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Vitaminas para reforzar el sistema inmunitario

Vitaminas para reforzar el sistema inmunitario

Durante la gestación, tu organismo se resiente a causa del esfuerzo extra que debe hacer para proporcionar al bebé todos los nutrientes que necesita para crecer y desarrollarse. Por eso, es normal que tus defensas estén más bajas de lo normal y que, sobre todo en esta época de frío, seas más propensa a contraer infecciones, resfriados, etc.

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Indice

 

¿Qué es el sistema inmunitario y qué papel juega en el embarazo?

El sistema inmunitario es el que protege frente a todo tipo de enfermedades, y está comprobado que cuanto más fuerte sea la respuesta inmune de una persona, más sana estará y menos posibilidades tendrá de contraer cualquier tipo de patología.

Esta es la razón de que nos aseguremos durante toda la vida de proteger nuestro sistema inmunitario mediante una alimentación sana, una vida tranquila y sin estrés, etc. Sin embargo, ciertas etapas en la vida de una mujer pueden provocar estados carenciales en el organismo y, por lo tanto, debilitar el sistema inmunitario.

El embarazo es una de esas etapas, ya que el feto extrae de la madre las vitaminas, minerales y demás nutrientes que necesita para desarrollarse; y si ésta no tiene suficientes reservas, puede acabar con anemia, cansada, sin fuerzas y con un sistema inmune incapaz de protegerla frente a enfermedades tan comunes como un resfriado, la gripe o infecciones urinarias.Asimismo, hay que tener en cuenta que el sistema inmunitario es un poco menos efectivo durante el embarazo ya que el cuerpo disminuye las defensas –como parte del proceso del embarazo- para asegurarse de que el bebé no sea rechazado como “un cuerpo extraño”
 

¿Cómo fortalecer el sistema inmunitario?

Las enfermedades infecciosas, sobre todo durante el primer trimestre del embarazo, pueden ser peligrosas, ya que el feto se está formando y es más vulnerable a cualquier intervención externa. Un organismo fuerte le protegerá frente a cualquier tipo de enfermedad y evitará posibles daños.

La mejor opción de asegurarnos un sistema inmunitario fuerte es llevando una dieta sana y variada que aporte todos los nutrientes que necesita el cuerpo: vitaminas, minerales, probióticos, ácidos grasos,…

Con una dieta rica, no será necesario tomar suplementos vitamínicos, a no ser que el obstetra los recomiende por algún motivo concreto.
 

¿Qué se puede tomar estando embarazada?

-  Vitamina A: Esta vitamina es liposoluble, lo que significa que se almacena en el hígado y en los tejidos grasos, por lo que no es necesario tomarla todos los días, ya que con un consumo regular suficiente, se puede subsistir una época sin su aporte. Ayuda a reforzar el sistema inmunológico, protegiendo frente a las infecciones. También interviene en el metabolismo de las grasas, en la formación y el mantenimiento de dientes sanos, tejidos blandos y óseos, de las membranas mucosas y de la piel.

La dosis mínima recomendada durante el embarazo es de 2.500 U.I. diarios. Con esta vitamina hay que tener cuidado, no se debe exceder la dosis máxima de 8.000 U.I. en la mujer embarazada, ya que puede producir efectos perjudiciales en el embrión (anomalías cromosómicas y abortos espontáneos), así como en el hígado de la gestante.

Las fuentes de mayor contenido de vitamina A son el hígado, riñón, leche, yema de huevo, aceite de hígado de bacalao y hortalizas ricas en beta-caroteno como zanahoria, tomate, brócoli y vegetales de hoja verde como la espinaca, entre otros.

La carencia de vitamina A es perjudicial para el organismo, pero su exceso también, por eso no es necesario tomar suplementos extra de esta vitamina, con una dieta sana es suficiente para cubrir las necesidades diarias.

Vitamina C: La vitamina C o ácido ascórbico es una vitamina hidrosoluble, lo que significa que no se almacena en el cuerpo, sino que su exceso se elimina por la orina todos los días. Por eso, es necesaria una dieta diaria rica en vitamina C, para asegurar que el organismo tenga reservas suficientes de la misma cada día.

Además de participar en la regeneración de los tejidos, huesos y heridas, es antiinfeccioso, por lo que contribuye a evitar los virus y bacterias.

La dosis mínima recomendada durante el embarazo es de 85 mg diarios (un vaso de zumo de naranja natural).

La fuente mayor contenido de vitamina C son los cítricos (naranja, mandarina, pomelo y limón). También se encuentra en otras frutas como kiwi, frambuesa, papaya y mango y en hortalizas como remolacha, repollo, coliflor, brócoli, espinaca y pimiento, entre otros.

Si además de ingerir este tipo de alimentos estás tomando una vitamina prenatal, es probable que tengas todo el aporte necesario de vitamina C diaria.

Pero si desde que empezó el otoño no paras de resfriarte, puedes consultar a tu obstetra sobre la conveniencia de tomar un suplemento de vitamina C para reforzar tu sistema inmunitario, porque aunque es cierto que el exceso de vitamina C también puede ser perjudicial, es muy difícil ingerir cantidades excesivas de esta vitamina, ya que se elimina a diario por la orina, no se acumula en el organismo.

-Vitaminas del grupo B: Las vitaminas del complejo B son muy importantes para el sistema inmunitario. La vitamina B6, por ejemplo, ayuda a producir leucocitos (glóbulos blancos) para la defensa del organismo. La carencia de ácido fólico o vitamina B9 suprime la respuesta de algunos linfocitos (un tipo de leucocitos, muy importantes en el sistema inmunitario porque están encargados de la inmunidad específica o adquirida), lo que a su vez se acompaña de una disminución de anticuerpos. Las deficiencias de tiamina o B1, riboflavina o B2, ácido pantoténico o B5, biotina o B8 y cianobalamina o B12, también pueden disminuir la producción de anticuerpos

El complejo vitamínico B aparece en los alimentos de origen vegetal (fruta, frutos secos, cereales integrales, verduras de hoja verde, legumbres) así como en la carne, el pescado, el marisco y los huevos.

Estas vitaminas son tan importantes para el correcto desarrollo del feto, que no solo te recetarán un suplemento gestacional que las contenga, sino que deberás empezar a tomar algunas de ellas (como el ácido fólico) varios meses antes de la concepción. Por lo que además de seguir una dieta rica en estas vitaminas, tu ginecólogo se asegurará de que tomas la cantidad diaria recomendada gracias a estos suplementos prenatales.

Vitamina E: Además de ser antioxidante, estimula el sistema inmunológico impidiendo la proliferación de los virus.Induce la formación de células de defensa y aumenta la respuesta celular ante algún daño o infección.

Son alimentos ricos en vitamina E los cereales integrales, los aceites vegetales germinales (soja, cacahuete, arroz, algodón y coco), la yema de huevo, la fruta, las verduras y la miel.

Cobre: El sistema inmunológico necesita este mineral para desarrollar algunas de sus funciones, como la formación de los glóbulos blancos.

Las fuentes de cobre más ricas son las siguientes: marisco, hígado, cereales, uvas, nueces, legumbres, chocolate, patatas, guisantes, champiñones, carne roja, coco, papaya y manzanas.

Zinc: Evita el deterioro del timo, glándula endocrina situada en la zona alta del pecho, fundamental para nuestro sistema inmunitario porque allí maduran los linfocitos. Por lo tanto, su deficiencia afecta a la función inmunológica. Para prevenir infecciones se recomiendan 20 miligramos por día.

Alimentos que contienen este mineral son los huevos, mariscos, pescados, hígado de ternera, cereales integrales y legumbres.

Proteínas: Las proteínas son necesarias para producir anticuerpos.

Se encuentran en el pescado, los huevos, los lácteos, las legumbres y los cereales integrales.

Nucleótidos: Los nucleótidos se producen por el organismo y se obtienen mediante la dieta. Desempeñan un papel muy importante en la maduración del sistema inmunológico. Se piensa que aumentan la capacidad del organismo de resistir las infecciones

Los nucleótidos se encuentran tanto en alimentos de origen vegetal como animal. Sus niveles en los alimentos dependen de la celularidad de éstos; algunos alimentos que proporcionan nucleótidos son: vísceras, carnes rojas, pescados, legumbres y semillas.

Prebióticos y prebióticos: Los probióticos son microorganismos vivos que ayudan a restituir la flora intestinal que puede haber sido alterada por alguna causa. Mientras que los prebióticos son ingredientes naturales que estimulan el crecimiento en el colon de las bacterias beneficiosas. Ambos ayudan a conseguir una flora intestinal sana, protegiendo así el intestino, reforzando las defensas naturales del mismo, contribuyendo a mantener la barrera intestinal que protege frente a los microorganismos patógenos.

Se pueden encontrar en los lácteos fermentados principalmente: yogures, leches ricas en calcio o con fructo-oligosacáridos (FOS), etc. Los FOS están presentes en muchos alimentos vegetales (puerro, cebolla, espárrago, ajo, alcachofas, tomates,…), pero la ingesta estimada diariamente, a partir de estos alimentos, es muy baja, por lo que desde hace años algunos alimentos incorporan prebióticos y probióticos en su composición de forma artificial.

Fibra: Según diversos estudios, el consumo de fibra aumenta las defensas, ya que la fibra estimula el sistema inmunológico al favorecer el crecimiento de bífidobacterias, bacterias que normalmente viven en el intestino y que previenen la aparición de ciertas enfermedades.

La fibra se encuentra en mayor cantidad en las frutas frescas, las desecadas, los frutos secos, las hortalizas y verduras, así como las legumbres.

Alimentos con mucho potencial: Además de una dieta rica en todos los nutrientes mencionados más arriba, existen algunos alimentos que potencian el sistema inmunológico de manera especial ya que contienen gran cantidad de vitaminas y minerales:

o    La papaya contiene minerales esenciales (potasio, calcio), vitaminas (A, B, C y D) y es rica en fibra dietética. Pero, por encima de todo, destaca por su vitamina C: tiene 10 veces más que la naranja y 5 más que un kiwi.

o    Los yogures también estimulan el sistema inmunitario al tener fermentos lácticos.

o    La cebolla y el ajo poseen efectoantibiótico y antivírico.

o    La miel es rica en jalea real -que aumenta el tono vital- y en própolis, un antibiótico natural que ayuda a prevenir cualquier tipo de infección.
 

 


Fuentes:

Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed, Nowtilus.

West, Zita (2007), El cuidado del bebé antes del nacimiento. Ed. Pearson Alhambra.

Elsevier "Vitamin A" https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/B9780123864543007971?via%3Dihub

Fecha de actualización: 04-06-2020

Redacción: Irene García

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