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¿A qué edad puede comer un bebé compota?

¿A qué edad puede comer un bebé compota?

La hora de la introducción de la fruta en la dieta de los bebés es un tema que causa controversia. Unos pediatras aconsejan antes y otros después, también influye si el bebé está tomando leche materna o fórmula.

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Indice

 

 

¿Cuándo le puedo dar compota a mi bebé?

Dependiendo del pediatra, el comienzo de la alimentación sólida y complementaria puede empezar antes o después. Además, cuándo empezar a darle compota también dependerá de si el bebé está tomando leche materna o leche en fórmula.

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, y complementaria hasta los dos años. Por lo que en el caso de que tu bebé esté tomando leche materna, no deberías introducir las compotas hasta después de los 6 meses.

Si en cambio tu bebé está tomando leche en fórmula, su pediatra puede recomendar empezar con las primeras frutas a partir del cuarto mes. Es ahí cuando se pueden introducir las compotas, no antes.

Antes de tomar esta decisión, consulta con el pediatra del niño, para que pueda aconsejar los pasos a seguir más adecuados a tu caso.

 

¿Cuáles son las primeras frutas que puede tomar el bebé?

Las frutas que más se aconsejan son las que son más fáciles de digerir, de fácil asimilación y que tienen un sabor suave y dulce. Además, también es adecuado que tengan un riesgo bajo de causar alergias o intolerancias alimentarias. Las frutas con estas características son:

- Pera: con un contenido muy rico en aminoácidos y ácidos grasos poliinsaturados.

- Manzana: contiene un alto contenido en fibra, agua, vitaminas y minerales

- Plátano: muy rico en hidratos de carbono y de fácil digestión
 

¿Cómo se debe introducir la fruta a los bebés?

A la hora de empezar con la alimentación complementaria de frutas, lo más recomendable es empezar con papillas de una sola fruta, continuando con este método 3 o 4 días para comprobar si se produce alguna intolerancia o alergia (también para descubrir si al bebé le gusta esa fruta).

Después de esos 4 días con la misma papilla de una sola fruta, puedes hacerlo con otra fruta distinta y esperar el mismo tiempo. Cuando hayas comprobado que por separado no le causan ningún daño al bebé y este las come con gusto, puedes empezar a mezclarlas.

 

¿Por qué son mejores las compotas caseras?

Las compotas que haces en casa tienen contenidos altos de ácidos grasos poliinsaturados, fibra y aminoácidos. Esto es algo ideal en esta etapa del bebé ya que ayuda en la composición de los tejidos que va a desarrollar.

Estas compotas pueden ayudar a recuperar el apetito del niño, además tienen propiedades antiinflamatorias que ayudan a que el bebé tenga una mejor digestión. Asimismo, estas compotas son muy fáciles de hacer, no tardarás más de 5 minutos.

Muchas de las compotas que venden en el supermercado tienen azúcares o conservantes, por lo que es mejor si se pueden evitar.

 

¿Qué compotas puedo hacer para mi bebé?

1- Compota de manzana:

Para realizar la compota de manzana vas a necesitar un manzana de tipo Golden o similar madura (ya que son las más dulces) y dos cucharadas de agua mineral (si es para bebés mejor).

Antes de empezar a preparar la compota debes lavar muy bien la manzana, cuando esté lavada, pélala. Cuando tengas la manzana pelada debes cortarle en trocitos, pero sin incluir el corazón. Coloca los trocitos de manzana en el vaso de la batidora y añade las dos cucharadas de agua. Si ves que queda muy espesa añade otro poquito de agua. Cuando veas que tiene una consistencia adecuada, está lista para ponerla en un cuenco y dársela a tu bebé.

La compota de manzana es un plato infantil que suele gustar mucho como primer alimento sólido del bebé. Esta es rica en minerales (calcio, potasio, sodio, magnesio y hierro) y vitaminas (como la vitamina A, C, E y del grupo B). Además, la compota de manzana tiene un alto contenido en fibra, lo que ayuda a prevenir el estreñimiento del bebé y a mantenerle hidratado y refrescarlo.

2- Compota de plátano:

La comporta de plátano suele ser una de las compotas preferidas del bebé por su textura muy suave y su sabor dulce (en comparación con el de las otras frutas con las que puedes iniciar al bebé en las compotas).

Para preparar esta compota de plátano, solo tienes que escoger un plátano maduro, retirarle la piel y cortarlo en trozos. Cuando tengas los trozos los mates dentro del vaso de la batidora. Puedes añadir una cucharada de agua, pero lo más seguro es que no sea necesario. Bátelo todo hasta obtener la consistencia perfecta y estará listo para dárselo a tu bebé.

La compota de plátano destaca entre las demás ya que suele tener mejor digestión que las otras. Además, desde un punto de vista nutricional suele sorprender por su riqueza en hidratos de carbono y en minerales como potasio, magnesio o vitaminas como la provitamina A, el ácido fólico y la vitamina C.

Algunas madres no suelen recomendar empezar por el plátano, ya que según sus experiencias, pueden hacer que el bebé rechace las otras frutas (comparándolas con el sabor del plátano).

3- Compota de pera:

Para preparar a primera compota de pera solo necesitas una pera madura (se suele aconsejar que sea del tipo conferencia, ya que son las más dulces).

Antes de empezar con la preparación, lava la pera. Cuando esté lavada, córtala en trocitos, dejando el corazón sin incluir, y colócalos en el vaso de la batidora. Lo más seguro es que no necesites añadir agua, pero si ves que queda demasiado espesa, añádele una cucharada de agua mineral para bebés. Con esto estaría lista para que el bebé la pudiese consumir.

La comporta de pera es una receta muy nutritiva. Destaca por su riqueza en vitaminas (sobre todo en la vitamina C y en el ácido fólico) y minerales como el potasio y el calcio. además, la compota de pera aporta al bebé ácidos grasos poliinsaturados, aminoácidos, fibra y betacarotenos.

Puedes hacer compotas de la misma manera que estas tres, pero mezclándolas. Para eso debes coger la mitad de las frutas que quieras mezclar y batirlo todo junto.


Fuentes: Parellada, Ada (2007), ¡Es fácil que coman de todo!, Barcelona, Sigma.

 

Fecha de actualización: 26-05-2021

Redacción: Sara Tizón

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