Síntomas de un niño con lombrices

Índice

• ¿Qué son las lombrices?
• Pero, ¿cómo sospechar que mi hijo tiene lombrices?
• ¿Cómo se diagnostican y se tratan las lombrices?

 

¿Qué son las lombrices?

Cuando hablamos de lombrices en niños, no hablamos de las lombrices de tierra que conocemos nosotros, que son gruesas, alargadas y de color rosado, nos referimos a las lombrices o los oxiuros enterobius vermicularis, es un tipo de gusano blanco muy fina que no mide más de 5 milímetros y que se aloja en el intestino grueso. La infestación también puede ser de giardias y áscaris lumbricoides.

Es una infección intestinal que puede producirse por la ingestión de quistes de protozoos, huevos o larvas  de gusanos. Puede aparecer a cualquier edad, sin embargo, lo más común es en personas de 5 a 14 años. Según la Asociación Española de Pediatría, la infección por oxiuros afecta al 40%-50% de la población escolar, por lo que es un problema muy común de salud.

Los huevos pueden llegar a los niños al tocar la arena del parque, tierra, otros objetos o las manos de otros niños. Una vez que son ingeridos los huevos de oxiuros, estos eclosionan en el cuerpo, se hacen adultos, se reproducen y se adhieren a la zona del ano, provocando picores e irritación. Aunque parezca inofensivo, sólo meterse la mano en la boca puede provocar el contagio de lombrices.

Pero, ¿cómo sospechar que mi hijo tiene lombrices?

El principal síntoma de un niño con oxiuriasis es el prurito y dolor en la región anal o en los genitales, en ocasiones es tan intenso este picor que puede causar erosiones en el área anal. Este síntoma es mucho más común en la noche, justo a la hora de dormir. Muchas veces, como se mencionó anteriormente, el picor puede extenderse al área genital, lo cual ocasiona hinchazón e irritación y en muchas ocasiones una sobreinfección por la pequeñas cortadas que pueden causarse los niños al rascarse. Este mismo síntoma es la principal forma de contagio, pues los niños con frecuencia rascan la zona afectada debido a la irritación que sienten, los huevos presentes en el área anal se adhieren bajo las uñas y puede producirse una autoinducción pues la mano contaminada acaba en la boca y se reinicia el proceso de transmisión.

Otros síntomas que pueden sufrir nuestros pequeños son sueño intranquilo, pesadillas y sonambulismo, todo esto por la incomodidad de las lombrices.

Es mucho menos frecuente que parásitos como oxiuros o áscaris den dolores abdominales, diarreas o vómitos; por el contrario, esto es muy frecuente en la giardia, que da una diarrea muy líquida, con muy mal olor y de muchos días de duración, acompañada de dolor abdominal y de pérdida de peso en ocasiones.
 

¿Cómo se diagnostican y se tratan las lombrices?

La revisión de las heces es una forma de conocer si nuestro pequeño tiene lombrices pues, frecuentemente, pueden observarse las lombrices como pequeños hilos finos de entre 0.5 y 1 cm, de color blanco que se mueven.

Si no se ven, pero se sospecha, se hace recogida mediante cinta de Graham, que viene siendo como una cinta celo que se adhiere a los márgenes del ano y luego se manda a analizar al laboratorio. Este examen se recomienda hacerlo por la mañana antes de ir al lavabo para recoger los huevos que pueden haber puesto por la noche las hembras.

Para evitar este tipo de microorganismos en el cuerpo de nuestros pequeños es importante mantener una adecuada higiene de manos y de cosas con las que nuestros hijos pudieron tener contacto mientras tuvieron la infección, por ejemplo el escusado, juguetes, ropa… pues los huevos en esos lugares pueden sobrevivir hasta 3 semanas.

Evitar comer alimentos contaminados, tanto por su proveniencia como por la limpieza de los alimentos y el ambiente que los rodea.

Los huevos también pueden depositarse en areneros de parques, zonas de juegos, piscinas, salones escolares y baños.

Es importante que si existe algún síntoma de los anteriores sospeches de una infección por oxiuros y acudas al médico. El profesional de pediatría y medicina, después de un diagnóstico,  te recomendará el medicamento que por vía oral mata a los oxiuros adultos con una sola toma. Sin embargo, para la eliminación de huevos que pudieran volver a entrar al sistema digestivo, se necesita una segunda toma. Mientras, podemos aliviar la irritación de las zonas afectadas con fomentos de agua tibia.

Hay dos fármacos cuyos principios activos son el mebendazol y el pamoato de pirantel. Se suelen dar a dosis única y se repite la dosis a las dos o tres semanas.

Se recomienda que las personas infectadas se bañen por las mañanas con el fin de eliminar los huevos que se depositaron en el ano durante toda la noche con jabón neutro, evitando cualquier gel que tenga perfume.

Además, hay que lavar las sábanas, la ropa, el pijama y las toallas que haya usado el niño que tiene parásitos a 60ºC-90ºC. Hay que evitar sacudir la ropa contaminada porque los huevos podrán caer por la casa y diseminar la infección.

También se deben mantener las uñas bien cortas y evitar que el niño se rasque y se chupe las manos.

Ya sabemos cómo enfrentarnos a las lombrices en los niños. Sólo tenemos que seguir las instrucciones para evitar que las adquiera. Si tienes más dudas, no dudes en recurrir al pediatra para resolverlas y así conseguir que tus niños estén libres de parásitos.