• Buscar

Terapia psicológica para niños mentirosos

Terapia psicológica para niños mentirosos

Son muchas las personas que aseguran que los niños nunca mienten ¿verdad? Pero lo cierto es que alrededor de los tres o los cuatro años comienzan a saber diferenciar la verdad de la mentira, y comienzan a utilizar las segundas para obtener algo o bien librarse de un castigo. Y no, al principio no suelen ser muy conscientes de ello, pero a partir de los cinco o seis años la cosa cambia y hay que establecer una serie de pautas.

Publicidad

Índice

 

¿Por qué los niños mienten?

Es mucho más común que, cuando los niños llegan a una determinada edad (normalmente entre los seis y los siete años), comiencen a mentir, pero ya sabiendo lo que hacen. Y, aunque no todos los niños a esta edad mienten, muchos sí y, además, les da igual a quien. Mienten a sus padres y a sus madres, a sus abuelos y abuelas, a sus hermanos e incluso a sus amigos del colegio. Ante este tipo de situación, lo primero que deben tener claro es que la mentira es inaceptable, que es algo que no está bien y que, por tanto, no pueden mentir.

Para los expertos, la sinceridad debe estar proclamada como una forma de vida. En cuanto al modo de educar en sinceridad, una de las primeras recomendaciones que hace la Asociación Mundial de Educadores Infantiles es la observación de la conducta del niño para averiguar si este acostumbra a decir la verdad y, cuando lo haga, entonces reforzar la conducta con aprobaciones y alabanzas. Pero cuando no lo haga averiguar por qué no ha sido sincero y corregirlo, pero nunca haciendo juicios de valor personal del niño. Recuerdan también que el papel de los padres, además de una terapia o de alguna ayuda psicológica, es fundamental.

Por estos motivos, desde esta propia asociación piden a los padres que proporcionen a sus hijos un clima afectivo, de seguridad, de aceptación y confianza en el que el niño pueda ser él mismo sin miedo a ser rechazado por no cumplir con las expectativas deseadas. Además, recuerdan la importancia del “modelo a seguir”. Los niños harán lo que vean de sus padres y, por eso, es fundamental que los padres y las madres tampoco mientan. Tal y como afirman los expertos “esas pequeñas mentiras de conveniencia de los adultos son observadas e imitadas por los pequeños”. También es importante, por último, que los padres y las madres respondan con sinceridad a sus hijos a sus preguntas sin lanzar evasivas, aunque en muchas ocasiones se prefiriesen evitar.

Generalmente, los engaños infantiles denotan frustración o ganas de llamar la atención, aunque en muchas ocasiones delatan más bien un exceso de exigencia por parte de ambos progenitores. Sin embargo, no está bien y hay que corregirlo.
 

¿Qué hacer si mi hijo miente mucho?

Entonces, ¿se les puede frenar si mienten demasiado? Algunas de las investigaciones realizadas recalcan que uno de los factores de prevención principales de la falsedad o la mentira a cortas edades es la actitud que muestran sus progenitores. Es por ello por lo que algunos expertos afirman que la contribución más importante que ellos mismos pueden hacer para educar a niños sinceros es desarrollar una relación fundada de manera sólida en la confianza y, por supuesto, ser totalmente sinceros también.

Pero ¿qué sucede cuando ya no son tan pequeños? ¿Cuando la mentira se ha convertido en algo muy, pero que muy frecuente? ¿Cuando crees que tu hijo es un mentiroso compulsivo? Es posible que se trate de una mentira patológica y, en ese caso, además de tener siempre presente una terapia psicológica, el papel del adulto progenitor es algo esencial. Estas mentiras patológicas podrían llegar a convertirse en un trastorno grave con importantes consecuencias para el bienestar y la vida del individuo que miente, en este caso, el menor. Hay, por tanto, que prevenir y tratar esta adicción a las mentiras. 

1. Analizar el origen de las mentiras. Labor personal que ha de hacer el niño y que es quien padece la adicción. Buscar el patrón que las origina: si se trata de una baja autoestima, si se trata de una necesidad de aprobación, etc.

2. Establecer un diario de mentiras donde anotar cuando se miente. Es decir, por qué lo hace, a quién miente, cómo se siente, etc. De esta manera se podrá obtener una radiografía completa de la conducta y se podrá comprobar hasta qué punto afecta.

3. Tratar de controlar los impulsos. Es importante que el pequeño controle sus impulsos y que, en vez de hablar y comenzar a mentir, respire profundo y espere a hablar para decir otras cosas, pero evitando siempre las mentiras.

4. Antes de hacerlo pensar en si realmente es necesario mentir. Es importante que el niño sea consciente de que mentir es, en realidad, algo que no necesita hacer en absoluto y que no le aporta nada bueno, sino más bien todo lo contrario.

5. Desarrollar una alta autoestima. El conjunto de acciones, percepciones, pensamientos, sentimientos y evaluaciones que están dirigidas a otras personas, hacia su manera de ser y hacia los rasgos del propio cuerpo y el carácter es lo que conocemos como autoestima, es decir, la percepción evaluativa de uno. Es importante que el niño la desarrolle adecuadamente para no mentir.

Recordemos, además, que la baja autoestima del niño es, en muchas ocasiones, el verdadero motivo por el que el niño comenzó a mentir y continúa haciéndolo. Para lograr una buena autoestima el apoyo de los padres y las madres es fundamental, pero también lo es la educación que se le dé al niño, que ya veíamos anteriormente, porque educar en la sinceridad es, probablemente, una de las mejores formas de evitar que los niños mientan.


Fecha de actualización: 12-07-2022

Redacción: Ana Ruiz

Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×