ovalada o ancha y en forma de corazón, en lugar de redondeada, puede favorecer que el bebé no se acomode correctamente).

2- Si pasas mucho tiempo sentada tu pelvis se inclina hacia atrás, lo que puede favorecer que la parte más pesada del bebé -la cabeza- se mueva hacia tu espalda para descansar más cómodo.

3- El tamaño del bebé y el momento en el que se gire, ya que si es muy grande u ocupa mucho puede que no pueda colocarse con la cabeza hacia delante.

 

Consejos para que el bebé se coloque

Existen muchas posturas, ejercicios y actividades que favorecen la correcta colocación del bebé, así que debes procurar seguir estos consejos desde el séptimo mes de embarazo, sobre todo si te dicen en las revisiones que sigue colocado boca arriba o en posición posterior.

- Cuando estés sentada, procura hacerlo siempre situando tu pelvis hacia delante, con las rodillas más bajas que las caderas para conseguir la posición fetal óptima. Si te hundes en el sillón y las rodillas quedan muy elevadas, colócate cojines debajo. En el coche, también debes procurar que las rodillas estén más bajas.

Intenta no pasarte todo el día sentada. Si trabajas en una oficina sentada, levántate y da pequeños paseos de vez en cuando. Procura estar de pie siempre que puedas y salir a caminar todos los días entre 30 minutos y una hora.

Ponerse a cuatro patas o de rodillas ayuda a que el bebé se acomode, así que ponte en estas posturas unos 10 minutos 2 veces al día para que la cabeza del bebé se deslice hacia el abdomen. Si al llegar el parto sigue colocado mal, ponerte a cuatro patas también puede favorecer que se gire durante la dilatación. Además, hará que te duela menos, ya que un parto con el bebé en posición posterior suele resultar más doloroso puesto que el bebé intenta girarse.

Siéntate sobre una pelota de pilates y haz diversos ejercicios sobre ella, como círculos grandes moviendo las caderas o mover las caderas de delante hacia detrás. Balancear las caderas durante el parto también puede ayudar a que se gire si no lo ha hecho antes.

La natación es un ejercicio muy recomendable durante el embarazo que también ayuda a que el bebé se coloque correctamente.

Ponte a cuatro patas en el suelo y eleva los glúteos, dejando la cabeza y los hombros apoyados en el suelo. Permanece así 10 minutos y hazlo cada día 3 o 4 veces.

Coloca una almohada en el suelo cerca de la cama y, con las rodillas dobladas sobre ella, inclina el cuerpo hacia delante hasta llegar con las manos al suelo, apoya los brazos sobre la almohada y mantente así 5 minutos durante 3 veces al día; puedes aumentar el tiempo poco a poco hasta llegar a los 15 minutos.

- Por último, puedes tumbarte con las piernas dobladas y elevar la cadera todo lo que puedas. Permanece así de 5 a 10 minutos 3 veces al día.

Si nada de esto funciona y el bebé sigue boca arriba pasada la semana 36, pueden intentar la versión cefálica externa, una maniobra que ayuda al bebé a girarse hacia abajo guiado por las manos del médico. Esta técnica tiene una tasa de éxito de entre el 70-75% y, aunque es dolorosa, no es peligrosa parta el bebé. Consulta a tu médico si puedes llevarla a cabo o no para evitar una cesárea.


Fuentes:

Blott, Maggie (2015), Tu embarazo día a día, Barcelona, Ed. Planeta.

Goetzl, Laura (2006), Concepción y embarazo a partir de los 35, Pearson Educación.

Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed, Nowtilus.

Fecha de actualización: 07-05-2021

Redacción: Irene García

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