¿Cuáles son los síntomas de miocardiopatía hipertrófica?

Índice

• Causas de la miocardiopatía hipertrófica
• Síntomas de la miocardiopatía hipertrófica
• ¿Cómo se diagnostica y se trata la miocardiopatía hipertrófica?
• Complicaciones de la miocardiopatía hipertrófica

 

Causas de la miocardiopatía hipertrófica

Consiste en un aumento del espesor del músculo cardiaco. Por lo general, la miocardiopatía hipertrófica es causada por una mutación genética en el desarrollo fetal que produce un engrosamiento anormal del músculo cardíaco.

En este caso, el tabique situado entre los dos ventrículos del corazón vuelve más gruesa de lo normal, lo que puede bloquear el flujo de sangre fuera del corazón (miocardiopatía hipertrófica obstructiva).

Si no hay un bloqueo significativo del flujo sanguíneo, la afección se llama miocardiopatía hipertrófica no obstructiva. Sin embargo, a pesar de ello el ventrículo izquierdo puede ponerse rígida, reduciendo la cantidad de sangre que el ventrículo puede contener y enviar al cuerpo con cada latido.

Como decíamos es un problema hereditario que se transmite de padres a hijos. Cada hijo o hija de una persona afectada tiene un 50% de posibilidades de heredar la enfermedad. La enfermedad suele desarrollarse durante la adolescencia. Cuando una persona es diagnosticada de esta enfermedad es recomendable realizar una valoración a todos los familiares de primer grado para descartar la enfermedad en ellos.

También puede formar parte de otras enfermedades: metabólicas, neuromusculares, síndrome de Noonan. No está causado por problemas en el embarazo o el parto.
 

Síntomas de la miocardiopatía hipertrófica

A menudo, la miocardiopatía hipertrófica no se diagnostica porque muchas personas que la padecen tienen pocos síntomas y poco significativos. El problema es que puede llegar a ser una enfermedad peligrosa si provoca síntomas graves.

Entre los signos clínicos más habituales de esta patología encontramos:

- Dolor torácico, sobre todo al hacer ejercicio físico

- Desmayo al hacer esfuerzos

- Falta de aliento o disnea

- Soplo cardíaco

- Palpitaciones y taquicardias

- Arritmias

- Vértigo y mareos
 

¿Cómo se diagnostica y se trata la miocardiopatía hipertrófica?

Además de un examen clínico y de antecedentes familiares, el profesional de medicina y cardiología solicitará una serie de pruebas para el diagnóstico correcto de la enfermedad, ya que solo con los síntomas puede confundirse con otras cardiopatías.

Entre las pruebas principales que se realizan encontramos el ecocardiograma para observar si el músculo cardíaco tiene un grosor anormal. A veces puede hacerse realizando ejercicio, lo que se llama prueba de esfuerzo.

También puede pedirse un electrocardiograma para mostrar ritmos cardíacos anormales y signos de engrosamiento del corazón. En algunos casos, se necesita el electrocardiograma portátil, denominado monitor Holter.

Y, por último, puede realizarse una resonancia magnética nuclear cardíaca para ver bien las válvulas del corazón.

En cuanto al tratamiento, depende de la gravedad de los síntomas y complicaciones. Se pueden administrar medicamentos para mejorar el flujo sanguíneo, como betabloqueadores, bloqueadores de los canales de calcio, medicamentos para regular el ritmo cardiaco, anticoagulantes.

Si es necesario, se puede recurrir a la cirugía. Existen muchas intervenciones quirúrgicas posibles que van desde la cirugía a corazón abierto hasta la implantación de un dispositivo para controlar el ritmo cardíaco.

Se puede realizar una miectomía septal para quitar parte de la pared engrosada. La miectomía septal ayuda a mejorar el flujo sanguíneo que sale del corazón.

Otra opción es una ablación del tabique, que destruye el músculo cardíaco engrosado con alcohol. Normalmente requiere el implante de un marcapasos.

O implantar un desfibrilador cardioversor implantable que ayuda a evitar la muerte cardíaca súbita.
 

Complicaciones de la miocardiopatía hipertrófica

La mayoría de las personas con miocardiopatía hipertrófica no presentan problemas de salud importantes, pero en ocasiones sí puede causar problemas graves como fibrilación auricular (que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos), flujo sanguíneo obstruido, problemas en la válcula mitral, miocardiopatía dilatada, insuficiencia cardiaca o muerte súbita cardiaca (más común en personas jóvenes y deportistas).

En algunos casos se podrá hacer vida normal, mientras que en otros puede incluso no recomendarse el ejercicio físico intenso. El pronóstico puede ser mejor cuando la enfermedad se presenta en personas de edad avanzada.