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Odiar a los bebés y a los niños

Odiar a los bebés y a los niños

No todas las personas comparten gustos en relación a la comida, la ropa o la forma de vida. Los distintos comportamientos también son aceptados por unas personas más que por otras, y la franja de edad tiene mucho que ver en esto. Alguna vez habrás conocido a alguien que diga odiar a los bebés y a los niños.

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Índice

 

Si tú fuiste niño, ¿por qué los odias ahora?

Es difícil entender a alguien que dice que odia a los niños sin razón aparente ya que todos pasamos por esa etapa.

Si eres de esas personas que ama a los niños y a los bebés necesitarás darle una vuelta al pensamiento y ponerte en la piel de esa persona que no quiere tener hijos porque no le gustan. ¿A qué se debe este odio a la infancia?

La mayoría de las personas que experimentan este odio argumentan la irritabilidad como uno de los principales motivos. Sí es verdad que cada niño es un mundo y como los adultos, tienen sus días malos y buenos. La paciencia es algo que se trabaja y para lo que hay que estar predispuesto, y si se carece de ella es fácil sentirse irritado por algún comportamiento infantil.

Otra de las razones es haber vivido una ‘’experiencia traumática’’ con niños, o guardar un mal recuerdo de algo. Por ejemplo, un bebé que llora en un viaje de avión largo, o que la hora de juego de los niños de tu vecino coincida con tu hora de relax. Crear esa asociación entre la presencia de niños y la ausencia de silencio o calma puede hacer que evites concurrir sitios con niños y te cueste más desprenderte de ella. Incluso puede hacer falta acudir a un profesional de la psicología para deshacerse de ese sentimiento. 

El sentido de la responsabilidad también tiene que ver con este rechazo. Un bebé y un niño suponen grandes responsabilidades, ya no solo en los cuidados sino en los actos que tú realices ya que aprenden por imitación y su educación es compleja. Es por eso que muchas personas prefieren desprenderse de esta responsabilidad.
 

¿Por qué se extiende esta tendencia?


Una de las razones por la que la sociedad está empezando a ver como ‘’normal’’ que ciertas personas no quieran tratar con niños es el cambio que ha sufrido con los años.

Cada vez la gente tiene menos hijos y lo hace a edades más tardías. Una de las razones es el aumento de gente que va a la universidad y en consecuencia tarda más en incorporarse a la vida laboral. La falta de estabilidad económica y de tiempo ha hecho que la natalidad en España sea mucho menor en comparación con las décadas anteriores.

La sociedad moderna ha cambiado de manera que tener hijos ya no está entre uno de los fines principales, y es por eso que al aumentar esta creencia se ha ido extendiendo la aceptación y el respeto a la decisión propia de cada pareja o persona.
 

Reconfortar a tu hijo tras un rechazo


Aunque tú entiendas que puede haber ciertas personas a las que no les gustan los niños, tu hijo puede sentirse confundido o dolido si un adulto no le presta la atención que le gustaría o tiene un gesto o palabra algo dura hacia él.

El niño puede sentirse culpable, como si hubiera hecho algo, y es posible que incluso llore.

Si te encuentras ante esta situación lo primero que debes hacer es calmarlo y hacerle entender que no ha hecho nada malo. Cuando está relajado un niño piensa con más calma.

Si os encontráis en un sitio público puedes buscar otro entretenimiento, otra distracción con la que hacerle sentir mejor, o buscar otro lugar habilitado y seguro para jugar.

Cuanto más edad tienen más conscientes son de aquello que sucede a su alrededor e irán a donde se sientan más queridos.

Por suerte, para todas aquellas personas con hijos, los niños son bienvenidos en todos los lugares y si tu hijo es extrovertido, encontrará otras personas con las que interactuar, y es que ¿quién se resiste a la sonrisa y el amor de un niño?


Fuente:

Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.

Fecha de actualización: 07-09-2020

Redacción: Laura Abad

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