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Rendimiento escolar: ¿cómo saber si nuestros hijos rinden o no lo suficiente?

Rendimiento escolar: ¿cómo saber si nuestros hijos rinden o no lo suficiente?

En primaria, por lo general, nuestros hijos poseen una gran agilidad mental que se les exige aprovechar de manera beneficiosa en el colegio. Su rendimiento en la escuela va a depender de que sepan canalizar ese enorme intelecto y de que lo hagan casi sin esfuerzo. Los niños, los padres y los profesores tendréis que enfrentaros a los nuevos retos que surgen según el pequeño pasa de curso. ¿Por qué hay un bajo rendimiento escolar? ¿Cómo afrontarlo?

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Índice

 

Indicadores de bajo rendimiento

Las responsabilidades cada vez son más y el tiempo que se debe dedicar a las tareas del colegio y al estudio han de ser también cada vez mayores.

Crear hábitos de trabajo cuando aún nuestro hijo es pequeño es fundamental para que, cuando crezca, no presente ningún tipo de reticencias y se presente motivado a la hora de aplicarse.

- Si el niño no siente ningún aliciente por ir al colegio, es muy posible que le cueste levantarse, vestirse y desayunar mucho más de la cuenta.

- En el colegio sus notas serán bajas, las malas calificaciones son el mejor indicador de que algo está fallando.

- Puede que el niño desarrolle una conducta inusual en el aula. Rebeldía o apatía son sólo dos de los comportamientos clave para detectar un bajo rendimiento.

- Falta de constancia, desgana, desinterés, fijación excesiva con otras actividades que no tienen nada que ver que en el estudio en el colegio.

- En ocasiones, la tarea de realizar los deberes del colegio en casa, se transforma en una actividad costosa tanto para padres como para hijos. A los pequeños, tras pasar una larga jornada en las aulas, no les apetece tener que ponerse de nuevo “manos a la obra” con las matemáticas, el inglés o la lengua y los padres no saben cómo ayudarles y animarles para que se pongan a realizar sus trabajos

 

Desencadenantes del bajo rendimiento escolar

Cada niño es un mundo, como tal, el entorno donde crece y se desarrolla también lo es. Su actitud y forma de desarrollarse como persona dependerá en gran medida de los factores de influencia  más directos, los que le rodean: familia, amigos, televisión…

Su falta de motivación y grado de concentración puede tener su origen en el propio núcleo familiar. Bien puede ser por lo que el niño observa en casa o por una fuerte confrontación de valores entre ambas instituciones.

Puede ocurrir que el método de enseñanza no sea el adecuado, psicológicamente, para el niño o que en realidad presente cierto déficit de atención.

Lo principal es hacerle entender a tu hijo que ya es mayor y que como tal, tiene que asumir cada vez más responsabilidades. Es bueno que sepa esto desde el principio ya que según vaya pasando a cursos superiores su nivel de trabajo y esfuerzo también lo hará.

A los padres les cuesta asumir cómo es posible que después de haber estado en el colegio aprendiendo durante todo el día, sus hijos tengan que regresar a casa y seguir estudiando. Tienes que saber que esta es la mejor formación hacia el compromiso y el conocimiento.

Todo tipo de aprendizaje requiere práctica, y es por esto que los profesores ponen deberes a los alumnos. Es un método positivo que refuerza la autonomía e independencia del niño.


¿Cómo afrontarlo?

En primer lugar, debes saber que tu hijo le va a dar a sus estudios la misma importancia que tú demuestres por ellos. Si ve en ti entusiasmo porque empieza el colegio, o por lo divertido que es aprender más sobre las matemáticas, el inglés o la historia y además le pones ejemplos prácticos de superación contigo, o sus hermanos, o gente cercana, seguro que el interés por esforzarse crecerá. En la mayoría de las casas se habla de los asuntos más importantes que afectan a la familia cuando se está reunido y, sin duda, el rendimiento escolar del niño también podría ser uno de los temas para hablar todos juntos en familia.

En segundo lugar, recuerda también lo importante que es hablar con tu peque cuando llegue del cole. De forma sutil y sin atosigarle a preguntas ínstale a que te cuente qué es lo que ha aprendido en clase desde primera hora del día. Suele ser muy positivo para el niño decirle que las clases pueden llegar a ser muy divertidas y amenas mientras uno atiende y aprende.

Sin embargo, hay que tener en cuenta también que no solo la importancia del rendimiento escolar va a residir en la figura del papá o la mamá, sino también en la figura del tutor. Ten en cuenta, no obstante, que cada año de curso escolar tu hijo va a ser la persona que más información tenga sobre él y sobre su trabajo, por tanto es muy conveniente que la relación padre – tutor sea muy fluida, por el interés del niño. Igual de recomendable es mantener reuniones con ellos con frecuencia y no sólo cuando existan las sospechas de que el rendimiento está empezando a ser bajo o ya lo es… Es importante mostrar interés por lo que los profesores aprecian y recibir consejo de ellos para mejorar en otros aspectos también.


Fuente:

Álava, Silvia (2016), Queremos que crezcan felices, Madrid, Actitud de Comunicación.

Fecha de actualización: 25-05-2021

Redacción: Almudena Villoslada

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