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Mi bebé no juega con los juguetes

Mi bebé no juega con los juguetes

Es normal que los bebés no jueguen con juguetes, sobre todo si pretendes que lo hagan solos. Los niños pequeños consideran los juguetes como herramientas para conseguir jugar con sus padres.

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Índice

 

¿Por qué mi hijo no juega sólo?

Jugar en solitario no es nada malo para los niños, de hecho estimula su creatividad y el juego simbólico. A partir de los dos años, esto les permite divertirse y explorar diferentes formas de estar sin la continua presencia de un adulto, algo que será muy positivo en su desarrollo.

Jugar individualmente hace que aprendan a que equivocarse no es nada malo, ya que no se sienten juzgados. Esto también les permite tomar sus decisiones, experimentar con diferentes voces o movimientos que delante de los adultos no se atreven a hacer.

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Todos los niños saben jugar solos, pero no se les da la oportunidad de hacerlo. Muchos padres confunden la idea de dejar solos en la habitación a los niños con dejarlos jugando solos. Esto puede hacer que los niños no quieran jugar solos debido a que piensen que no se les va a hacer caso.

Una de las razones para estar continuamente reclamándote puede ser porque el momento del juego es el único momento del día en el que tiene tu atención completa. Ten en cuenta que puedes pasar mucho tiempo con tu hijo, pero para él la atención “plena” o de “calidad” es en la que sus padres participan en su mundo emocional y sus actividades.

Tienes otra opción que está a medio camino entre jugar solos y jugar acompañados, es involucrarlos en las actividades como si fueran un juego. Puedes pedirle que te ayude a meter la ropa sucia en la lavadora, apilar libros o revistas mientras trabajas, ordenar los plásticos de la cocina, etc.
 

¿Los niños necesitan jugar solos?

Es necesario que los niños a partir de los dos años vayan aprendiendo a jugar solos, y hay varias formas de ayudarles a que lo consigan. Puedes alternar momentos en los que juegas con el niño con otros en los que le prestas atención sin intervenir en el juego, para que pueda experimentar la sensación de tomar decisiones. Si tu hijo insiste en que hagas las cosas por él, puedes decirle que no sabes cómo hacerlo y pedirle que te enseñe él a hacerlo.

En lugar de intervenir en el mismo juego, lo que puedes hacer es jugar en paralelo. Así, si tu hijo está haciendo un puzle, tú puedes hacer otro a su lado, pero sin intervenir en lo que está haciendo el peque.

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Cuanto más pequeño sea el niño, más le costará tener iniciativa y puede que necesite ayuda para que le propongas juegos distintos. Lo mejor es que escojas varios juegos y, a medida que el interés del niño disminuya, cambies de juego.

 

¿Qué cosas se deben tener en cuenta a la hora de comprar un juguete?

Para intentar conseguir el juguete ideal sigue los siguientes consejos:

- Ten en cuenta el etiquetado, las especificaciones y las instrucciones de uso: debes leer la letra pequeña para estar alerta ante los posibles peligros que puede generar ese juguete. En ese etiquetado se pueden incluir advertencias de seguridad importantes, como que necesita pilas y no están incluidas, que contiene piezas pequeñas, por lo que no es adecuado para todas las edades, etc. Es necesario que leas las instrucciones del juguete, aunque te parezca intuitivo, si no, puedes fomentar un mal uso de este o incluso llegar a romperlo (convirtiendo un juguete seguro en uno inseguro).

- Ten en cuenta la edad recomendada para el juguete: puedes pensar que tu hijo es muy espabilado para su edad y que se le puede comprar un juguete por encima de esta. Pero los juguetes se deben elegir con sentido común, ya que si un niño recibe un juguete que no entiende, el juego se resiente, el niño puede frustrarse y el juguete puede quedarse olvidado en cualquier rincón. No hace falta que le compres un juguete por encima de su edad, pronto llegará a ella y podrás comprárselo. Más vale comprar los juguetes que le ayuden en el momento y no los que va a utilizar dentro de unos años.

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- No compres juguetes sexistas o que trasmitan valores que no deseas: una cosa es que le regales una cocinilla a una niña si la está pidiendo y otra muy diferente es comprársela cuando te está pidiendo otra cosa. El juego es libre, y tanto niños como niñas juegan a hacer lo que hacen sus padres. También debes tener cuidado con los juguetes violentos, las armas, los disfraces, etc.

- No escojas juguetes que lo hagan todo: a la hora de comprar un juguete debes ser crítico y ver qué es lo que le llama la atención al niño. Muchas veces simplemente les llama la atención porque hacen mucho ruido, son muy grandes o son muy vistosos. Estos pueden ser juguetes que lo hagan todo por sí solos, que no proporcionan el juego y que están destinados a ser olvidados rápidamente. Debes saber que los juguetes no son un fin, son un medio con el que conseguir que el niño tenga horas de juego, imaginación y diversión. Y si no hacen esto, simplemente son juguetes que no sirven.

- No compres juguetes enormes: cuanto más grande es un juguete más puede llamar la atención en un principio, pero posteriormente dará más pereza sacarlo y guardarlo. Tanto pereza para los niños como para los padres, que tienen que ayudarle a montarlo y desmontarlo.

- Cuidado con los juguetes educativos: estos no están del todo mal, pero no se debe dejar a los niños jugar solo con estos. Ten en cuenta que los juguetes educativos proporcionan aprendizaje, pero no siempre diversión y, si no son divertidos, no sirven.

- No pretendas que siempre jueguen solos con esos juguetes: los niños consideran los juguetes como una ayuda para ellos, pero tienen la finalidad de jugar juntos. A medida que pasa el tiempo aprenden a jugar solos. Cuando son pequeños lo importante no es el juguete, sino compartir el juego con los padres.

- No compres juguetes que no han pasado controles de calidad.


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Fuente: Fodor, Elizabeth; Morán, Montserrat (2009), Todo un mundo de sonrisas, Madrid, Ed. Pirámide.

Fecha de actualización: 27-05-2021

Redacción: Sara Tizón

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