Sudor en la cabeza del bebé

Indice

• La sudoración en bebés
• ¿Qué hacer si suda mucho?

 

La sudoración en bebés

Algunos papás, sobre todo los primerizos, se preocupan al comprobar cómo su bebé suda mucho, sobre todo en la zona de la cabeza, cuando duerme o come. Y es que hay bebés que se despiertan con el pelo completamente empapado y pegado a la cabeza, pero normalmente no es un tema preocupante que revista ninguna gravedad, simplemente indica que ese niño regula de manera diferente su temperatura corporal.

Y es que hay personas que piensan que el sudor es uno de los síntomas que indican problemas del corazón, pero generalmente, aparte de un sudor excesivo, el niño presenta otras señales que nos pueden alertar de un defecto cardiaco, como cianosis en manos y labios, palidez, problemas para comer, respiración agitada, hinchazón de piernas, soplo en el corazón, etc. Por lo tanto, si tu bebé simplemente suda mucho, no debes preocuparte.

En cuanto a las causas por las que tu bebé sude mucho, sobre todo la nuca y la frente, existen muchas causas distintas que pueden causar este sudor excesivo:

- Alta temperatura: en verano, o incluso en invierno si ponemos la calefacción muy alta, puede hacer demasiado calor y, para evitar que la temperatura corporal del bebé suba, su organismo recurre al sudor para regular la temperatura. Procura que en invierno la casa esté a 21º C de día y 20º C de noche, la temperatura ideal para el organismo. Y en verano, intenta que el bebé pase poco calor siempre que sea posible manteniendo su habitación fresca y ventilada.

- Exceso de abrigo: a todos los papás nos da miedo que nuestro hijo se ponga malo, por lo que tendemos a abrigarlo en exceso, sobre todo en invierno, cuando sale a la calle o cuando duerme. Pero sobreabrigar al niño es perjudicial para él, por lo que no debes ponerle más que una prenda más de ropa que lo que lleves tú (generalmente, el bodi). Y, para dormir, lo mejor es un saco de dormir y un pijama fino, sin taparle con mantas ni edredones para evitar el exceso de calor y la muerte súbita del lactante.

- Fiebre: la fiebre también puede hacer que un niño sude. Si notas a tu pequeño alicaído o muy caliente, ponle un termómetro para comprobar si tiene fiebre o no.

- Comer: durante la succión, sobre todo si es al pecho y en las primeras semanas, el bebé tiene que trabajar mucho para obtener la leche, lo que supone un esfuerzo que puede hacerle sudar. Además, estar tan pegado a mamá puede hacer que sude, sobre todo en la zona de la cabeza, la que está pegada al brazo y el cuerpo de la madre. Por otra parte, comer algo muy caliente también puede hacer que el bebé sude.

- Dormir: al dormir, sobre todo en el primer rato de sueño, es normal que los bebés suden mucho y empapen la sábana. Esto se debe a dos motivos: por una parte, la relación de superficie corporal de los bebés es mayor respecto a los adultos ya que son más compactos y suelen estar gorditos, con bastante grasa. Al dormirse, pasan de la actividad a la calma, con lo que una gran cantidad de energía deja de ser necesaria y el cuerpo la elimina en forma de sudor.

 

¿Qué hacer si suda mucho?

Como decíamos, lo primero que debes hacer es no preocuparte, ya que es algo normal en los bebés en sus primeros meses de vida, hasta que aprenden a regular su temperatura corporal. Además, los bebés tienen las glándulas sudoríparas más desarrolladas en sus manos, cuello y cabeza por lo que es normal que les suden más estas zonas.

El sudor tiene la función de eliminar el excesivo calor del bebé y evitar una hipertermia, por lo que es un proceso saludable para el pequeño. Solo en casos de hiperhidrosis o transpiración excesiva se debe consultar a un médico. La hiperhidrosis es la sudoración anormal y excesiva que no necesariamente está relacionada con el calor o el ejercicio. Se presenta como un exceso de sudor que afecta a manos, pies, axilas o cara que se presenta al menos una vez por semana, durante el día, sin relación a un aumento de la temperatura ambiente o de la actividad física, y generalmente se produce en ambos lados del cuerpo.

La hiperhidrosis secundaria suele estar causada por diversas enfermedades como diabetes, problemas tiroideos, nivel bajo de azúcar en sangre, ataque al corazón, algunos tipos de cáncer, infecciones o trastornos del sistema nervioso, por lo que el niño debería de presentar otros síntomas asociados que hicieran sospechar de un problema.

Si no, no debes alarmarte y tan solo debes seguir estos consejos cuando tu bebé sude mucho:

- Lavarle la cara y el cuerpo con agua templada.

- Quitarle alguna prenda de ropa.

- Cambiar la ropa o las sábanas si están muy mojadas.

- Darle líquidos con frecuencia para que reponga los electrolitos perdidos.

- Ajustar la temperatura ambiente y refrescar la habitación.