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Cuándo hacerse pruebas de alergia

Cuándo hacerse pruebas de alergia

Cuando se sospeche de la existencia de una alergia conviene someterse a un examen para tratar de identificar el alérgeno que la provoca, con el objetivo de evitar su contacto en un futuro, aplicar lo antes posible el tratamiento y adoptar las medidas adecuadas en caso de reacción.

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Indice

 

Recurrir a estas pruebas es especialmente importante cuando la alergia es persistente o pone en riesgo la salud o la vida de un niño.
 

¿Cómo son las pruebas alérgicas?

La alergia es una reacción exagerada por parte del organismo ante una sustancia (alérgeno) con la que entra en contacto, y que generalmente, para la mayoría de la población, resulta inocua. Cuando el cuerpo de una persona alérgica se expone a dicho alérgeno por primera vez, éste, al considerarlo nocivo, desarrolla anticuerpos para defenderse de él. La siguiente vez que contacte con dicha sustancia, el organismo responderá atacándolo, lo que se traduce en una reacción alérgica con los síntomas que la caracterizan, a veces realmente graves para quien los padece. De ahí la importancia de someterse a un control alérgico.

Por medio de esta prueba lo que se pretende es reproducir una reacción alérgica para confirmar que el paciente está sensibilizado a una determinada sustancia. Para ello se utiliza extracto alergénico a partir de la fragmentación de esta sustancia. Después se somete a un proceso por el que se diluye con proteínas y posteriormente se esteriliza. Una manera de tener mejor acceso a dicho alérgenos, y además, al estar esterilizado, de evitar la trasmisión de cualquier infección. 

 

Tipos de pruebas alérgicas

Existen distintos tipos de pruebas según la enfermedad o la reacción alérgica que se sospeche.

Prick-test: Este tipo de prueba es la más extendida. Se emplea para observar la hipersensibilidad de manera inmediata, pues los resultados normalmente se obtienen al cabo de 15 o 20 minutos. Consiste en hacer una pequeña punción con una lanceta en el antebrazo para introducir el alérgeno bajo la superficie de la piel (epidermis). Si el paciente es sensible al alérgeno introducido se producirá una ligera hinchazón y enrojecimiento de la zona. Puede hacerse con varias sustancias a la vez, en diferentes punciones.

Prueba intradérmica: Para algunos alérgenos, especialmente los venenos de insectos o medicamentos, la prueba prick-test no es suficiente y se recurre a este otro tipo de examen, que es más sensible. En este caso se aplica una inyección directa del extracto de alérgeno en una capa más profunda de la piel, en la dermis exactamente. Los resultados también se observan a los 15 o 20 minutos, pero con este test también es posible comprobar reacciones tardías, para lo que habría que esperar 24, 48 o 96 horas.

Prueba epicutánea o del parche: Este método suele emplearse para descubrir alergias asociadas a la piel, como las dermatitis de contacto. Se lleva a cabo mezclando los alérgenos sospechosos con vaselina y poniéndolos en contacto con la piel, mediante una cinta o apósito (parche) que se pega a ésta durante 48 horas. Pasado este tiempo se observan los resultados y se hace una nueva lectura a las 96 horas (4 días después).

 

¿Cuándo hay que hacerse una prueba de alergia?

Este tipo de pruebas no son muy caras. Debido a su bajo coste, bajo riesgo y alta fiabilidad se recomienda hacerse una prueba de alergia ante el mínimo indicio de una alergia. La edad tampoco debe ser un impedimento para someterse a una prueba alérgica, de hecho pueden repetirse si, pasado un tiempo tras unos resultados negativos, se vuelve a sospechar de sensibilidad a una sustancia determinada. El sistema inmunitario es dinámico y puede reaccionar a nuevos alérgenos con el paso de los años. Del mismo modo puede producirse el efecto contrario y una alergia, al cabo de un tiempo, puede desaparecer. Ocurre habitualmente con la alergia al huevo o a la leche en los niños. Por ello es conveniente repetir las pruebas y hacer así un seguimiento de la enfermedad.

Se debe tener en cuenta también que siempre el mejor alergólogo es el alergólogo local. Las alergias se desencadenan por sustancias con las que estamos en contacto, por lo tanto el alérgeno suele formar parte del entorno que nos rodea. El alergólogo local será quien mejor conozca las posibles sustancias alergénicas en cada caso.

 

Sustancias que con mayor frecuencia causan alergias

Alérgenos en el aire: Los ácaros del polvo, el polen de algunas plantas, el pelo o los restos de descamación de perros, gatos, cucarachas…

Alérgenos alimentarios: Los alimentos alergénicos más comunes son los frutos secos, especialmente los cacahuetes, el huevo, el marisco, la leche, la soja, algunos cereales…

Otros alérgenos: Las picaduras de algunos insectos o ciertos medicamentos también pueden desencadenar reacciones alérgicas.


Fecha de actualización: 15-06-2020

Redacción: Irene García

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