Mitos sobre el TDAH

Indice

• Información errónea sobre el TDAH
• El TDHA y sus características

 

Información errónea sobre el TDAH

Circula entre nosotros un mito sobre el TDAH que culpa a los progenitores e indica que su diagnóstico es poco fiable. Sin embargo, debemos tener en cuenta que eso no es así ya que es un trastorno del neurodesarrollo del niño y, aunque con una gran carga genética, jamás será culpa de los padres y de las madres por una mala educación, por una falta de comunicación o, por ejemplo, por una falta de afectividad. Además, se ha asegurado que la fiabilidad de diagnóstico es bastante alta.

Que el TDHA sea una enfermedad nueva o que solamente existe en los Estados Unidos es otro de los mitos más graves que existen en relación a este trastorno. El TDHA es un tipo de trastorno del comportamiento que ya en 1864 fue descrito por Hoffman (un alemán que habló del TDHA en el cuento “Der Struwwelpeter”), aunque no fue hasta 1994 cuando comenzó a ser identificado bajo ese nombre, el de Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (o TDHA). Aquí también cabe destacar que la frecuencia es similar en todo el mundo, entre un 2 y un 6% según algunos estudios.

Otro gran mito del TDHA es que este solamente afecta a la niñez y desaparece en la adolescencia. Lo cierto es que algunos síntomas de hiperactividad disminuyen con la edad, transformándose en movimientos más finos. Sin embargo, la atención, pero sobre todo la impulsividad, permanece tanto en adolescentes como en adultos. Y, a pesar de que se estima que la tercera parte de los niños con TDHA dejará de tener dicho trastorno antes de la adolescencia, se estima también que otra parte seguirá teniendo TDHA de adulto considerándose como un problema crónico que requiere manejo a largo plazo.

También circulan otros mitos en referencia a dicha enfermedad que tienen que ver con la identificación de su diagnóstico. ¿Sabemos quién realmente lo podría identificar primero? Pues bien, el mito que circula en contra de dicho trastorno es el de que el TDHA lo debe diagnosticar e identificar primero el neurólogo o el neuropediatra, y si este no mejora, el psiquiatra infantil, pero esto no es así porque la realidad es que por norma general son los profesores o los psicólogos escolares quienes primero sospechan que el niño pueda padecer el trastorno. Después es importante tener en cuenta que siempre que se sospecha un TDHA debe existir previamente una evaluación por un médico experto en el diagnóstico y tratamiento del niño con este problema.

Por último, otro de los mitos que se conocen es que el TDHA solamente afecta a los niños, y no a las niñas. Son muchas las personas, de hecho, que creen que el TDHA afecta a los niños, es decir, que es un problema exclusivo de ellos. Sin embargo, lo único que pasa (y por lo que además suele uno creer este mito) es que, por norma general, los síntomas de las niñas suelen ser menos llamativos ya que simplemente se trata de desatención y no de hiperactividad y que, además, el TDHA en los niños suele estar asociado a comportamientos negativistas y desafiantes lo que acaba provocando un cuadro más llamativo y que también los padres y profesores pidan ayuda con más frecuencia.

En cuanto al tratamiento, también hay varios mitos sobre él, como que la medicación no es necesaria o que esta causa adicción porque es como una droga. Aunque es cierto que la psicoterapia ayuda, así como otras medidas de intervención, la medicación (como el metilfenidato) es útil y necesaria en la mayoría de los casos. No producen adicción, aunque sean similares a las anfetaminas, ya que se controla la dosis. Y, por último, tampoco afectan al crecimiento de los niños. 

El TDHA y sus características

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es el trastorno crónico del desarrollo neuropsiquiátrico que frecuentemente es diagnosticado en la infancia y que puede persistir en la edad adulta. El TDAH se caracteriza por inatención, hiperactividad y comportamiento impulsivo que produce problemas en múltiples áreas de funcionamiento lo que dificulta, además, el desarrollo social, emocional y cognitivo de la persona que lo padece. Es importante que para el diagnóstico del TDAH se evalúen todos los síntomas mencionados, es decir, déficit de atención, hiperactividad e impulsividad, pero que se presenten:

- Desde una edad temprana: antes de los doce años

- Con una intensidad y frecuencia superior a la normal para la edad y la etapa del desarrollo del niño

- Que deterioren o interfieran de forma significativa en el desarrollo y rendimiento del niño

 -Que no sean causados por otro problema médico: un tóxico, una droga u otro problema psiquiátrico de relevancia

Y a pesar de que puede haber alguna sospecha clínica en niños menores de seis años es importante saber que el diagnóstico del TDAH requiere haber superado siempre esta edad. Además, lo más frecuente es que el trastorno se reconozca en los niños realmente cuando estos comienzan la escuela primaria, donde coincide con las dificultades en el rendimiento escolar y las disfunciones sociales.

La complejidad de este trastorno es tan grande que no se puede identificar solamente una causa. Lo único que sí se puede afirmar es que se trata de un trastorno heterogéneo con diferentes subtipos, resultado, por supuesto, de las distintas combinaciones de los diversos factores de riesgo que van actuando de manera conjunta. Y a pesar de que no se han identificado las causas, sí se han podido detectar algunos factores principalmente genéticos y ambientales (prenatales, perinatales y posnatales).