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Tratamiento y prevención de la conjuntivitis neonatal

Tratamiento y prevención de la conjuntivitis neonatal

La conjuntivitis neonatal, también conocida como oftalmía neonatal, es una inflamación de la conjuntiva (la membrana que recubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo) que ocurre en recién nacidos. Esta condición puede ser causada por infecciones bacterianas, virales o químicas y suele presentarse en las primeras semanas de vida del bebé. Descubre su tratamiento y si puede prevenirse o no.

Índice

 

Causas de la conjuntivitis neonatal

La conjuntivitis neonatal es la inflamación de la conjuntiva en recién nacidos que suele presentarse en las primeras semanas de vida (en los primeros 28 días de vida).

1- Conjuntivitis infecciosa: causada por virus, bacterias… Existen varias causas posibles:

- Bacterianas: son una causa común y pueden ser adquiridas durante el paso por el canal de parto. Los patógenos más comunes incluyen

Neisseria gonorrhoeae: puede causar una forma severa de conjuntivitis y generalmente aparece entre 2 y 5 días después del nacimiento.

Chlamydia trachomatis: suele aparecer entre 5 y 14 días después del nacimiento y puede estar asociada con otras infecciones respiratorias. La oftalmía por clamidia (causada por Chlamydia trachomatis) es la causa bacteriana más frecuente; representa hasta el 40% de las conjuntivitis en los recién nacidos.

Otros: Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, y Haemophilus influenzae. Estas bacterias causan otro 30-50% de los casos, mientras que la incidencia de oftalmía gonocócica (conjuntivitis por Neisseria gonorrhoeae) es < 1% de los casos.

El canal del parto está colonizado por múltiples microorganismos, por lo que hay más posibilidades de que se contagia con alguno de estos patógenos.

- Virales: virus como el herpes simple pueden causar conjuntivitis neonatal y suelen presentarse con lesiones cutáneas características.

- Químicas: la exposición a agentes químicos, como los colirios profilácticos de nitrato de plata que se utilizaban anteriormente para prevenir infecciones, puede causar conjuntivitis química, que generalmente se manifiesta dentro de las primeras 24 horas de vida y tiende a resolverse rápidamente.

Síntomas de la conjuntivitis neonatal

- Enrojecimiento e hinchazón de los párpados y la conjuntiva.

- Secreción ocular purulenta (en el caso de infecciones bacterianas) o acuosa (en el caso de infecciones virales o conjuntivitis química).

- Irritación y molestias en los ojos del bebé.

- En casos severos, puede haber edema palpebral y daño corneal.

Diagnóstico y tratamiento de la conjuntivitis neonatal

El diagnóstico de la conjuntivitis neonatal se basa en la historia clínica y el examen físico de los síntomas del bebé.

También se pueden hacer pruebas como tomar muestras de la secreción ocular para identificar el agente causal y determinar el tratamiento adecuado.

El tratamiento depende de la causa subyacente:

- Infecciones bacterianas: se administran antibióticos tópicos u orales específicos según el patógeno identificado. Por ejemplo, en el caso de Neisseria gonorrhoeae, se utilizan ceftriaxona o cefotaxima, y para Chlamydia trachomatis, se puede usar eritromicina.

- Infecciones virales: se pueden administrar antivirales específicos, como aciclovir en el caso de herpes simple.

- Conjuntivitis química: generalmente, se maneja con lavados oculares y no requiere tratamiento específico, resolviéndose por sí sola en unos pocos días. La causa suele ser la aplicación del antibiótico profiláctico.

En caso de un conducto lacrimal obstruido, un masaje caliente suave entre el ojo y la zona nasal puede ayudar. Esto generalmente se intenta antes de comenzar los antibióticos.

¿Se puede prevenir la conjuntivitis neonatal?

Aunque no siempre puede evitarse, pueden adoptarse unas medidas para intentar prevenir la conjuntivitis en neonatos:

1. Profilaxis ocular: la aplicación de pomadas antibióticas, como la eritromicina, en los ojos de los recién nacidos inmediatamente después del nacimiento es una práctica común para prevenir infecciones bacterianas. Esta pomada se aplica a todos los recién nacidos nada más nacer en el hospital ya que su sistema inmune es inmaduro y tiene más riesgo de contraer una infección en los ojos. Además, los recién nacidos tienen más predisposición a las infecciones oculares porque tienen una producción baja de lágrimas y aún no tienen anticuerpos en las mismas ni tejido del sistema inmune en la conjuntiva del ojo, todo lo cual aumenta el riesgo de conjuntivitis neonatal.

Se debe administrar al nacimiento, siempre antes de las 2-4 horas de vida (se puede respetar el piel con piel inicial). Los ojos no se deben lavar tras la aplicación para no reducir la eficacia del tratamiento.

Se realiza tanto si se hace parto mediante cesárea o parto vaginal.

2. Atención prenatal adecuada: el manejo y tratamiento de infecciones en la madre durante el embarazo, como las infecciones por Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis, reduce el riesgo de transmisión al recién nacido.

3. Se recomienda practicar una cesárea cuando una madre presenta lesiones herpéticas activas en el momento del parto para prevenir una enfermedad grave en el bebé.

¿Es grave la oftalmía neonatorum?

En casos leves se puede resolver sin secuelas, pero en casos graves o si el recién nacido no recibe tratamiento, existe riesgo de desarrollar una úlcera corneal o de que se produzca la perforación del ojo, lo que podría causar ceguera permanente.

En casos excepcionales, o si no se trata, la infección puede diseminarse, causando meningitis, sepsis o incluso el fallecimiento del bebé. No obstante, si se detecta y trata correctamente no tiene que haber ninguna secuela.


Fuentes:

Blog EnFamilia de la Asociación Española de Pediatría: https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/conjuntivitis-neonatal-prevencion

Fecha de actualización: 25-09-2024

Redacción: Irene García


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