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¿La leche de fórmula da gases?

¿La leche de fórmula da gases?

Los gases son muy habituales en los primeros meses de vida de los bebés debido a su sistema digestivo inmaduro que no les ayuda a expulsar correctamente los gases que generan al comer. Además, la succión, sobre todo del biberón, puede causar la entrada de más aire y, por lo tanto, más gases. Por eso puede parecer que la leche de fórmula causa más gases, pero no es verdad.

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Índice

 

¿Qué son los gases?

Los gases son la acumulación de aire en el sistema digestivo, ya sea en el estómago o en los intestinos, aunque a esta edad es más normal que el dolor y las molestias estén causadas por los gases del estómago.

Los gases del estómago son los que se expulsan a través de los eructos, mientras que los de los intestinos lo hacen a través de las flatulencias.

Como decíamos, los gases del estómago son los más habituales en los primeros meses de vida de los bebés, ya que este aire puede acumularse al llorar, al succionar el chupete o el biberón o al mamar si no se hace de manera correcta. Por eso se aconseja poner al bebé a eructar en medio de cada toma y al acabar de comer, para eliminar estos gases y evitar que le causan una serie de síntomas entre los que se encuentran:

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- llanto intenso y constante

- pataleo y movimiento constante de brazos

- encogimiento de piernas

- cara roja y arrugada, con expresión de dolor

- irritabilidad

- hinchazón de tripa

- arqueamiento de espalda


¿Por qué aparecen los gases?

Los gases, como decíamos son muy habituales durante los primeros 6 meses de vida de los bebés a causa de la inmadurez del sistema digestivo y de la forma de alimentarse ya que,  al succionar, tanto el biberón como la leche materna, es más posible tragar más aire que se acumula en el estómago causando estos gases.

Asimismo, los ataques de llanto, tan comunes en estos primeros meses ya que no tienen otra forma de comunicarse, hacen que el bebé trague mucho aire, que no puede eliminar y se acumula causando gases y dolor.

Y, aunque es menos frecuente, es posible que el bebé tenga muchos gases y molestias si sufre intolerancia a la lactosa, que va acompañada de otros síntomas como deposiciones abundantes, retortijones y llanto; o alergia a la proteína de la leche de vaca.


Entonces, ¿la leche de fórmula causa más gases o no?

No, la leche de fórmula en sí no causa más gases, sino que es más posible que un bebé alimentado con leche de fórmula sufra más ataques de gases que uno alimentado con leche materna a causa del biberón, y no de la leche de fórmula o de sus ingredientes. Y es que al succionar del biberón es más común que se trague aire, sobre todo si la tetina no queda bien ajustada. No obstante, un bebé alimentado al pecho también puede sufrir bastantes gases si la postura de enganche al pecho no es la correcta y su boca no cubre bien la aréola y el pezón, dejando que entre aire.

Por otra parte, cuanto más se mezcla y agita la leche de fórmula, más burbujas de aire entran, lo que ocasiona que el bebé trague más aire y potencialmente se formen más gases. Por eso, debes dejar que la leche en polvo se disuelva bien sin agitar demasiado.


¿Qué hacer si mi bebé tiene muchos gases?

1- Si se alimenta de leche materna, revisa su postura para asegurarse de que es correcta y no le hace tragar más aire.

2- Si le alimentas con biberón, colócalo siempre en posición semivertical para que la tetina siempre tenga leche y no le entre más aire. Además, puedes escoger un biberón y tetina especial anticólicos (por ejemplo, que tengan ventilación, que sean angulares o plegables) que también son buenos para evitar los gases.

3- Consulta con su pediatra la posibilidad de usar una leche de fórmula especial antigases para evitar que acumule tantos gases.

4- Asegúrate de parar siempre a mitad de la toma para dejar que expulse el aire. Colócalo hacia arriba, con su estómago ligeramente apoyado sobre tu hombro, y dale unos ligeros golpecitos en la espalda. También puedes sentarlo o pasearlo de pie. Si no eructa en unos segundos, no sigas, puede que no tenga gases o ya los haya echado y no te hayas dado cuenta. Prueba de nuevo al acabar la toma.

5- Intenta que el bebé esté tranquilo y adelántate a los ataques de llanto. Estate pendiente de si tiene hambre o sueño para evitar que se ponga nervioso por estas causas y trague más aire.

6- La preparación del biberón debe ser correcta para que no quede la leche muy espesa y le cueste tragarla, ya que podría entrar más aire (además de ser perjudicial para su salud).

7- Si está molesto, llora y arquea la espalda y encoge las piernas a causa de los gases, prueba a darle unos masajes en el abdomen, empujar ligeramente y con suavidad sus piernecitas hacia la tripa o hacer la bicicleta. El calor seco, como el de los sacos de semillas, también alivia el dolor y ayuda a expulsar los gases.

8- Si nada funciona, consulta a tu pediatra la posibilidad de usar gotas para ayudarle contra los gases.


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Las tomas de leche de fórmula para un bebé deben ser definidas por el propio bebé tal y como se hace con la lactancia materna, que es a demanda. De esta manera, el bebé se regula en función de las necesidades de cada momento.

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