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¿Es posible evitar o retrasar el desarrollo de la miopía en niños?

¿Es posible evitar o retrasar el desarrollo de la miopía en niños?

La miopía es uno de los grandes problemas de salud pública mundial del siglo XXI. De hecho, se prevé que la miopía afectará al 50% de la población mundial para 2050. Este problema visual se desarrolla en la mayoría de los casos desde la infancia, pero ¿es posible retrasar su desarrollo?

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Índice

 

¿Qué es la miopía?

La miopía es un error de refracción común en que los objetos cercanos se ven con claridad, pero los objetos lejanos se ven borrosos.

La miopía ocurre cuando el globo ocular es demasiado largo y evita que la luz que viene entrando se enfoque directamente sobre la retina. También puede ocurrir cuando la córnea o el cristalino tienen forma anormal.

La miopía se diagnostica con frecuencia en niños entre 8 y 12 años de edad, aunque puede diagnosticarse desde los 4 o 5.

Además, la miopía puede ser leve o grave. En el segundo caso, el globo ocular se estira y se vuelve muy largo, lo que puede dar lugar a agujeros o desgarros en la retina y también puede causar el desprendimiento de la retina. Además, si las dioptrías son muy elevadas, puede hacer que el miope apenas vea sin gafas o lentes de contacto.

Algunos de los signos y síntomas de la miopía incluyen:

- Dolor de cabeza

- Fatiga visual

- Entrecerrar los ojos para ver objetos que no estén cerca

- Dificultad para ver objetos lejanos


¿Es muy común la miopía?

La miopía ya está alcanzando proporciones epidémicas en ciertas partes de Asia oriental y sudoriental. Por ejemplo, en las zonas urbanas del sudeste asiático, más del 90% de los niños son miopes cuando terminan su educación secundaria, un aumento aproximado del 23% en la última década. Aunque a menudo se considera simplemente un inconveniente menor, los altos grados de miopía se asocian con problemas oculares que amenazan la vista, como la degeneración miope de la retina y el desprendimiento de retina.
 

¿Es posible frenar la miopía?

Al nacer, los recién nacidos suelen tener hipermetropía (consiste en la imposibilidad de ver con claridad los objetos próximos debido a un defecto de convergencia del cristalino), que luego disminuye lentamente hasta el punto de que, entre los cinco y los siete años de edad, los niños suelen tener una vista normal o un bajo grado de hipermetropía.

La miopía es poco común en niños menores de seis años, incluso en Asia oriental donde hay unas cifras tan elevadas, sin embargo, en poblaciones de alto riesgo, el número de miopía aumenta dramáticamente después de esta edad, posiblemente relacionado con la intensidad del sistema educativo. En los últimos años, ha habido un considerable interés en el desarrollo y prueba de intervenciones para disminuir la tasa de progresión de la miopía. Estas intervenciones generalmente usan uno de tres enfoques:

1- Tratamientos ópticos que usan lentes multifocales o lentes de contacto para lograr una imagen retiniana más claramente enfocada.

2- Lentes de contacto rígidos especialmente diseñados (ortoqueratología) que generalmente se usan por la noche para remodelar la córnea en la parte frontal del ojo para reducir la miopía.

3- Intervenciones farmacológicas que implican el uso de gotas para los ojos antimuscarínicas, que actúan sobre el sistema de enfoque de los ojos y conducen a cambios bioquímicos que disminuyen la velocidad del crecimiento ocular.


Últimos estudios sobre la miopía

Una revisión Cochrane actualizada recientemente incluyó 41 estudios con 6.772 niños que compararon varias intervenciones ópticas y farmacológicas con la progresión lenta de la miopía. La revisión proporcionó evidencia de certeza moderada de que las gotas antimuscarínicas para los ojos, como la atropina, fueron un tratamiento efectivo para el control de la miopía. Sin embargo, algunos niños experimentaron efectos secundarios relacionados con las gotas, como dificultades de enfoque, sensibilidad a la luz y molestias oculares.

En uno de los estudios más grandes, aproximadamente el 15% de los niños interrumpió la terapia debido a los efectos secundarios. Los estudios que investigaron intervenciones como anteojos multifocales o lentes de contacto especializados mostraron que estos pueden tener un pequeño beneficio en la disminución de la miopía.

Actualmente, las gotas oftálmicas de atropina parecen ser el tratamiento más efectivo para el control de la miopía, aunque todavía existe incertidumbre con respecto a la dosis óptima y la duración de la terapia. Aunque dosis más bajas pueden reducir los efectos secundarios, esto puede estar asociado con una disminución en su efectividad. Además, el beneficio de usar gotas oculares antimuscarínicas en combinación con intervenciones con anteojos o lentes de contacto necesita mayor aclaración.


Consejos para padres de niños en riesgo de desarrollar miopía

Un número cada vez mayor de profesionales de la vista está ofreciendo una variedad de intervenciones farmacológicas y ópticas para disminuir la tasa de progresión de la miopía. Por lo tanto, es importante que los padres reciban la evidencia más actualizada y relevante sobre el probable éxito de estos tratamientos.

Pero, además de hablar con el oftalmólogo para realizar alguna de las intervenciones antes descritas, hay una serie de consejos que puedes seguir para evitar la aparición temprana y el desarrollo grave de la miopía:

1- Evitar el uso prolongado de las pantallas.

2- Disponer de una buena iluminación a leer o hacer los deberes (preferiblemente luz natural mientras sea posible).

3- Aumentar el tiempo de actividad al aire libre 1 hora a la semana puede reducir un 2% la probabilidad de desarrollar miopía.

4- Incluir alimentos ricos en ácidos grasos esenciales Omega-3 y vitaminas A,C y E.

5- Cuando se está delante de una pantalla, hay que seguir la regla 20-20-20: cada 20 minutos realizar un descanso de 20 segundos mirando algún objeto a 20 pies (unos 5 o 6 metros).


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