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Bebés con herpes

Bebés con herpes

El herpes es muy contagioso, también para los bebés. Por eso, es común que, si tienes herpes vaginal activo durante el parto (a pesar de que tú no lo sepas), tu bebé se puede contagiar.

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Índice

 

¿Cómo se contagian los bebés del virus del herpes?

Los bebés recién nacidos pueden infectarse con el virus del herpes simple o herpes simplex durante el embarazo, durante el trabajo de parto o después del nacimiento.

Los bebés recién nacidos pueden infectarse con el virus del herpes:

En el útero (algo muy inusual).

- Durante el paso por la vía del parto (esto es el herpes adquirido al nacer, la forma más común de infección).

- Inmediatamente después de nacer (posparto) por besar o tener algún tipo de contacto con una persona que tiene herpes labial.

Si tienes un brote de herpes genital en el momento del parto, el bebé es más propenso a resultar infectado durante el nacimiento. Es posible que algunas madres no sepan que tienen úlceras herpéticas dentro de la vagina.

La causa más común de la infección por herpes en los bebés recién nacidos es el herpes genital, pero también puede presentarse el herpes oral, aunque hay menor incidencia.
 

¿Cuáles son los síntomas?

El herpes puede aparecer únicamente como infección cutánea. Se puede presentar pequeñas ampollas que están llenas de líquido quese rompen, forman costra y finalmente se curan. Es posible que estas dejan una leve cicatriz.

La infección por herpes también se pueden propagar a través de todo el cuerpo. A esto se le conoce como herpes diseminado. En este tipo, el virus del herpes puede afectar muchas partes diferentes del cuerpo. Puede afectar al cerebro, al hígado, los pulmones y los riñones.

Los bebés recién nacidos con herpes diseminado pueden estar muy enfermos y, entre los síntomas que pueden tener, nos encontramos con:

- Úlceras en la piel, ampollas llenas de líquido

- Tendencia al sangrado

Dificultades respiratorias (respiración rápida y cortos periodos en los que el bebé puede no respirar)

- Piel y escleróticas amarillas

- Debilidad

- Temperatura corporal baja (hipotermia)

- Mala alimentación

- Convulsiones, shock o coma

El herpes que adquiere el bebé dentro del útero en el embarazo puede causar otros síntomas como:

- Enfermedad ocular (como inflamación de la retina)

- Daño cerebral grave

- Úlceras cutáneas

Si tu bebé presenta cualquier síntoma de herpes adquirido al nacer, como ampollas en la piel sin ningún otro síntoma, es necesario que lleves a tu bebé a su médico para una exploración.
 

¿Cómo es el tratamiento del herpes en niños y bebés?

Para diagnosticar la infección por el virus del herpes simple, los profesionales de medicina toman una muestra de material procedente de las vesículas y de otros líquidos corporales. También se pealizar la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en las muestras.

- Herpes simple (tipo I): cuando el niño se queja de picor o dolor alrededor de los labios, se puede aplicar un cubito de hielo o una bolsa de hielo durante una hora y media con el fin de frenar la infección.

También se puede frotar 4 veces al día con un algodón empapado en alcohol hasta que empiecen a secarse. Se deben dejar expuestas al aire libre, sin usar pomadas.

Cuando hayan desaparecido las ampollas, puedes prevenir un rebrote con una crema protectora solar. Si el herpes se extiende o dura más de dos semanas lo mejor es que consultes con el médico del niño.

- Herpes zóster (tipo II): conviene consultar al médico o pediatra en primer lugar. El tratamiento debe iniciarse de de 24 a 48 horas después de sentir dolor y siempre antes de que aparezcan las ampollas.

El tratamiento más habitual es con fármacos antivirales como aciclovir que están dirigidos a disminuir la duración de la etapa aguda, que normalmente dura una semana, a través de jarabes, pomadas o comprimidos que tienen la capacidad de disminuir notablemente la duración de los síntomas.
 

¿Se puede prevenir el herpes en el bebé?

Mantener relaciones sexuales seguras puede ayudar a que no contraigas el herpes genial.

Las personas que tienen herpes labial no deben tener contacto con los recién nacidos con el fin de prevenir el virus. Si tú o quien cuide al bebé tenéis herpes labial lo mejor es que uséis mascarilla quirúrgica y os lavéis las manos minuciosamente antes de tener contacto con tu bebé.

Además, es importante que vacunes a tu hijo contra la varicela. El herpes Zoster se produce tras haber pasado la varicela, por lo que todos aquellos niños que hayan sido vacunados contra esta enfermedad tienen menos posibilidades de contraer uno de estos herpes.

También es importante que tu bebé no comparta juguetes con otros niños, sobre todo si sabes que estos tienen herpes. Vigila lo que tu bebé se lleva a la boca. Tampoco debe compartir las toallas y otros objetos de aseo.

Las madres deben consultar con su médico de ginecología la mejor manera de minimizar el riesgo de trasmitir el herpes a tu bebé. Y, sobre todo, tratarlo si se detecta ya que, si no, puede incluso causar la muerte del neonato. 


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