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Terapia psicológica para niños impulsivos

Terapia psicológica para niños impulsivos

Los niños impulsivos son aquellos que no se paran a reflexionar en las consecuencias de sus actos y se lanzan sin pensar a hacer cualquier cosa, sea buena o no, adecuada o no, o incluso aunque el momento no sea el más idóneo. Esta actitud constante les puede causar ciertos problemas, por lo que conviene tratar cuanto antes la impulsividad de tu hijo y ayudarle a saber esperar y reflexionar antes de actuar.

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Indice

 

La impulsividad en la infancia

La impulsividad es un rasgo habitual en los niños pequeños. Ellos no entienden de consecuencias ni de tiempos, y no son capaces de entender las emociones ajenas, por lo que muchas veces se lanzan a hacer algo que les parece divertido sin pararse a pensar si es adecuado o no o si pueden hacerse daños a ellos o a otras personas. Sin embargo, este rasgo propio de la mayoría de los niños pequeños se va reduciendo a medida que crecen y se dan cuenta de que es necesario pararse a pensar antes de actuar, sobre todo en ciertas situaciones como en clase, en la consulta del médico, etc. El problema es no todos los niños son capaces de controlar su impulsividad, y continúan siendo así incluso de adultos.

Las personas impulsivas, por lo tanto, se caracterizan por no leer ni escuchar las instrucciones antes de hacer una tarea y ponerse a hacerla directamente, con lo que suelen equivocarse y hacerla mal o hacer otra cosa totalmente diferente; no saber esperar su turno para contestar o hacer algo; decir las cosas sin pensar en las consecuencias, por lo que suelen dañar a los demás con sus palabras; pelearse sin una causa justificada o meterse en peleas ajenas in saber por qué; no esperar su turno para hablar e interrumpir una conversación; postergar constantemente una obligación o responsabilidad; presentar tics o manías como tocarse el pelo, morderse las uñas, etc.; enfadarse con facilidad.

Todas esas características pueden causarles serios problemas tanto en casa como en clase: castigos, regañinas, malas notas, fracaso escolar, problemas de aceptación social y, a la larga, si esta conducta no se modera al crecer, puede incluso hacerle caer en comportamientos problemáticos o peligrosos al no reflexionar nunca sobre las consecuencias, como adicción al alcohol o las drogas, accidentes de tráfico, peleas, robos, vandalismo o sexo no seguro. Asimismo, las personas que no son impulsivas consiguen sacar lo mejor de sí mismas y elegir correctamente, por eso, si tu hijo es muy impulsivo, debes actuar cuanto antes.

En casa, puedes ayudarle con estos ejercicios y consejos:

1- Pon una canción y juega a bailarla con él explicándole que, cuando la música pare, debe detenerse y quedarse inmóvil hasta que lo indiques. Este ejercicio, que parece sencillo, le costará mucho al principio, pero gradualmente le ayudará a tener mayor autocontrol y aceptar las normas de un juego.

2- Explícale que no se debe interrumpir cuando otros están hablando y que siempre hay que pedir el turno de palabra, sobre todo en clase. Para favorecer la interiorización de esta norma, podéis jugar a juegos de turnos. El que no lo respete, pierde.

3- También debes hacerle entender que las palabras pueden herir tanto o más que los golpes, por eso es necesario pararse a pensar antes de hablar para no dañar a los demás con nuestras palabras. Para que lo comprenda mejor, puedes indicarle situaciones concretas en las que sus palabras han hecho daño y jugar a recrear situaciones complicadas para que entienda qué se puede decir y qué no en ciertos momentos.

4- Otro juego muy útil para niños impulsivos es jugar a hacer preguntas que el otro debe contestar, pero no sin antes esperar unos segundos callado para pensar la respuesta. Si contesta sin pensar, aunque la respuesta sea correcta, pierde.

 

¿Es necesaria la terapia psicológica para los niños impulsivos?

Como hemos dicho, la mayoría de los niños pequeños son impulsivos y, para aquellos que lo son más y que continúan siéndolo al crecer, puedes probar las ideas antes explicadas. Pero si nada funciona y tu hijo sigue siendo igual al llegar a la pubertad, y te preocupan ciertos comportamientos que está adquiriendo o las consecuencias que pueden acabar teniendo sus impulsivos actos, es bueno que consideres consultar a un experto en salud mental. Los psicólogos tienen más herramientas e ideas que pueden ayudar a tu hijo a no ser tan impulsivo y pensar antes de actuar, sobre todo cuando se trate de cosas importantes.

Mediante diversas terapias, ejercicios y actividades ayudará al niño a inhibir sus impulsos, entender las consecuencias de sus actos, reflexionar antes de actuar y saber esperar. Puede usar técnicas como crear un panel de emociones, meditación y respiración profunda, teatros de marionetas para representar diversas situaciones peligrosas o complejas, etc. Así, el niño aprenderá y desarrollará un mayor autocontrol de sus acciones y emociones y podrá llevar una vida más feliz y menos problemática.

No dudes en pedir ayuda si tu hijo es más problemático o impulsivo y no consigues reconducirlo tú solo, para eso están los terapeutas y psicólogos.


Fuente:

Álava, Silvia (2016), Queremos que crezcan felices, Madrid, Actitud de Comunicación.

Fecha de actualización: 05-03-2021

Redacción: Irene García

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