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Qué puede comer un niño con gastroenteritis

Qué puede comer un niño con gastroenteritis

Las gastroenteritis está causada por virus o bacterias y se presenta en nuestro cuerpo con síntomas como dolor de barriga, vómitos y/o diarrea. A pesar de que puede producirse en todas las edades, es especialmente recurrente en niños pequeños porque tienen una mayor área de superficie corporal en relación con el peso que el adulto y, por lo tanto, son más sensibles a infectarse. Además, en la escuela están en contacto con otros niños y pueden contagiarse unos a otros. Aunque es una enfermedad especialmente común en la infancia y no es peligrosa, puede que el niño requiera una dieta especial durante el proceso de recuperación.

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¿Qué hacer cuando el bebé presenta síntomas de gastroenteritis?

La causa más común es que la enfermedad se haya contraído por una infección vírica, pero también podemos habernos intoxicado con algunas bebidas o alimentos contaminados por microbios o bacterias como la salmonella. También puede deberse a la alteración de la flora bacteriana natural del tracto digestivo. Pero sea cual sea su origen, la enfermedad suele traer diarreas que afectan a la mucosa intestinal. Lo más importante, en primer lugar antes que los alimentos sólidos, es llevar cuidado con no deshidratarnos ya que la pérdida de líquidos y electrólitos debida a la gastroenteritis puede derivar en un cuadro de deshidratación, sobre todo si tenemos diarrea y vómitos.

Es conveniente que si notas los síntomas en el niño acudas al médico cuanto antes para actuar en consecuencia. Salvo los antitérmicos para bajar la fiebre, no se debe administrar al niño otro medicamento y menos sin petición médica. Existen muchas teorías –y muchos mitos – sobre qué tipo de dieta deben seguir los niños con gastroenteritis. Muchos apuestan por una dieta blanda o astringente para reducir la diarrea. Otros, en cambio, aseguran que lo mejor es que coman lo que les apetezca, pues de esa forma adquirirán poco a poco los nutrientes necesarios para curarse. Ambas teorías tienen su parte de verdad y por lo general se curará en una semana sin necesidad de hacer una dieta extrema. Aun así, para facilitar la curación y paliar los síntomas, os ofrecemos una serie de alimentos recomendados para estos casos:


Alimentos sólidos

Muchos aconsejan hidratos de carbono de absorción lenta: una tostada, un plato de arroz o de pasta son preferibles a un vaso de leche o de zumo, por ejemplo. Si además a tu hijo le gustan y le resultan apetecibles, no ayunará durante demasiado tiempo.

Carnes magras, pescados, lácteos y frutas no deben restringirse, pero tampoco es recomendable introducirlos los primeros días de gastroenteritis. Se irán añadiendo progresivamente a medida que vaya recuperando el apetito. Son preferibles por ejemplo alimentos como la pechuga de pollo, el jamón york, el pavo, los pescados blancos, las sopas, las patatas, las zanahorias o los huevos. Todo cocinado siempre mejor al vapor o a la plancha. Además, se deberá evitar en la medida de lo posible las salsas y los fritos. Las mejores frutas para estas situaciones suelen ser el plátano y la manzana.

 

Lácteos

Los yogures suelen ser una opción muy buena para combatir infecciones y reforzar el sistema inmunes, sobre todo durante las 12-24 primeras horas, en las que será muy probable que vuestro hijo no tenga apetito. Pero en el caso de la gastroenteritis es mejor que los compremos sin lactosa, ya que esta no ayuda a romper el clima idóneo para que sigan cohabitando los microorganismos causantes de las infecciones. Además, conforme los vómitos o la diarrea cesan, la alimentación sólida se realizará con leches fermentadas desnatadas con bífidobacterias.

 

Hidratación

Como habíamos comentado, lo más importante es que evites la deshidratación, por lo que hay que ofrecer al niño bebidas o frutas con alto contenido en agua. Aunque obviamente el agua sea lo más importante y se recomienda beber por lo menos dos litros diarios, podemos utilizar otros fluidos que además contengan nutrientes. Durante las primeras 24 horas puede que no quiera ingerir alimentos, y puedes darle además de agua, zumo de zanahoria, agua con limón –que al ser astringente ayudara a cortar las deposiciones–, o té… El suero o las bebidas isotónicas pueden ser muy buenos, sobre todo para casos más extremos, ya que nos aportan más sales, minerales y vitaminas que nos ayudarán a mantener la fuerza del niño. También pueden ir muy bien infusiones como la manzanilla o simplemente agua hervida, para eliminar las impurezas.

 

Alimentos no recomendados

Los alimentos que son poco recomendables en esta enfermedad son los ricos en grasa y/o fritos. Los dulces quedan casi prohibidos, incluyendo también las frutas más dulces y los zumos. El azúcar puede prolongar e intensificar la diarrea y nos hará un flaco favor a la hora de curarnos. También deben limitarse aquellas frutas con alto poder laxante, como pueden ser las ciruelas y los kiwis. Las verduras crudas o las bebidas con gas tampoco son adecuadas.

 

Otras medidas para tratar la gastroenteritis

Para evitar otra recaída con la gastroenteritis es mejor que tomemos medidas preventivas de higiene, ya que suele transmitirse de niño a niño. Aumentaremos el lavado de manos y la limpieza en los alimentos. Y, si es tu hijo el que está infectado, mejor no le lleves a la escuela o a la guardería, podrá contagiar fácilmente a sus compañeros.

Sea cuales sean las medidas que tomes con tu hijo, es importante que realices todas tus decisiones bajo consulta médica del profesional de pediatría. Cada niño requiere unas necesidades específicas y particulares. Mientras que algunos niños podrán tomar su comida habitual sin problemas, otros tendrán que ceñirse a una dieta blanda para facilitar su curación. Lo que sí es indiscutible es que no debes forzarle a comer en estas situaciones: si su cuerpo no le pide alimentos sólidos, no le obligues y espera a que pueda ingerir poco a poco pequeñas porciones de alimentos.


Fuente:

Asociación Española de Pediatría

Fecha de actualización: 27-04-2022

Redacción: María Segura

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