20 consejos imprescindibles para papás de bebés prematuros

Índice

• ¿Qué son los bebés prematuros?
• 20 consejos para padres de bebés prematuros

 

¿Qué son los bebés prematuros?

Los bebés prematuros son aquellos que nacen antes de la semana 37 de embarazo, aunque no es lo mismo nacer en la semana 24 que en la 34. Por eso, cuando hablamos de supervivencia y secuelas de los bebés prematuros es muy importante tener en cuenta la edad gestacional con la que nacen, así como el peso.

Los bebés nacidos entre la semana 24 y la 28 y con menos de 1 kg de peso tendrán menos posibilidades de supervivencia y más posibilidades de daños a largo plazo como sordera, problemas de desarrollo, memoria, concentración...

Mientras que los que nazcan con más de 30 semanas y 1,5 kg o más probablemente no tengan secuelas. 

20 consejos para padres de bebés prematuros

1. En la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) los padres deben recurrir al médico o las enfermeras siempre que lo necesiten para que les expliquen todo lo que necesiten saber acerca del comportamiento del niño y de los tratamientos que necesita. Así no solo se sentirán más tranquilos, sino que también transmitirán esa sensación de seguridad al bebé.

2. Los principales profesionales sanitarios de la UCIN que cuidan del recién nacido prematuro en diferentes momentos son: el obstetra, el neonatólogo, el residente, el pediatra, el enfermero de neonatología, la auxiliar de clínica, el trabajador social, los asesores de lactancia materna, los grupos de apoyo hospitalario, el fisioterapeuta, el cardiólogo, el neurólogo, el oftalmólogo, el otorrinolaringólogo, el nutricionista o dietista, y otros especialistas como el nefrólogo, gastroenterólogo, endocrinólogo o hematólogo. Cada uno de ellos se encarga de una parte del cuidado del bebé para vigilarlo desde todos los ámbitos.

3. El recién nacido prematuro presenta un aspecto frágil e inmaduro que puede causar gran preocupación a los padres, pero deben saber que a medida que vaya creciendo y aumentando su peso y su altura irá pareciéndose más a un bebé nacido a término.

4. La piel del neonato tiene unas características especiales, es más delicada ya que la capa más externa está poco desarrollada y carece de pilosidad (no tiene vello). Esa “pelusa” llamada lanugo se irá perdiendo poco a poco, pero necesita cuidados especiales (en el baño, con masajes, controlando su temperatura y cuidando su ropa).

5. El contacto piel con piel es un medio muy eficaz para que el bebé crezca y se desarrolle correctamente. Está demostrado que este “método canguro” también ayuda a crear un fuerte vínculo entre padres e hijos.

6. La supervivencia de un prematuro desde las 23 o 24 semanas en adelante es viable. En cualquier caso, el médico debe informar a los padres sobre el pronóstico de su bebé ya que dependerá de su edad gestacional, su peso al nacer y la presencia o no de problemas graves al nacer.

7. Los órganos vitales y sistemas de los bebés prematuros no se han desarrollado completamente al nacer, lo que puede causar diferentes problemas de salud: cardíacos, neurológicos, infecciosos o respiratorios, entre otros. Los diferentes médicos especialistas irán haciendo un seguimiento de cada uno de ellos y viendo qué tratamientos hay que seguir.

8. Además, estos bebés son más vulnerables a los virus, principalmente los que causan las infecciones respiratorias agudas (IRAs) como la neumonía, la bronquiolitis o la gripe. Entre ellas, las causadas por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) constituyen la primera causa de infecciones de las vías respiratorias inferiores en menores de 2 años. Es importante extremar la prevención en la época de mayor incidencia, de septiembre a abril.

9. Los padres verán a sus hijos rodeados de cables y aparatos, pero no deben asustarse, ya que la mayor parte de ellos lo único que hacen es ofrecer información sobre su estado a los profesionales de la UCIN.

10. En cuanto a la alimentación del prematuro, generalmente, debido a la inmadurez de los reflejos de succión y deglución, se inicia por vía intravenosa en forma de agua y glucosa. Posteriormente se aportan proteínas, grasas y vitaminas hasta que pueda comenzar a tomar alimentos por vía digestiva, a través de sondas hasta poder pasar a la succión. La leche materna es indispensable, protegiendo al bebé de las infecciones. Si la mamá no puede dársela por diferentes causas, se puede solicitar leche donada de los bancos de leche materna.

11. Los niños prematuros presentan algunas necesidades específicas para las cuales necesitan el apoyo de sus padres: cambios de postura para evitar las rigideces y facilitar su desarrollo motor, favorecer un entorno óptimo con un ambiente tranquilo y evitar las infecciones. Para ello, los padres deben lavarse las manos con jabón antes de entrar en contacto con su bebé, utilizar mascarilla en el caso de estar enfermos y, en ocasiones, llevar una bata especial encima de su ropa.

12. Cuando el bebé haya conseguido mantener su temperatura estable, no tenga apneas, se alimente por succión (pecho o biberón), tenga un aumento de peso considerable, no necesite oxígeno y su peso esté entre 1.800 y 2.000 gramos, podrá irse a casa y empezar su nueva vida con su familia.

13. La ropa del bebé debe ser amplia, cómoda, ligera y de algodón. No es aconsejable que las prendas tengan cordones o lazos. La ropa de cuna debe ser ligera y lavarla con jabón neutro sin añadir lejías ni aditivos. Los padres no deben abrigar en exceso a su hijo prematuro debiendo comprobar que no suda tocándole el cuello y la espalda.

14. En casa no se debe fumar nunca ni recibir muchas visitas. Además, es recomendable que la habitación del bebé tenga luz natural. Hay que ventilarla diariamente y mantener una temperatura agradable (20 ºC), con cierto grado de humedad. El bebé debe dormir siempre boca arriba y sin almohada en una cuna con barrotes de menos de 6 cm de distancia para evitar la muerte súbita.

15. La llegada de un bebé prematuro a casa suele generar inquietud en los hermanos. Es recomendable que los padres hablen con sus hijos sobre las características del bebé prematuro, que pasen tiempo con ellos y les enseñen fotos de su hermano, haciéndoles partícipes de su cuidado.

16. Los bebés prematuros van evolucionando en su desarrollo según van pasando los días y meses. Aunque al principio los padres no puedan comprender la expresión corporal, movimientos, respiración, llanto o patrones de sueño de sus hijos, irán aprendiendo a conocer mejor sus necesidades.

17. El baño debe realizarse de forma tranquila, en un lugar cómodo. Se trata de un momento de interacción entre los padres y el bebé, un momento de contacto directo con su hijo, por lo que se recomienda que estén presentes los dos padres.

18. Durante las primeras semanas en casa el prematuro pasará casi todo el día durmiendo, normalmente entre 15 y 22 horas al día.

19. Los niños prematuros pueden llegar a llorar durante una media de 6 horas al día si están intranquilos. Para calmarles, los padres deben asegurarse de que no tienen hambre, no necesitan un cambio de pañal y no están enfermos. Pueden tranquilizar al bebé cogiéndolo para que pueda ver al padre o la madre, o colocándolo en el pecho.

20. El bebé podrá salir de casa cuando tenga la edad que corresponda a la fecha de su nacimiento a término. Es necesario evitar lugares con aglomeraciones y extremar la limpieza de las superficies y juguetes para que los virus no circulen, sobre todo en épocas epidémicas de infecciones respiratorias (otoño-invierno). Aquellas personas que estén resfriadas o padezcan alguna enfermedad infectocontagiosa no deben coger al bebé.