Niños que roban y mienten

Índice

• ¿Por qué los niños roban y mienten?
• ¿Qué hacer si mi hijo roba y miente?

 

¿Por qué los niños roban y mienten?

Es normal que al principio te resulte algo difícil hablar con tu hijo sobre un tema tan controvertido. A nadie le gusta que sus hijos les mientan o les roben, pero en ocasiones sucede y hay que estar preparado, sobre todo cuando comienzan a entrar en la etapa de la pubertad o la preadolescencia, fases en las que la rebeldía y algunos malos hábitos están demasiado presentes.

No obstante, es importante que los padres también tengan en cuenta que ya en edad escolar, es decir, cuando los niños cumplen los seis años, comienzan a comprender mejor el concepto de propiedad, y a entender también que robar es malo por lo que si sucede a esta edad hay que prestar especial atención, pues tampoco se debería consentir.

Y sí, es posible que simplemente se quede en eso, en que la rebeldía forme parte de su día a día durante un tiempo determinado porque sus amigos del cole también lo hacen y acaben viéndolo como algo normal, pero que lo hagan solamente una vez, y también puede que lo sigan haciendo hasta la adolescencia convirtiéndose así en un hábito peligroso que cuanto más tiempo se alargue más difícil será evitar por lo que lo ideal sería empezar a poner límites en su conducta y comenzar a “castigarles”.

“Las mentiras tienen las patas muy cortas”, o eso es al menos lo que escuchábamos decir a las abuelas en alguna que otra ocasión. Y no se equivocan en absoluto, pues, de hecho, los padres conocen a la perfección a sus hijos y serán los primeros en darse cuenta de si están mintiéndoles en algo o incluso robándoles. Aunque probablemente se quede en una mala etapa de la preadolescencia porque quieren gastar más dinero de lo que les dan mensualmente y acaben robando monedas de las carteras de sus padres sin decirles nada, es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones y tomar medidas al respecto.

Ni robar ni mentir está bien, y mucho menos que lo hagan los propios hijos a sus padres, siendo ellos, además, las únicas personas en el mundo que velarán siempre por su seguridad y protección y que les brindarán todo lo que esté en su mano. También deberán ser quienes establecen una serie de límites. La paga mensual que muchos padres dan a sus hijos cuando estos son algo mayores está bien, pero explicarles el por qué de ese dinero, la importancia de ahorrar ante cualquier imprevisto y el límite de dicha cantidad también es fundamental.

Por lo general, hasta que el niño no sea lo suficientemente mayor no puede considerarse como un robo, pues es normal que cuando son algo pequeños cojan algo que les llame la atención. El problema viene cuando estos niños crecen y comienzan a ser conscientes de que coger algo que le pertenece a otra persona está mal. Son niños y adolescentes que roban por diversas razones como, por ejemplo, el adolescente que roba para tener las mismas cosas que su hermano, y el niño o preadolescente que lo hace para demostrar, por ejemplo, valentía ante sus amigos del colegio. También es posible que lo hagan por temor a una dependencia, es decir, niños que “no necesitan depender de nadie”, de manera que roban lo que necesitan para no pedir nada.

Sea como sea, lo que está claro es que los padres deberían preguntarse si el niño ha robado por necesidad de recibir una mayor atención. Es posible que este desee mostrar con esas actitudes una profunda ira, convirtiendo además el objeto robado en afecto o amor. En ese caso, aparte de tomar una serie de medidas para que esto no vuelva a suceder, los padres deberán cambiar su actitud y darle mayor reconocimiento al niño como miembro importante de la familia que es.
 

¿Qué hacer si mi hijo roba y miente?

Algunas de las medidas que deben adoptar los padres y en las que el robo debería cesar son:

- decir al niño que robar no está bien

- ayudarle a pagar o devolver el objeto robado

- asegurarse de que el niño no se beneficie del robo

- evitar el sermón o decirle que es un ladrón o una mala persona

- en último lugar, dejarle claro en todo momento que su comportamiento es totalmente inaceptable.

Por lo que, tanto para prevenir como para intervenir dada esta mala acción se deberían tener en cuenta:

Prevención	Intervención
- Explica a tu hijo por qué robar es malo	- Permanece tranquilo Articulo relacionado: Odiar a los bebés y a los niños
- Enseña maneras apropiadas para conseguir lo queuno desea	- Confronta la situación de inmediato
- Desarrolla una amistad abierta y cercana con tus hijos	- Aplica consecuencias
- Elogia y gratifica una conducta honesta	- Corrige e identifica el comportamiento

También es importante que, una vez el niño haya devuelto el objeto o dinero robado, si este no lo repite, los padres tengan en cuenta que de nada servirá volver a recordárselo día tras día, que de los errores se aprende y que todo el mundo se merece una nueva oportunidad para “empezar desde cero”.

Sin embargo, si los robos y las mentiras son persistentes y están acompañadas de otros problemas de comportamiento, robar puede significar una señal de problemas serios en el desarrollo emocional del niño o incluso presencia de problemas familiares. Además, los niños que mienten y roban ocasionalmente acaban teniendo problemas con el resto de los niños, algunas dificultades serias para confiar en los demás y establecer buenas relaciones con ellos, pero también culpando a otras personas de su comportamiento.

Finalmente, y ya en los casos más extremos o en los que robar acaba convirtiéndose en un problema significante y crónico, los padres deberán llevar al niño a un profesional de salud mental para que les ayude y pueda evaluar al niño. De esta manera, tanto él como los padres podrán descubrir por qué el pequeño tiene la necesidad de robar y de mentir. Aquí, los dos aspectos más importantes a tratar serán, por tanto, ayudar al niño a establecer una relación de confianza y ayudar a la familia para que apoye al niño en una trayectoria más saludable de desarrollo.