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Mi bebé no duerme nada

Mi bebé no duerme nada

¿Tu bebé no duerme ni de día ni de noche? ¿Llevas meses esperando a que sus ciclos de sueño mejoren y todo sigue igual? Cuando un bebé duerme poco o se despierta a menudo, resulta frustrante y cansado no solo para él, sino también para sus padres. Por eso, es conveniente saber qué le ocurre y cómo solucionar sus problemas de sueño.

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Índice

 

¿Por qué no duerme?

Lo primero que debes saber es que los ciclos de sueño de los bebés son diferentes de los ciclos de sueño de los adultos, ya que su porcentaje de sueño REM es mayor y pasan del estado de vigilia al REM, sin pasar por los estadios de sueño No REM. Esto hace que sus sueños suelan ser cortos, de unos 40 minutos, y se despierten a menudo.

Además, los recién nacidos, hasta los 2 o 3 meses, no distinguen entre el día y la noche y necesitan comer cada dos o 3 horas, por lo que es normal que se despierten a menudo y sus sueños sean caóticos, sin horarios. Esto no es un problema de sueño ni significa que tu bebé duerma mal, sino que es lo habitual a esta edad. Obviamente, es posible que un amigo te haya contado que su hijo, con solo un mes, ya duerme 5 horas seguidas de noche, pero, como decíamos, no es lo habitual, así que paciencia.

A medida que el bebé crece y se produce el desarrollo neural sus sueños se vuelven más predecible y ya sigue unos horarios. A partir de los 3 meses ya distinguen el día de la noche y ya no se duermen en fase REM, pasan por la fase NoREM. El sueño del principio es más ligero y por eso pueden despertarse al pasar del sueño ligero al profundo, por lo que es normal que te encuentres con un nuevo problema: dejarlo en su cuna sin que se despierte.

Igualmente, con esta edad siguen despertándose para comer varias veces por la noche, por lo que es normal que sus horas de sueño seguidas sigan siendo 3 o 4, incluso de noche. Sin embargo, a partir de los 6 meses se produce un cambio en el sueño del bebé y ya no necesitan las tomas de lactancia nocturnas, por lo que es normal que empiecen a dormir más horas seguidas. Si no es el caso de tu niño, puede que se deba a alguna de estas causas:

1- Siestas demasiado largas por el día y muy cercanas a la hora de acostarse.

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2- Malos horarios o falta de rutinas que le ayudan a conciliar el sueño.

3- Pesadillas o terrores nocturnos, que son más normales a partir de los 2 años.

4- Enfermedad o problemas digestivos que dificultan el sueño, como gases o cólicos.


¿Realmente tiene un problema de sueño?

Como veíamos, los bebés duermen de manera diferente a los adultos y se despiertan a menudo, lo que puede hacer pensar a sus padres que duerme mal o que se despiertan mucho, aunque realmente duerme de manera normal a su edad. Por eso, antes de buscar ayuda o preguntar al pediatra, debes asegurarte de que tu hijo realmente tiene insomnio o un trastorno del sueño:

- No es capaz de iniciar el sueño solo nunca

- Tiene más 5 o 6 despertares por la noche

- Su sueño es muy superficial (se desvela ante cualquier ruido)

- Duerme menos horas de las habituales para su edad juntando las siestas de día y la noche

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- Se despierta a menudo por la noche y llora

- Se duerme cada vez más tarde durante un corto periodo de tiempo

- Permanece mucho tiempo despierto por la noche

- Come por la noche pasados los 6 meses

- Se despierta muy temprano (antes de las 8 de la mañana, aunque depende de la hora de acostarse)

Los trastornos de sueño son más habituales de lo que pensamos ya que, según los datos recogidos por expertos, entre un 50 y un 70% de los niños menores de 3 años duerme menos horas de las que deberían.

 

¿Cómo puedo ayudarle a dormir mejor?

La clave para mejorar el sueño del neonato es crear un plan de sueño y unas rutinas que le ayuden a conciliar el sueño solo y mejorar su salud.

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1. Debe dormir de día. Es un gran error pensar que, si duerme poco de día, dormirá mejor de noche. De hecho, suele ocurrir justo al revés ya que, si el pequeño llega a la noche cansado y nervioso por no haber dormido por el día, le costará mucho más dormir. Cuanto mejor duerma por el día, mejor lo hará de noche. El sueño llama al sueño, aunque hay que tener cuidado con no dejar que duerma por el día hasta tarde. La última siesta no debe pegarse a la hora de acostarse, revisa sus horarios.

2. Los niños tienen un reloj biológico que marca que la hora ideal de irse a la cama es entre las 8 y las 9, así que respeta su ritmo circadiano y acuéstale a esa hora.

3. Crea una rutina que favorezca el sueño. Debe ser la misma todos los días e incluir actividades relajantes que le ayuden a conciliar el sueño, nada de juegos, televisión o ruidos. La rutina normal suele ser baño, cena, cuento y buenas noches, pero puedes adaptarla según vuestros deseos. Si le gusta que le cantes en la cama, siempre una nana o canción tranquila que le adormezca, nunca una canción de heavy metal.

4. Asegúrate de que la ropa con la que le acuestas es cómoda y le permite moverse y de que la temperatura es la correcta, ni mucho calor ni mucho frío. La temperatura ideal son unos 20º C.

5. La habitación tiene que estar a oscuras o en penumbra para que el cerebro produzca una sustancia química (melatonina) que induce al sueño, que requiere de la oscuridad para funcionar. So necesita cambio de pañal, estimúlalo lo menos posible y enciende solo una luz tenue.

6. Una buena forma de ayudar al niño a dormirse solo es dándole un chupete o un dudú o peluche que sirva como figura de apego para que no llore al irte de la habitación. También puede ser una buena idea ponerle un móvil de cuna con luces y canciones suaves.

7. Si llora, acude al momento a su lado, dile algunas palabras bonitas en voz baja o cántale una nana. Pero intenta no sacarlo de la cuna si no es necesario para ayudarle a que se duerma solo en la cuna y no en tus brazos. Si solo es capaz de dormirse contigo, se despertará cuando no te note y no podrá volver a dormirse solo. Tampoco debes dormirlo en el sofá y llevarlo luego a la cuna o la cama.

8. Llanto no es igual a hambre. Durante los primeros meses el llanto es el único medio que tiene el bebé para comunicarse, por lo que llora le pase lo que le pase. Pero, a partir de los 6 meses, la mayoría de los bebés ya no necesita comer de noche, así que no hace falta que le des el pecho o el biberón cada vez que se despierte. De hecho, es mejor dejar de hacerlo si no lo necesita, eso favorecerá que empiece a dormir más horas seguidas.

 


Fuentes:

A dormir, Dra. Pat Spungin

Blog EnFamilia de la Asociación Española de Pediatría: “El sueño de los bebés”, https://enfamilia.aeped.es/edades-etapas/sueno-en-bebes

Fecha de actualización: 19-10-2021

Redacción: Irene García

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