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Terapia psicológica para niños con Asperger

Terapia psicológica para niños con Asperger

El Asperger es un Trastorno Generalizado del Desarrollo que forma parte de los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Afecta a entre 2 y 3 personas de cada 1.000 y modifica el área del lenguaje y la comunicación social.

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Indice

 

¿Qué es el Asperger?

El Asperger es un trastorno difícil de diagnosticar ya que las personas que lo padecen tienen un aspecto físico normal y un coeficiente intelectual normal (incluso, a veces, superior a la media), tan solo presentan algunos problemas a la hora de comunicarse y relacionarse con los demás, lo que puede calificarlos de “raros”. Por eso, a veces no se detecta hasta los 6 años o más, cuando al niño le cuesta socializar.

Entre las características principales de los niños con Asperger encontramos:

- Problemas para entender las metáforas o los dobles sentidos, lo comprenden todo de manera literal.

- Habla un tanto pedante y repetitiva.

- Les cuesta mirar a los ojos a los demás.

- Problemas para entender el lenguaje de gestos.

- Suelen tener pocos amigos y les cuesta relacionarse con gente de su edad.

- Dificultades motrices (suelen ser chicos toples).

- Se asustan ante los cambios.

- Presentan tics o manías de tipo obsesivo-compulsivas (sentarse siempre en el mismo sitio del sofá, abrir la puerta de casa de una forma, etc.).

- En general, tienen una gran memoria y capacidad para captar los pequeños detalles.

- Destacan en campos como las matemáticas o la informática y en todas aquellas áreas que sean de su interés, mientras que en las demás pueden ser negados.

 

¿Qué tratamiento se debe seguir?

El Asperger no es una enfermedad como tal, por lo que no tiene cura. Es un trastorno generalizado del desarrollo caracterizado, sobre todo, por los problemas a la hora de establecer relaciones sociales y entender a los demás, por lo que es importante ayudar al niño mediante la terapia de habilidades a iniciar y mantener una conversación, entender los refranes y frases hechas, comprender el lenguaje gesticular, los chistes, entender las emociones de los demás, etc. El niño debe acudir a un psicólogo especializado en este tipo de trastornos para que lo ayude a superar su día a día e integrarse mejor en todos los ámbitos.

Algunas de las terapias que se emplean con niños con asperger son las terapias cognitivo-conductuales que ayudan a evitar las rutinas obsesivas y repetitivas. Su finalidad es que el niño pueda manejar el estrés y la ansiedad, además de otras emociones. De esta forma, aprenderá a canalizar sus emociones y reconocer las de los demás.

Mediante las terapias del lenguaje se ayuda al niño a reducir los problemas a la hora de hablar en público, comprender el lenguaje verbal y no verbal, aprender a hablar con los demás, etc.

En caso de tener problemas de motricidad son útiles las terapias motoras que les ayudan a ser menos torpes y poder desenvolverse mejor en los deportes.

Y, por último, es útil recurrir a la terapia ocupacional para ayudarle tanto en la intervención en habilidades de la vida diaria como en los aspectos sensoriales de estos pacientes.

Además, es conveniente guiarlo para que centre sus intereses y obsesiones en algo productivo que lo ayude a tener un buen futuro laboral.

Los niños con Asperger necesitan seguir unas rutinas y horarios que los ayuden a sentirse tranquilos y, ante cualquier cambio, tener paciencia y comprensión ante los ataques o berrinches que pueden aparecer si después del baño ese día no va la cena.

En el colegio se recomienda que tengan apoyo de personal especializado (psicólogo, pedagogo, orientador) que lo ayude a integrarse con sus compañeros y no sufrir problemas de acoso o de aprendizaje.

Y en casa los padres, además de ser muy pacientes, deben vigilar cada paso de su evolución ya que surgirán nuevos problemas cuando pase del colegio al instituto, por ejemplo, o cuando llegue a la adolescencia. Es muy complicado convivir a veces con niños con Asperger, por lo que se recomienda contar con el apoyo de otras familias que hayan pasado por lo mismo. Las asociaciones pueden ser un gran punto de apoyo.

También es conveniente que se fomente la participación del niño en actividades grupales de manera progresiva, sin provocarle ansiedad ni obligarle, para conseguir que se relacione mejor con los demás.


Fuente:

Paloma Martínez Ruiz, presidenta de la Asociación Asperger Madrid (AAM).

Marina Barber, psicóloga de la Unidad de Desarrollo Infantil y Atención Temprana del Hospital Vithas Virgen del Mar.

Fecha de actualización: 22-01-2021

Redacción: Irene García

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